20 días después...
Los días han pasado con una calma que me asfixia, cada minuto Gabriel ronda mis pensamientos y por más que intento poner atención en clases, no puedo, las dudas me invaden y la desesperanza me carcome como si fuera una enfermedad. Hazel se ha mantenido en contacto, al igual que Cleo y Robin que son las que han podido ver a Gabriel y estuvieron cuando él salio de la clínica.
Mis caminatas a la escuela son más aburridas que nunca y en el colegio solo puedo escuchar rumores de pasillo con respecto a Gabriel, que se fue de luna de miel, que engaño a su prometida con una mujerzuela y cada vez que escucho cosas, mis amigos que sacan de ahí e intentan distraerme con cualquier excusa pero la verdad es que, me siento abandonada, desolada y sin ganas de hacer todo lo que quería.
Hasta el momento mis padres no me han preguntado nada, pero veo en sus rostros el temor, la frustración por quizás no poder hacer nada por mi, por verme hundida y no poder hacer algo.
Alva, llega de la universidad temprano, como nunca y eso solo quiere decir que las cosas con Kyle terminaron y por mi causa, porque apesar de lo que ella pueda decir, sé que algo debo tener que ver en la desdicha de mi hermana que esta empecinada en no exteriorizar.
Me levanto como cada día para ir al colegio agradeciendo que sea viernes, ya que eso me da la posibilidad de quedarme encerrada en casa. Tomo la mochila con mis pertenencias para llegar a la puerta donde mi madre me sujeta.
— Que tengas buen día mi amor.
— Gracias. — Digo intentando no sonar tan desanimada como me encuentro.
Al salir de la casa, comienzo mi caminata como todos los días hasta el semáforo donde cruzo, casi sin mirar hasta que alguien jala mi brazo.
— CORRE, CORRE. — Veo a Alex a mi lado agitado.
— Danielle ¿que pasa contigo?, ¿quieres morir atropellada?
— No.
Alex suspira con frustración para tomar mi mano y pasarla bajo su brazo.
— Mejor será que caminemos así. — No emito comentarios y solo me limito a caminar hasta llegar a la entrada donde Jess y Felipe nos esperan.
— Hola. — Saluda Jess.
— Hola.
Estoy por dar un paso dentro del colegio cuando Felipe jala mi brazo, sorpresivamente.
— Hoy no vamos a ir a clases, nadie de hecho va a ir a clases.
Miro sorprendida a mis amigos que parecen decididos realmente a no entrar a clases.
— Pero no podemos. — Inicio.
— No, si podemos y eso vamos a hacer. — Alex toma mi mano con fuerza al tiempo que todos nos echamos a correr por la calle.
El timbre resuena a mi espalda y no puedo evitar sentirme ansiosa por hacer algo que no va conmigo, nunca había hecho eso. Pero la adrenalina, el correr de la mano de mis amigos me revive, me hace sentir emociones que llevaba semanas sin sentir, agitados llegamos a la esquina donde nos detenemos a tomar aire.
— Oh mi dios, me va a dar algo. — Jess pone una mano sobre su pecho al tiempo que una sonrisa de oreja a oreja se dibuja en mi rostro llamando la atención de todos.
— Los amo, los amo muchísimo. — Hablo entrecortado con los ojos cerrados y sintiendo como mi pecho arde por la poca costumbre de correr.
— Nosotros también te queremos Danielle. — Siento que los brazos de todos me invaden, haciéndome sentir protegida y lo más importante amada.
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PROFESOR
RomanceDanielle es una estudiante de 17 años como cualquier otra y Gabriel es un profesor dedicado y muy diestro en su materia. Ambos se enfrentarán a los peligros de su situación, donde tanto amigos como familiares tendrán algo que decir con respecto a el...