« Loca. » Aunque las palabras de Alva generan una risa en mi, el imaginarme a Gabriel desnudo me provoca mucha vergüenza.
Algo agotada por las emociones del día de hoy, me despido de Gabriel dandole las buenas noches para introducir mi cuerpo bajo las cobijas quedándome dormida.
Despierto apenas aclara el día para tomar desayuno y ayudar con los que aceres del hogar, colgar la ropa lavada, ordenar y limpiar los muebles, hasta que un whatsapp me distrae de mis tareas.
Gabriel: Hola mi amor, ¿que haces?
Yo: Estoy ordenando y limpiando mi casa, ordenes de mamá.
Gabriel: Que sexy dueña de casa.
Yo: No me veo tan sexy como imaginas. — Adjunto una foto de mi rostro algo sucio por la limpieza.
Gabriel: Te ves preciosa.
Yo: Adulador.
Gabriel: De ti por supuesto.
Yo: ¿Hoy podremos vernos?
Gabriel: Claro que si y quiero que vayamos al cine.
Yo: Pero Gabriel, alguien puede vernos.
Gabriel: No, iremos a otro centro comercial y nos vestiremos diferente, usare sombrero y tu puedes usar bigote.
Yo: Jajaja esta bien pero si vemos a alguien tendremos que escapar enseguida.
Gabriel: Entendido capitán.
Yo: Ya me voy porque mi mamá me llama.
Gabriel: Te amo mi amor, nos vemos.
Yo: Yo más.
Continuo con los pedidos de mamá hasta terminar con mi habitación que tenia más polvo del imaginado, una vez que todo estuvo listo almorzamos todos juntos para que luego entrara en el baño a quitar el sudor y el polvo de mi cabello, bajo el agua de la ducha, al salir me encuentro de lleno con Alva que al parecer lleva tiempo esperandome.
— ¿Vas a salir?
— Sí
— Con él. — Alva sube y baja sus cejas.
— ¿Cual él? — Pregunta mi padre atrás de Alva sobresaltándonos.
— Con Jess y Felipe. — Respondo de inmediato.
— ¿Y cual él?
— Ningún él papá, son ellos. — Dice Alva intentando ayudar.
— Alva, no soy sordo, ¿cual él Danielle? — Sintiéndome acorralada digo lo primero que viene a mi cabeza.
— Alex papá, Alex se unirá al grupo.
— Alex, ¿el hijo de Laura?
— Si papá, ese Alex, él único Alex.— Digo poniendo mis ojos en blanco.
— ¿No que a ti te gustaba ese muchacho?. — Mis mejillas se vuelven rojas del coraje.
—¿Quién te lo dijo?.
— ¡Ups! Jajaja nadie, Alva mi amor, puedes ayudarme con algo que deje abajo. — Mi padre jala a Alva del brazo.
— ¿Quién te lo dijo? — Pregunto nuevamente.
— Vamos, vamos Alva que es importante. — Mi padre desaparece junto a ella por la escalera.
Entro en mi habitación y mientras seco mi cuerpo comienzo a hablar conmigo misma.
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PROFESOR
RomansaDanielle es una estudiante de 17 años como cualquier otra y Gabriel es un profesor dedicado y muy diestro en su materia. Ambos se enfrentarán a los peligros de su situación, donde tanto amigos como familiares tendrán algo que decir con respecto a el...