CP. 15 - DESCONOCIDO.

3.4K 150 13
                                        


Contengo la respiración por unos segundos antes de responder al mensaje imaginando que es él profesor quién me escribe.

Yo: ¿No?

Xxxx: Pero si me conoces Danielle.

Siento los latidos erráticos de mi corazón y como mis manos comienzan a tiritar, tomándome un tiempo intento aterrizar mis emociones desbocadas para contestar algo coherente y no perder la cabeza. «¿Será él? »

Yo: ¿Quién es?

Xxxx: Tu amigo Danielle.

Yo: ¿Felipe?

Xxxx: Nop.

Yo: ¿Entonces quién? y ¿de donde sacaste mi número?

Xxxx: Siempre has tenido el mismo número

Yo: No te hablare más.

Xxxx: Cuando me veas estoy seguro de que solo querrás hablarme mucho y tenerme muy cerca.

Arrugo mi entrecejo al leer el comentario final para responder.

Yo: Oye no te creas tanto.

Xxxx: No me creo nada, solo soy lo que soy.

Desactivo mi celular, encaminándome hasta mi madre para avisar lo de Alva. Paso el día con normalidad y el desconocido no sigue hablándome así que apago mi celular para irme a dormir luego de un día de trabajos domésticos.

Despierto animada para encender mi celular mientras bajo a tomar el desayuno, al instante mi celular vibra con la llegada de un mensaje.

Xxxx: Danielle, pronto nos vamos a ver, ¿no estás contenta?...

Yo: Dejame en paz.

Xxxx: Falta poquito Danielle...

Pongo mis ojos en blanco ignorando por completo al desconocido y seguir mi día con normalidad.

— Mamá hoy voy a ir por el material escolar con Jess y Felipe.

— Ya, dile a Alva que te lleve para que practique, está muy floja. — Dice mi madre cortando fruta al instante que Alva aparece en el umbral.

— Mamá eso no es cierto.— Responde Alva achinando sus ojos.

— Bueno entonces lleva a tu hermana.

— Si, eso haré. — Responde Alva para que sus ojos caigan sobre los mios.

— ¿A donde vas?

— Al centro comercial.

— Fácil y ¿a que hora?

— Como a las 16:00 tengo que estar ahí pero mejor salimos antes por si acaso ¿no?

— Tranquila, ¿Que acaso no confiás en mi? — Pregunta Alva haciéndome dudar por unos segundos.

— Claro, si confió. — Siento la presión indirecta de sus ojos al hacerme esa pregunta.

Alva se sienta a mi lado para sonreírme y susurrame.

— Este va a ser el mejor viaje de tu vida. — Por dentro siento algo de miedo que intento no exteriorizar ya que Alva a practicado muy poco desde que tiene licencia para hacerlo y solo ha realizado viajes cortos.

Las horas pasan con demasiada rapidez hasta que Alva llega a mi cuarto para asomar su cabeza en la puerta.

— ¿Ya estás lista? — « Ay no. »

— Si. — Alva agita las llaves del auto para luego desaparecer.

— Yo nunca pido nada, pero Dios ayudame. — Digo en mi habitación antes de salir para encontrarme a Alva subida en el vehículo arreglando el espejo retrovisor.

PROFESORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora