Presidencia a su Estilo

Capítulo Diez

El día de la feria gastronómica había llegado y no había podido averiguar nada sobre lo sucedido con los planes de cada grupo, así que lo dejé pasar por ese día. Todos en la escuela estaban emocionados, no íbamos recibir clases, solo unos actos de baile y otras presentaciones en el gran auditorio de la escuela luego venían salían para la venta de comida y los juegos preparados. Mientras los de primaria y secundaria estaban allá dentro, los de cuarto y quinto año estábamos afuera preparando todo.

Como cada año, se podía venir vestido como quisiéramos, así que había decidido usar una camisa blanca, un short azulado jean, una camisa manga larga de cuadros rojos y negros atada a mi cintura, respecto al calzado, elegí mis amados converse negros. Alisé mi cabello negro la noche anterior y me lo dejé suelto.

Tenía que decir que me veía hermosa. Como siempre.

Tremendos genes que tenía.

Todos ya estaban montando sus puestos de comida en el gran patio verde de la escuela, mientras otros se encargaban de preparar los puestos de los juegos. Como había dicho el Fósil José para evitar guerra entre los dos salones de Cuarto tuvimos que repartir nuestras ideas de juegos, mi pueblo se quedó con: Casamiento y divorcio, la búsqueda del tesoro, tatuajes falsos y pinturas, y por último un enorme twister. Habíamos pasado toda la semana preparando todo, al fin el día había llegado.

Lo bueno de la escuela es que era grande, y ni hablar del patio verde donde se llevaría a cabo la feria. Teníamos mucho espacio, eso era algo bueno. Faltaba poco para que la feria diera inicio, así que reuní a todo mi pueblo para dar una última revisión.

—¿Están todos presentes? ¿Quién faltó hoy? —pregunté sosteniendo un block de notas donde tenía anotado las cosas a revisar.

—¿Leslie vino? —habló Santiago mirando alrededor, buscándola.

—¡Aquí estoy! —Levantó su mano desde atrás, emocionada—. Esta vez no falté a clases.

—Eso es bueno, a ver, démosle un aplauso a Leslie —La señalé con mi lapicero mientras le sonreía. Todos aplaudimos orgullosos de ella.

Esa chica era la reina de la inasistencia.

—Bien. Estamos todos, necesito saber si el puesto de comida está listo, Laura –dije buscándola entre los demás. Laura, la doctora, asintió sonriendo.

—Sí, jefa, todo listo.

—Genial —Taché eso de la lista.

—¡Diez minutos! —gritó un chico por medio del altavoz de la escuela que se escuchaba en todo el patio.

—De acuerdo, haré esto rápido. Solo para recordarles sus puestos a los encargados —hablé apurada mirando como los demás grupos corrían como locos para los últimos preparativos–. Para el juego de casar y divorciar estará a cargo nuestro lindo Cerebro, Bianca. Chica, no olvides que el acta de divorcio es más cara que la de casamiento, ¿de acuerdo? —Ella rio, asintiendo—. Para la búsqueda del tesoro estará Santiago, espero que hayas escondido bien los premios, ¿tienes los mapas?

—¡Sí, capitán! —gritó haciéndome sonreír.

—Para los tatuajes falsos, pinturas de cara y cabello será nuestra artista, nuestro Salón de belleza, Clara. Sienna también quiere estar en el puesto como tu ayudante.

—Por mí no hay problema —dijo Clara sonriéndole a mi amiga, quien al oír eso la abrazó emocionada.

—Y, por último, nuestro chico otaku, Andy junto al grupito del fondo se harán cargo del twister. No quiero descontrol ahí, ¿de acuerdo, muchachos? Nada de quejas de que mucho toqueteo en especial con los de secundaria —Todos rieron porque sabíamos que eso podía pasar.