Capítulo Dieciséis

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Mierda. Alguien sabía de mi relación con Lukas.

Aunque pensándolo mejor, había algo entre nosotros, pero no éramos novios oficiales.

Por ahora.

La noche pasada traté de averiguar la identidad de la persona de los mensajes, pero el sujeto no siguió contestando. "¿Te crees tan lista, Espinosa?" Arrugué la frente, pensando. Me había quedado despierta analizando los mensajes. La única persona que pasaba por mi mente y que me llamaba de esa manera era la líder de Cuarto A, Dana Ramírez.

Ugh. Esa chica.

¿Ella había averiguado que Lukas era mi tutor y pensaba hundirme?

Era posible.

Me detestaba, así como yo a ella.

Así que no lo pensé demasiado y esperé que las clases terminaran para ir a acorralarla y pedir respuestas.

—Neva, ¿a dónde vas con tanta prisa? ¿Y esa cara? Me das miedo, ¿sucede algo? —preguntó Santiago, ladeando un poco su cabeza, curioso. Sienna se puso a su lado.

—Tengo unos asuntos confidenciales que atender, los pondré al tanto después —dije antes de tomar mi mochila y salir corriendo por los pasillos.

¿Estaba enojada? Solo un poco. Era una chica que no se enojaba fácilmente y cuando lo hacía era mejor que todos permanecieran lejos. Caminé antes de que Dana se fuera, era la hora de salida y todos iban emocionados tratando de irse lo más pronto posible de la escuela como si de una plaga se tratara. Era comprensible. La escuela no me gustaba, mi pueblo y mis amigos eran los que alegraban mis horas en este lugar. Y de solo pensar que este era nuestro penúltimo año juntos me ponía triste.

Los pensamientos en mi cabeza se esfumaron en el momento que localicé con la mirada a mi objetivo

Mi eterna rival.

Dana.

Ella iba caminando con una sonrisa en su rostro al lado de sus dos mejores amigas. Lara y Paula. Ambas castañas y con lindos rostros, pero con unas personalidades desagradables. Creía que esa era la razón de porqué las tres se llevaban tan bien. Me puse delante de ellas impidiéndoles el paso, Dana alzó una ceja al verme acompañada de una mueca de disgusto.

—¿Te estas divirtiendo no es así? —Solté con el rostro serio.

—Sin modales, como siempre, Espinosa —Cruzó sus brazos—. Y mejor se especifica si es que puedes serlo considerando tu carencia de intelecto —Me dio una pequeña sonrisa odiosa.

—Serás... —Traté de mantener la paciencia soltando un suspiro cansado.

—¿Qué? ¿Recurrirás a los insultos porque no tienes algo mejor que decir? Realmente no me sorprende, tu grupo es igual, ¿no es así?

Joder, Neva, respira. No pierdas el control.

—Con mi pueblo no te metas, Ramírez —Dejé en claro y ella permaneció callada sin dejar la sonrisa, las amigas aún permanecían a su lado dándome una mirada que me dejaba saber que no era de su agrado. Bueno, era reciproco.

—¿Qué quieres? No me gusta perder el tiempo.

—¿Pero si para meterte conmigo por mensajes? ¿Por qué no me lo dices a la cara? ¿Te resulta difícil hacerlo? —pregunté con un tono tosco y retador.

—¿Perdiste la cabeza? No tengo idea de que me estás hablando —Arrugó la frente sin dejar su pose a la defensiva.

—No lo sé, tal vez me estas mintiendo —Entrecerré mis ojos.

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