Imbecil.

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Dake estaba en la puerta de mi casa esperándome dejado caer en su coche rojo. ¿Este tío nunca se iba a cansar? Intente hacer como la que no le había visto y pasar de largo, pero el me agarro del brazo. Me di la vuelta y estaba dedicándome una de sus repugnantes sonrisas.

- ¿Que pasa Jane, ya ni siquiera me saludas?

Casi sin quererlo le dedique una mueca de desagrado que no pude contenerme.

- Ademas, deberías de estar contenta, no esta tu novio el pelirrojo por aquí y por fin podremos hablar con tranquilidad.

Este tio parecia que no entendía lo que era que no quería hablar con él. Derrepente escuche el tubo de escape de una moto que ya estaba empezando a ser familiar, y creo que nunca me había alegrado tanto de escucharla. Ambos nos giramos hacía la carretera y ahí estaba Castiel, llegando a buscarme. Cuando llegó se quitó el casco y se dirigió hacia nosotros.

- Hola cielo. - Me dijo para despues, darme un beso. Era raro, pero esta vez no me había desagradado el gesto que había tenido Castiel conmigo como el pasado día... Pero por dios que estaba diciendo. Castiel miró a Dake con un semblante serio. - ¿Estaba este imbecil molestandote?

- ¿Pero quien te crees para llamarme imbecil, malteñido?- Gritó Dake.- Era mía antes de que estuviese contigo y volverá a serlo, cueste lo que cueste.

En ese momento Castiel se zafó de mi lado, se dirigió decidido hacía él y le agarro del cuello de la sudadera.- Me creo el novio de Jane, y tu llevas ya unos cuantos días molestandola. ¿Que volverá a ser tuya? Primero habla con respeto de ella, no es ningun tipo de objeto que puedas poseer, segundo, yo puedo hacerla infinidad de veces mas feliz de lo que tu ni siquiera puedes llegar a imaginar. 

Verle defendiéndome de aquella manera era una sensación... ¿Agradable? Supongo que nunca antes nadie había hecho eso por mi. Castiel lo soltó y se dirigió hacía mi, saco un casco de su moto y me lo tendió. Ambos nos pusimos el casco y nos dirigimos hacía la escuela. Cuando llegamos Debrah estaba mirándonos desde una esquina. Si las miradas matasen, nos habría asesinado en el acto. Le cogí de la mano y entramos en el instituto. Solo esperaba que todo este paripé acabase rápido y que Debrah y Dake nos dejasen de una vez, en paz. 

- Gracias...- Le susurré.

- No tienes que darlas pero eh, no te vayas a enamorar de mi o algo así eh..

Le pegué un puñetazo en el hombro, no me había enamorado de nadie desde Dake, iba a hacerlo de él, que era un capullo.  Apenas había sitio ya, asique tuvimos que sentarnos juntos, lo perfecto para acrecentar el rumor de que estábamos juntos. Las clases avanzaban con normalidad. Estábamos en clase de lengua y Castiel comenzó a incordiarme para sacarme de mis casillas, después de media hora con piques, borderias y demás lo consiguió.

- ¡TE QUIERES ESTAR QUI...

- ¡Señorita Jane! Fuera de clase, al aula de expulsión

En ese momento solo pude resignarme a recoger todas mis cosas y a salir del aula dedicándole a Castiel una mirada llena de odio y de rencor.

Nueva vida // CDM // Castiel x SucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora