Mentiras

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Me desperté y miré el reloj, aún no había sonado la alarma asique tendría más tiempo para seguir durmiendo. Cuando lo miré... Mierda. La alarma no me había despertado, por lo que llegaba tarde a clase. Me recogí el pelo en una coleta alta. me calcé con mis botas militares, mis pantalones pitillos negros, una camiseta de tirantes y una camisa de cuadros roja.

Estaba yendo hacia la escuela lo más rápido posible en la moto, iba tarde y quería llegar cuanto antes. Llamé a la puerta, el profesor desde dentro me dio paso al aula y cuando entré y fui a sentarme me quedé helada. Castiel estaba sentado con... Debrah.  Me quedé prácticamente petrificada en ese instante, después de lo de ayer... Sacudí la cabeza y ví que había un sitio libre junto a Lysandro, asique me dirigí allí. Las clases comenzaron a transcurrir y y estaba en todas y cada una de ellas ausente, no entendía nada... Ya no es que estuvieran sentados juntos, es que se veía complicidad entre ellos.

- ¿Jane?- La voz de Lysandro me sacó de mi pompa, miré a mi alrededor y estábamos solos en el aula.

- Esto, yo... Lo siento, estaba un poco distraída.- Se sentó encima de la mesa y su rostro tenía una expresión seria.

- Es por Castiel, ¿verdad?

- Esto... Después de todo lo que ha pasado y de como habíamos comenzado a estar, simplemente.. No lo entiendo. No entiendo como ayer por la tarde la echó de su casa y de desahogó conmigo respecto a sus sentimientos hacía ella y ¡Pam! unas horas después aquí está. 

- Sinceramente, yo tampoco le entiendo... - Lysandro agachó la cabeza.- Castiel no es así, lo sé, y se sus sentimientos por Debrah por eso... por eso no entiendo que está pasando.

En ese mismo momento mi teléfono sonó y al iluminarse la pantalla salto un mensaje de Castiel, ambos nos miramos con asombro. 

"¿Dónde estás? Quiero hablar contigo"

Nos miramos y le respondí que aún estaba en el aula. Recogí mis cosas y abandone el lugar con Lysandro. Justo cuando salimos del aula, ahí estaba Castiel, sorprendido por vernos salir juntos. Lysandro se alejó y me quede a solas con el pelirrojo.

- Quería decirte que la farsa de ser novios se ha acabado.- Le miré ojiplática.

- ¿Pero que cojones te pasa? ¿Ayer la echas de tu casa y la odias y hoy has vuelto con ella? ¿Te recuerdo acaso que uno de los motivos de la farsa era alejarla de ti y que te dejase en paz?- Suspiró y su mirada era fría como el tempano, no entendía que se le estaba pasando por la cabeza ni que había pasado- ¿También me vas a decir que el beso de ayer era una farsa?- Mientras decía esos mis ojoso se pusieron llorosos y pese a querer demostrar entereza, la voz se me quebró completamente.

- Si. -Dos grandes goterones cayeron de mis ojos y una mezcla entre tristeza y rabia me inundada, eso me había hecho daño, pero una parte de mi, creía que no era cierto. Impulsada por la más profunda rabia le dí un bofetón que retumbó en todo el pasillo. Se agarró la zona de la cara en la que mi mano había impactado y me miró ojiplático.

- Mira, Jane. Siempre te dije que todo era para alejar a Debrah, pero realmente, era todo un plan para ponerla celosa y que se diese cuenta de que tenía que cambiar su actitud si no quería volver a perderme. - Mientras esas palabras salían de su boca mi corazón se paralizo. No... No podía creérmelo, al menos no quería.

- A mi no me engañas, tu... tu no eres así Castiel.- Él cerró los ojos y suspiró profundamente.

- Solo has sido una manera de conseguir mi objetivo, lo que ha pasado entre nosotros durante este tiempo ha sido un mero... pasatiempo para mi.- Y en ese momento, me rompió el corazón. Le miré con dos cascadas de lagrimas brotando de mis ojos, él... No quería que fuese verdad, no podía creerlo...

- Mirame a los ojos.- Castiel había estado mirando todo este rato hacía otro lado, había evitado en todo momento mirarme a la cara. En cuanto lo hizo, sus ojos reflejaron un tipo de tristeza, pero me daba igual.- Te odio Castiel.

Me fuí, llorando como una desgraciada, cogí el casco de mi moto y pese a que las clases no habían acabado no quería seguir aqui, no podía. Me dirigí embalada a mi moto, en el camino me encontré con Lysandro, Alexy y Rosa. Comenzaron a llamarme pero los ignoré, no quería que nada ni nadie me molestase en este momento. 

Me puse el casco sin pararme y me monte rápidamente en mi moto mientras que la arrancaba. Tenía la vista totalmente nublada por las lagrimas, pero no aguantaba ni un solo segundo más aquí. No podía sacar de mi cabeza las palabras de Castiel, no tenía la mente clara y entonces aceleré descargando toda mi rabia, sin mirar si algún coche venía. Cuando estaba ya en la carretera, ví como un coche a toda velocidad estaba a escasos metros de mi y yo no podía salir ya de ahí.

Nueva vida // CDM // Castiel x SucretteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora