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Siento el retraso. 🙏

Nada más que decir al respecto. Simplemente, que espero que lo disfrutéis y que, si esta locura en la que vivimos me lo permite, trataré de que no vuelva a repetirse.

Ah! y que gracias a los que os habéis preocupado durante este lapsus de tiempo.

Aprovecho para recomendar que, el que no se sepa ya el capítulo anterior de memoria, podría releerlo, por aquello de recordar el punto en el que nos quedamos. Es un Best Seller 🤪, con esto quiero decir que es de los que mola releer.

Sin más, empezamos

🧑‍🦱🐺🧑‍🦱🐺🧑‍🦱🐺🧑‍🦱🐺🧑‍🦱🐺

A partir de ese día protagonizaron un pequeño secreto a voces.

La condición que impuso Raoul para ese "sin derecho a roce" fue disfrutar en el anonimato de las mariposas que volaban ya en completa libertad por su estómago. Así que regresaron al poblado con una sonrisa que ni mordida dejaba de cruzar el horizonte y fingieron, como pésimos actores, ser los mismos de siempre.

- Guapo - ese es el rubio susurrando a su oído cada vez que, sin ningún tipo de disimulo, pasa por su lado, lanza un roce casual y deja caer un halago. La reacción que obtiene es siempre la misma, ojos enfundados en pestañas, sonrisa de luna y una bonita tez morena ligeramente sonrosada.

Quizás ese sonrojo bajo aleteos de ángel se esté convirtiendo en una de las imágenes preferidas del adolescente, que la imprime en su retina enmarcándola entre sueños y anhelos en un lugar preferente.

Quizás pierda la noción del tiempo memorizándola en una cocina atestada de testigos y quizás le importe más bien poco o nada.

Tal vez ir despacio no se le antoje del todo malo si se concentra en saborear la mejor magia que jamás ha creado y sus efectos en lugar de los labios.

Aunque...

Joder que labios...

Pero, en realidad, asimilar sin miedos que su lobo-angel negro estará siempre a su lado, sin interrupciones, sin terceros, con todo lo poco que él tiene, es probablemente algo aún demasiado increíble y necesario.

Y, en realidad, si Agoney le ha esperado con la declaración atrapada en esa sugerente boquita durante cuatro años, él puede esperar unas semanas para erigirse en propietario, aunque pocas, sin exagerar demasiado y tampoco tiene por qué hacerlo sentado y de brazos cruzados.

La víctima se convierte así en cazador, como una caperucita que deviene en oro y rojo un poquito vampiro, algo druida y, sobre todo, muy loba.

- Me gushtash - susurra en su camino de vuelta desde la nevera hasta su sitio en la mesa

La caricia sobre el hombro se siente eléctrica.

Agoney se estremece y se encoge como reacción, atrapando su tacto, saboreándolo, dejando que las cosquillas dejen eco y se habrán paso recorriéndolo por completo, congelando el momento in aeternum.

No quiere acostumbrarse jamás a esa sensación de descarga que astilla sus huesos cada vez que están cerca y se tocan. Quiere sentirse frágil a su lado porque de cristal él ya no es adulto sino muy joven y más inseguro.

- Frio? - pregunta su nvda, esta vez en voz alta, compartiendo la pregunta en comida y familia y dejando en evidencia ese escalofrío mal disimulado

- Calor - rectifica el mayor - o frío... yo qqqque se

- Calor y frío... Claro, claro... vaya...

Sus ojos brillan de nuevo, sus bocas se curvan, los dientes atrapan esos bonitos labios que serpentean escurridizos y cuando comprueban que es tarea imposible, que la curva se alza al frente inexorable y poderosa, enfundan la sonrisa al suelo.

WayaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora