Al LIMITE CAPITULO 7

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Toda la pretemporada en Barcelona, Terrence Granchester, demostró porque había sido el campeón del mundo, estaba más que listo para volver a serlo y demostrarle al idiota de Niko, como le llamaba desde que se enterase que era pretendiente de Candy. Terry durante las prácticas siempre estuvo con un humor insoportable con todos sus amigos y compañeros de equipo de la escudería McLaren, y sobre todo él que más tenía que soportar su mal humor era Stear, su jefe técnico, todo el tiempo le llamaba la atención cuando debía salir a los pits para no forzar al motor del carro.

—¡Tiene que ser una broma verdad! ¡Éste maldito motor! ¿qué es lo ha fabricado Renault para nosotros? ¡esto es una basura!

Terry, sentía que el auto no le respondía como debía hacerlo, lo llevo a su límite y sintió una falla en el acelerador.

—Temo decirte Granchester —le dijo Stear por los audífonos de control—. Es mejor que salgas ahora mismo de la pista, es una orden.

El chico ojiazul bajo del auto de carreras molesto, se quitó el casco y lo aventó no importando, que todos los empleados del equipo estuvieran ahí mirándolo.

—¿Qué le pasa? —masculló en voz baja un miembro del equipo que trabajaba en boxes cambiando llantas.
—Ay, no lo sé —le respondió otro de ellos—. Es el jefe, así que mejor calla y no hables que en estos momentos es capaz de corrernos oh peor aún se nos viene encima a los golpes.

—¿Ya desahogaste tu enojo? es mejor que cambies de actitud Terry, a pesar de tu necedad haz logrado ser de los cinco mejores, esto solo es la pretemporada, y la presentación de las mejoras de los autos en cada escudería, en dos meses empieza el campeonato en Silverstone y asi lo unico que lograras es que te penalicen y saquen la bandera negra, no solo estas poniendo en riesgo tu vida, si no la de otros pilotos. —le mencionó Stear muy molesto.

Por primera vez se atrevía hablarle de ese modo, sabía que le podía costar su trabajo, pero antes que nada lo estimaba y sabía que esa actitud tenía razón y nombre, una hermosa rubia de ojos verdes.
Candy estaba más cerca de lo que Terry imaginaba, solo que la rubia le hizo prometer a su amigo no decirlo.

*Flash back*

—¡Por favor! prometelo Stear, no le dirás a Terry, que soy la jefa técnica de la escudería Renault.

—Pero Candy, él lo sabrá tarde o temprano.

—Lo sé, y ante eso no puedo hacer nada, pero entre más tiempo pueda ocultarlo será mejor y tal vez corra con suerte y ni se entere, el próximo año encontraré alguien que pueda tomar este cargo.

—Es que ustedes son un par de testarudos, él te ama Candy, lo sé.

—Por favor Stear, acaso no viste como esa reportera se colgó de su cuello, yo no vi que él hiciera nada para alejarla, además ellos dos... —pensó si debería contarle a Stear de aquel video donde viera a Terry con ella «no, es mejor que no lo sepa» se dijo.

—Y tú huyes de él, te seguí hasta aquí y toque a tu habitación, porque somos amigos, casi hermanos, así es como te veo Candy.

—Yo tambien te quiero lo sabes, —lo abrazo—. ¡Por favor! si me haces este favor prometo presentarte una linda chica, de hecho es mi prima se llama Paty.

Él se sonrojo, recordó que minutos atrás chocó contra esa linda castaña de cabello al hombro y se enteró que era prima de Albert y Candy.

—Esta bien, pero no te irás sin que antes te diga esto: se que debiste ver el accidente donde falleció Charly, hace unos meses estuvo en la web, es donde Terry estuvo apunto de morir.

Candy tragó saliva, recordó esos instantes, ella misma sentía que moriría si él fuese quien hubiera fallecido, recordo su ataque de panico.

—Sabes cuáles fueron las últimas palabras palabras de Terry, en ese accidente, él solo grito ¡Candy.... te amo....! cuando estamos apunto de morir dicen que evocamos al ser amado, él te ama eso no lo dudo, se que ha hecho las cosas mal y es un cabeza dura —le guiño el ojo a Candy, solo por favor meditalo con la almohada esta noche.

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