Ni siquiera supo como sus piernas la sostuvieron para poder llegar hasta el altar, y pararse ahí al lado para esperar la entrada de la novia. La ceremonia transcurrió sin ella escuchar una sola palabra del párroco que dirigía el enlace, ¡¿que hacía él ahí?! ¿Porque Patty y Stear no le contaron que él sería el padrino?
Paty lucía un hermoso vestido de novia corte princesa sin decoraciones, su cintura la enmarcaba una pequeña cinta de cristales. El novio esperaba por ella muy sonriente. Al caminar hacia el altar Paty se sorprendió de igual modo que Candy, al observar quien era el padrino de Stear, nada menos que Terrence Grandchester. Miro a Stear al llegar al altar y el solo sonrió y guiñó el ojo, ya hablaría con él, y vaya que la iba a escuchar.
Terry observó a Candy caminar al altar con un hermoso vestido color turquesa de estraple que enmarcaba su silueta, aquel color resaltaba aún más sus ojos, era tan bella, en esos momentos pensó, en cómo hubiera sido su boda si él le hubiese propuesto matrimonio, «fui un cretino nunca le di el lugar que merecía, tal vez ella quiso algo así, nunca se lo pregunté, solo di por sentadas muchas cosas ahora puedo ver mis errores» sin embargo ella siempre fue feliz a su lado hasta que la corriera, «soy un maldito estúpido como fui capaz, solo espero que no sea demasiado tarde» pensó.
Al igual que Candy él no prestó atención a la ceremonia, es como si estuviera en una especie de sueño, solo la observo ahí parada con un hermoso buque en sus manos de bellas y diminutas no me olvides, la que fuera la flor favorita de su madre.
Candy destilaba una sencillez que atraía tanto a hombres como mujeres, tenía una suave feminidad que hacía todos los hombres la desearan. Su melena rubia suelta y natural le encantaba a él. Cuando hacían el amor siempre le pedía que soltara su cabello era su Nifa, y cuando sonreía se marcaban unos hoyuelos en sus mejillas haciendo que sus pecas resaltataran aún más. Observo sus suaves curvas, que para otra mujer no resultan amenazadoras, pero si muy atractivas para cualquier hombre. Y sus ojos verdes que decir de ellos eran la clave de su atractivo. Verdes y brillantes es lo que le cautivó, transmitían emoción, fue lo que más le llamó la atención cuando la conociera el día que le lanzara la maldición Renault.Ella se sentía demasiado incómoda con su presencia, ahí estaba parado frente a ella, sentía su mirada como si le quemara. Ambos salieron de sus propios pensamientos al escuchar los aplausos de todos cuando Stear besaba a Paty.
—Ante ustedes el señor y la señora Cornwell —anunciaba el párroco.
Los novios salieron y ellos detrás juntos uno del otro como cortejo nupcial. Cuando llegaron a la entrada de la pequeña iglesia la gente al salir empezó a felicitar a los novios. En el momento que Terry iba dirigirle la palabra a Candy se acercó Niko a ella y la abrazo.
—Hola Grandchester, qué sorpresa que estés aquí, mira jamás lo hubiéramos imaginado verdad cariño —le dijo a Candy abrazándola con fuerza.
La ira empezó a surgir en Terry al mirar como Niko tomaba por la cintura a Candy en modo posesivo. «Compórtate y no actúes como idiota» recordó las palabras de Stear.
Hizo de tripas el corazón como solían decir y respondió:—No veo porque te asombras, Stear es como mi hermano, si no me equivoco tu estas aquí por Candy, si no supongo no estuvieras invitado a esta boda,
—río de lado—. Ahora sí que como dicen, invitados y convidados creo que tu eres lo segundo —le lanzó una risa burlona—. Ahora si me disculpan debo felicitar a mi hermano y su esposa. Se dio la media vuelta y dejó a Niko con la palabra en la boca cuando le iba responder.—Me está diciendo gorrón el muy imbécil —mencionó Niko molesto, y Candy no pudo evitar reír levemente. «Ay Terry eres sin igual cuando no soportas a alguien» pensó la rubia mientras lo miraba alejarse.
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AL LIMITE
FanfictionLa muerte de su madre lo marcó, las exigencias de su padre lo hicieron duro. Lo único que lo hace sentirse vivo es la adrenalina y la emoción qué provoca correr a más de 330K/h. Un automóvil de la F1. Al posar sus manos sobre el volante ahuyenta su...