(Grace y Dani)

Nuestra cascada

Beret - Me vas a ver
(No es para escucharla y leer, nop es solo que es buena la música.)

Pov Grace

Estaba en clases de Historia, escuchando atentamente lo que hablaba el profesor Reich.

Era un hombre estoico, rígido, serio y machista, pero al momento de dar clases jamás imponía sus ideales, o tergiversaba la historia para su conveniencia, era lo único que me agradaba de ese hombre, pero al estar en Thomehill, un pueblo pequeño, el machismo era algo que se manifestaba de manera cruda y como algo normal.

Puebla clara de esto, es que hasta ahora no me había tocado ni una sola profesora en ninguna materia, y solo éramos 10 chicas por clase.

- A su edad, la adolescencia, ustedes ya están regidos por sus conocimientos generales aprendidos y recibidos a edades cortas, no digo que ya poseen todo lo que necesitan saber, digo que a esta edad ya deberían tener sus bases muy puestas.
Como por ejemplo preguntas básicas de conocimiento general.
¿Que pasó el 12 de Octubre de 1492?. - a los 2 segundos ya había 3 manos levantadas, yo sabía lo que pasó en esa fecha, pero quería ver si el profesor estaba poniendo la pregunta como trampa.

- Eso es muy fácil, Colón descubre América. - habla un chico que tengo a lado, como si esa pregunta insultara su conocimiento.

- Tendrías toda la razón si no estuvieras tan equivocado. - habló el profesor al chico, el chico solo hizo una mueca no pudiendo creer el haberse equivocado ya que es uno de los mejores de la clase, solté una risa por la cara que puso, todos me voltearon a ver.

- ¿Que te causa gracia, niña?. - me preguntó el chico que había errado.

- Tu lectura literaria. - respondo con simpleza.

Todos me miran sin entender mis palabras, decido continuar para dar a conocer mi punto.

Me pongo cómoda en mi asiento y empiezo mi perorata.

- La lectura literaria es cuando repites lo que se te expone en un concepto, ya sea en un libro o algo que escuchas, no vas más allá de esas palabras, no te genera curiosidad el investigar, no te cuestionas. Eso es lo que hiciste tú. - me volteo al chico para que mis palabras le lleguen y vuelco la vista al profesor. - No fue Colón quien descubrió América, sino los vikingos, y cinco siglos antes y tuvieron la elegancia de destruirse ellos mismos, incapaces de sobrevivir en las nuevas tierras. - después de eso es cuando todos se me quedan viendo por segundos.

- Muy bien señorita, pero a la próxima no sea tan altanera al responder y no levanto la mano. - sonreí y me quede mirando al profesor, el chico de al lado solo soltó una risa y volvió a atender la clase.

Sí, esto es así, desde que me mude a este pueblo, ah sido así.
Si doy mi opinión me felicitan, pero con vueltas me dan a entender que es mejor quedarme callada. Pero como no soy de aquí, soy de Arizona, no sigo sus "costumbres".

Al los minutos escuche el sonido de salida, tomé mis cosas y corrí, el camino me lo sabia de memoria, podía llegar incluso con lo ojos cerrados.
Pero empecemos desde donde siempre se tiene que empezar, el inicio.
El inicio de cuando la conocí.

2 Meses Atrás

Estaba parada en medio de mi, ahora, habitación nueva, tenía una ventana grande con una vista espectacular hacía el bosque, era lindo, pero no era Arizona, no era mi hogar.

Baje a la sala, mis padres ya estaban acomodando las cajas, ellos se veían felices, yo solo estaba en piloto automático, me fui a ver el patio trasero y ya que este daba al bosque, me adentre en el.

Camine por media hora, como mencioné mi mente estaba en piloto automático, así que no tenía noción de donde estaba y menos de como volver.
Pero valió el perderme, cuando me dí cuenta estaba parada frente a una pequeña cascada, el agua se veía limpia, se podía ver el reflejo de una telaraña en ella, era una vista hermosa, no lo aguante más y me quité la ropa quedando en prenda interior, el agua estaba fresca, me sumergí hasta los hombros.
Todo estaba tranquilo, solo sonidos naturales, era tanta paz que me inquietaba, moví mis brazos por debajo del agua, fue cuando lo empecé a sentir, la respiración tranquila y el suspiro que toco mi espalda.
Conté hasta tres mentalmente, me sumergí totalmente, a los dos segundos sentí que el también lo hizo pero cuando me volteé no era un "el" era un "ella", y la vi.