14🌙

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- Y partiremos a Paris mañana mismo - Dijo Brandom a Hilda - Quiero que tengas el equipaje de Lena listo para mañana, quiero que vayas de compras en cuanto lleguemos, necesita vestidos nuevos, quiero que sea la mejor vestida.

- Sí señor. - Dijo Hilda de pie a su lado, vio como la pequeña Lena movió la pieza parecida a un caballo y la dejó justo en frente de una pieza negra, esta última un tanto redonda.

- Tu turno. - Le dijo la niña a su padre, el cual fumaba su pipa y se concentraba en el tablero. Una pieza parecida a una pequeña torre negra, avanzó en el tablero quitando de lugar a un caballo blanco, la pieza blanca levitó hacia la mano de Brandom y el sonrió satisfecho.

- Deja de usar las manos Lena, ya te lo había dicho. - Le dijo él a su hija, Lena asintió, se encontraba algo cansada y pensaba que quizá era por usar su nigromancia durante la tarde, pero no quería que su padre lo supiera.

En lo que fue su turno, movió su torre blanca sin tocarla, llevándola directo a un alfil negro, y haciendo levitar hacia ella la pieza enemiga, en lo que ésta toco su mano derecha un molesto ardor le recorrió la mano izquierda. Miró su enguantada mano algo confundida y cuando el ardor se intensificó miró a su padre.

- ¿Puedo... retirarme? Debo ir al lavado. - Dijo ella volviendo un puño su mano izquierda. Brandom le otorgó el permiso sin notar el extraño comportamiento de la niña y ella salió despavorida de la habitación.

En lugar de ir al lavado se dirigió a su habitación y cerró la puerta detrás de ella, se quitó el guante de la mano izquierda y sus ojos se abrieron como platos cuando notó el tono naranja de su cicatriz, emitió un pequeño grito agudo y se tapó la boca con la mano derecha para no hacer ruido ¿Qué estaba ocurriendo?

Lágrimas brotaron de sus ojos al sentir el dolor en su muñeca, no supo la razón pero sabía que aquella nigromancia no la causaba su padre, pudo ver los ojos oscuros del socio de su padre y recordar como él la miraba con una extraña sonrisa, luego escuchó su voz en su oído como si éste le susurrara "Esa marca que llevas en la muñeca es una prueba de mi pertenencia sobre ti, tu destino está sellado..."

Lena se sentó en el suelo sujetando su muñeca, a través de los ojos llorosos miró a un borroso Mr. Dream que le maullaba y se acicalaba de su vestido, cerró los ojos dejando caer lágrimas sobre su ropa, tratando en vano de usar su nigromancia para calmar el dolor.

The Cirque Black Moon ⋆(Supercorp)⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora