Colores, olores, sonidos y risas se admiraban en aquel excéntrico lugar, hombres con pelucas y narices rojas, mujeres con ropa llamativa y niños con gigantes sombreros, la enorme carpa de muchos matices se alzaba hasta casi tocar las nubes y sus bordes ondeaban chocando con el suelo lodoso, en la entrada, personas singulares atendían la taquilla de boletos, y fuera, niños de todas las edades disfrutaban de los dulces antes de entrar a ver el show.
- ¿Es tu primera vez en un circo? - Dijo Lena algo sorprendida, ella iba cada vez que podía, amaba aquel extravagante lugar, le dio a Kara una mirada piadosa y luego miró a Mr. Dream, él no dijo una sola palabra, pero ella supo que de haberla dicho, diría que tenía que mostrarle el circo a la niña rubia. - ¿Quieres entrar?
- No tengo dinero para comprar el ticket. - Se lamentó Kara bajando la mirada, Lena miró hacia la entrada del circo y luego observó como Mr. Dream se lamía una de sus patas.
- ¡Pero si eso no es necesario! - Exclamó Lena ¿De verdad era aquella niña una nigromante? Se preguntó ¿Cómo era posible que no hiciera uso de su magia? Su padre no esperó ni dos segundos más después de la primera vez que la vio usarla, quizá el entrenador de Kara era mucho más estricto con ella de lo que su padre lo era ¿Sería este hombre o esta mujer, igual de cruel que su padre durante los entrenamientos?
- ¿No? - Dijo Kara confundida.
- Sígueme. - Le dijo Lena a la rubia.
Ambas se encaminaron entre la multitud, Lena sabía exactamente qué debía hacer, ya que no era la primera vez que lo hacía. Kara la siguió de cerca, entretenida entre los vivos colores y los deliciosos olores. Ambas rodearon la carpa y se alejaron de la multitud al llegar a lo que parecía la parte trasera del circo, llena de carretas y caballos, jaulas vacías y baúles desvencijados.- No creo que debamos estar aquí... - Sopesó Kara al notar lo solo y austero del lugar trasero de la carpa.
- Ssshhhhh - La acalló Lena. Se acercaron a la lona colorida y Lena giró mirando a la niña a su lado - Toma mi mano.
Kara observó los guantes en las manos de la ojiverde, encajes y holanes de color negro se extendían en sus manos, eran hermosos y elegantes, Lena debía de tener una familia adinerada para vestirse de aquella manera, la miró una vez más y la tomó de la mano un tanto dubitativa.
Lena hizo un atisbo de tocar la lona pero su mano desapareció en cuanto se acercó a esta, luego parte de su brazo, mientras más se adentraba más sorprendida estaba Kara ante aquella nigromancia tan avanzada, cuando ya solo quedaba la mano de Lena tocando la de Kara fuera de la carpa, esta última sintió nervios de no poder atravesar el toldo, pero un segundo después fue halada hacia el interior y en breve sus ojos se acostumbraron a las luces que la deslumbraron.
- Sabía que sí podías. - Dijo Lena mirando a Kara con una sonrisa, luego a Mr. Dream que había atravesado la carpa a su lado, este la miró y su maullido se transformó en palabras a sus oídos "Te dije que era una nigromante"
- ¿He sido yo? - Exclamó Kara sorprendida, mirándose las manos.
- Sí, solo un nigromante puede traspasar esa zona en la carpa - Dijo señalando la tela ondeante - Mi padre dice que el color azul es fácil de atravesar, aunque no creo que sea realmente el caso.
Kara no entendía con exactitud los argumentos de la niña pero guardó silencio mientras veía de reojo la franja azul que acababan de atravesar.
- De igual forma, me parece que has hecho uso de tu nigromancia sin notarlo, me pasa mucho, puede ser peligroso si se hace frente a un Común, debes ser precavida. - añadió Lena, Kara no le dio importancia al asunto, de igual forma, desde que había comenzado a ser entrenada nunca estaba con comunes, o con nadie, ese era el primer día, y tal vez el último si se enteraban de lo que estaba haciendo.
La rubia lo olvidó todo por completo cuando sus ojos se enfocaron en los globos de colores que inundaban el lugar, la música y los extraños vestuarios de las personas que corrían y saltaban en el centro de lo que parecía ser, un círculo lleno de arena, tenía una que otra pequeña tarima, en una de estas se encontraba una mujer que con sus pies lograba tocar su cabeza, enroscada como un nudo.
A lo lejos un hombre introducía llamas de fuego en su boca y el público enloquecía, Lena miraba como Kara se quedaba hipnotizada con tales proezas, ambas admiraron como las luces apuntaron a una mujer que se balanceaba en lo que parecía ser un columpio en lo alto de la carpa, la mujer que estaba de pie sobre el columpio comenzó a balancearse de forma mas enérgica, parecía estar a punto de caerse.
- ¡Se va a caer! - Exclamó Kara tapando con sus manos su boca asombrada.
- Espera un momento, te gustará. - Dijo Lena, sin apartar la vista de la chica con traje colorido que se alzaba en las finas cuerdas del trapecio.
- ¡Ahora, señoras y señores! - Dijo un hombre con sombrero en el medio del círculo de tierra - ¡Admiren a nuestra fabulosa trapecista! ¡Valentina!
El público enloqueció en aplausos y vítores, la mujer saludo al público.
- ¡Valentina! ¡La reina del trapecio! ¡Nos mostrará su más grande hazaña!
La mujer reanudó su vaivén, las niñas observaban con detenimiento aquel espectáculo, la trapecista saltó y Kara emitió un grito ahogado, pero un segundo después la mujer se aferró a otro trapecio que colgaba de la carpa, uno que la rubia no había notado. La trapecista giró en él y un segundo después regresó al otro columpio de un salto, cayendo sobre él con suma eficacia y equilibrio, el público la ovacionó de pie y Kara no pudo evitar no aplaudir.
Lena, quien ya había visto ese espectáculo más de una vez, se limitó a mirar el rostro sorprendido de Kara, era emocionante para ella conocer a otra niña nigromante y más aun tener una amiga, Mr. Dream era más un compañero, tener una amiga, para Lena, significaba dejar de ser el bicho raro que todos le decían que era. Así que, tanto para ella como para Kara, aquel día, estaba lleno de nuevas y divertidas experiencias.
- ¡Pero miren nada más que tenemos aquí! - Dijo alguien al lado de las niñas, ambas dieron un pequeño salto asustado, una chica con peluca de colores, rostro blanco y nariz roja les devolvía la mirada con una sonrisa - ¿Qué hacen aquí? Tomen asiento niñas.
- Nosotras... - Comenzó a decir Kara, pero la chica arrastró un pequeño carro lleno de golosinas sin escucharla.
- ¿Quieren algodón de azúcar? - Preguntó la chica con lo que parecía ser una sonrisa perpetua.
- Dos, por favor. - Pidió Lena, metiendo la mano entre sus bolsillos y entregándole unas monedas a la peculiar chica circense.
- ¡Está delicioso! - Exclamó Kara comiendo la enorme nube de algodón rosa, ambas ya se habían sentado junto al público y disfrutaban del show.
- Mr. Dream ama el algodón de azúcar. - Dijo Lena mientras el pequeño minino comía de su mano.
Las niñas terminaron de ver el show, salieron junto con el público de la carpa, reían y charlaban de las cosas que a Kara le parecieron divertidas, la música circense se fue apagando conforme el caminar de las niñas las iba alejando de la carpa, al llegar al parque la rubia no pudo evitar ponerse nerviosa al notar que éste se encontraba casi vacio ¿Qué hora era? Y ¿Cuánto tiempo había pasado?
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The Cirque Black Moon ⋆(Supercorp)⋆
Fantasia¿Alguna vez te has preguntado si es posible escapar del destino? ¿Correrías el riesgo de entregarle tu corazón a la persona que amas sabiendo cual será el final? Y por ultimo. ¿Serías capaz de renunciar a ti misma por la chica a la que amas? El esp...