The Cirque Black Moon ⋆(Supercorp)⋆

6✨

- Maligno... se dice de la persona que tiende a hacer daño a los demás. - Leyó la niña, sosteniendo las hojas en sus manos mientras las leía.

- Correcto. - Dijo Rosset, la asistente de Sergio y niñera de Kara.

- Rosset... - Kara levantando la vista de su tarea.

- ¿Sí?

- El profesor Sergio ¿Es un hombre maligno? - Rosset se sorprendió con la pregunta, su mirada era de desconcierto, la verdad era que no sabía qué contestar.
- ¿Por qué dices eso Kara? - Dijo finalmente, nada mejor que responder a una pregunta con otra.

- Él me hace daño. - Dijo la niña, Rosset suspiró.

- No te hace daño querida, solo quiere que seas una dama... - Dijo Rosset, que seguía cociendo los lazos para el cabello de Kara - Te educa, te compra ropa, te enseña etiqueta y te da todo lo que necesitas ¿Por qué pensarías que es alguien maligno?

- No me deja tener amigos, ni ir al parque... - Decía Kara bajando la mirada, observó la cinta azul en su muñeca, sabiendo que debajo de ella se ocultaba una fea cicatriz, y pensó que solo una persona maligna le haría algo así a alguien.

- ¿Y por qué querrías ir al parque? - Se burló Rosset - No creo que quieras estar con todos esos niños mugrientos. Hace unos días llegó un circo a la ciudad y...

- ¿Un circo? - Preguntó Kara entusiasmada, ella nunca había ido a un circo.

- No interrumpas a un adulto mientras habla, Kara. - La reprendió Rosset, Kara miró sus hojas llenas de significados y palabras extrañas - Como decía, el otro día pasé frente al circo ¡Santo Dios! Toda esa muchedumbre me dejó asqueada, niños y niñas con zapatos llenos de lodo, los vestidos de las niñas llenos de caramelo derretido y mejillas llenas de pegote de algodón de azúcar... - Kara no escuchaba la historia de Rosset, solo pensaba en como sería estar en un circo, pensaba en como sabría ese caramelo derretido y como se sentiría en la boca ese algodón de azúcar, miró a la ventana y divisó ladrillos, deseando poder ver las carpas del circo -... ¡No, no, no! Un completo desastre, créeme que no deseas ir allí querida, tú eres una señorita, y las señoritas se quedan en casa haciendo planas para no tener que ir a esos desastrosos circos. Ahora, sigue leyendo.