Ice Age.

Parte 9

Estaba muerto, realmente se encontraba mal y su físico comenzaba a dolerle, y es que era mucho peor que cuando se encontraban bailando o cualquier cosa así, no, esto era realmente peor a esas cosas, no sabía como descifrarlo, pero ese dolor incrementaba cada vez cuando las manos del contrario le tocaban, pero es que cada vez estaba más loco, ¿qué por qué? Por que esta vez había gemido, pero no por el dolor, si no por el disfrute.

Le había gustado hacerlo en  ese lugar tan "pequeño" a pesar de tener claustrofobia, pero es que mientras estaba mirando en el móvil que le dio JungKook y que solo le dejaba para estar en internet, no podía hacer nada más, por lo que comenzó a buscar por aburrimientos algunas cosas, comprendiendo que al parecer lo que tal vez acababa de sufrir se trataba de:

"Claustrofilia: Excitación de una persona cuando se encuentra en espacios pequeños en extremo, como los baños, todo lo opuesto a la claustrofobia."  Aquello era extraño, sobre todo cuando efectivamente tenía claustrofobia, él no deseaba esas cosas, no le gustaba para nada los espacios cerrados, pero es que desde que se dio cuenta que cuando se encontró al lado de JungKook...más allá de asustarse al punto de tener que abrir la puerta y así poder llamar a un miembro, se sintió de alguna manera...bien.

Abrió la cámara, viendo allí sus labios llenos de mordidas que habían sido curadas hacía poco tiempo, las tocó débilmente, con la yema de sus dedos rozó aquellas heridas mientras se encontraba acostado boca abajo, bajo sus ojos tenían unas pequeñas ojeras que al fin y al cabo siempre las había tenido, que eran tapadas siempre con maquillaje para no preocupar a absolutamente nadie...era lo más normal.

Narra BIC 

Dejé salir un suspiro pesado, cansado, cerrando momentáneamente mis ojos hasta que finalmente caí quedándome dormido, o al menos eso intenté cuando sentí como alguien acarició mi espalda, pasando las yemas de sus dedos por mi columna vertebral casi con delicadeza, recorriendo desde mi cuello hasta donde se encontraba la espalda dejaba de llamarse así y el cual también estaban tapados por las sábanas, mis ojos se abrieron al poco tiempo,  girando leve mi cabeza para mirarlo un tanto.

Podía ver allí aquellos brazos que dejaban ver esas venas que si bien no estuviera actuando de esa manera extraña que a veces me daba miedo, te daban ganas de pasar tu lengua por cada una de ellas para así poder sentir el relieve de estas, sobre todo cuando se encontraban mostrando esa fuerza de la que yo andaba careciendo también, era algo increíble...y es que no podía mentir, no a pesar de todo lo que estaba pasando.

Mis dedos se clavaron en la almohada en el momento que sentí como dos dedos se incrustaban en mi cuerpo, haciendo que un gemido ronco saliera de mis labios mientras me movía un tanto hacia adelante tras la sorpresa que me había llevado, ya que ha pesar de todo, seguía sin acostumbrarme a tener algo dentro de mí, y es que él había sido mi primera vez, me había quitado la virginidad...me había quitado también la libertad, pero eso era otro tema.

—Te ves como un verdadero ángel, ¿sabes? Eres la cosa más tierna que puede encontrarse aquí...tan lindo.— Aquellas palabras susurradas iban directamente a uno de mis oídos, haciendo que me tensara un tanto a la par que me hacía suspirar, ladeando mi cabeza como él había dicho que hiciera cuando me gustaba algo, era la primera vez que lo hacía, pero es que me gustaba cuando me hacían esas cosas, mi cuerpo se estremecía cuando escuchaba alguna voz susurrándome...más cuando eran cosas que parecían ser tan lindas.

Escuché su risa, sintiendo como esos labios cálidos se posaron en mi cuello, besándolo, pero es que mientras eso pasaba, de repente, sentí como de nuevo sus dientes tocaron mi cuello, apretándolo y haciendo que mis ojos se quedaran en blanco intentando evitar que una lágrima cayera de estos, mi interior ardía casi pidiendo algún tipo de misericordia, pero no...no había ningún tipo de misericordia ni nada de eso cuando comenzó a moverse con lentitud.

—¿Por qué...lo haces?—

—Por que te ves jodidamente excitante y lindo cuando te estoy follando, cuando lloras y sufres pidiendo más aún ante todo...me dan ganas de encerrarte y que nadie más te vea de esa manera...o, si eso es lo que estoy haciendo, que fallo el mío.— Jadee cuando mientras decía eso y se reía, seguía moviéndose con más rapidez dentro mía, con sus fuertes brazos a cada lado de mi cabeza, viendo como según cuando se movía, se le marcaban mucho más las venas, por lo que comencé a verlas, tocándolas un tanto e intentando así hacer algo mientras de nuevo, él hacía lo que deseara con mi cuerpo.