Ice Age.

Parte 16

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Narra Castle J

Realmente estaba cansado de todo lo que estaba pasando, mi cabeza en algún momento iba a explotar pero es que no lo podía evitar para cuando se trataba de que aún no sabíamos absolutamente nada de BIC por más que buscáramos, por más que intentáramos ir sobre sus pasos no podíamos encontrar nada y eso hacía que toda mi cabeza estuviera mal, pero por alguna razón no podía y eso tendía a estresarme demasiado al punto de no haber pisado la casa para nada, a excepción de hoy.

Mis pasos fueron en silencio hasta el cuarto que BIC tenía ya que era el único que carecía de compañero ya que él había elegido eso y es que cuando nos sonrió, nosotros no pudimos evitar darle eso y más de lo que quisiera por que tenía esa extraña sonrisa que te daban ganas de solo mimarlo y llenarlo de cariño, por que era lo único que queríamos, llenarlo de todos los mimos posibles solo para que pudiera sonreír, era lo único que llegábamos a desear y ahora...casi parecía inclusive que lo habíamos perdido, aun que no era nada más lejos de la realidad, lo habíamos perdido, no sabíamos donde estaba...no sabíamos nada...

Me senté en su cama aún hecha desde el día que se fue, dejando salir un pequeño suspiro para cuando mi garganta había un nudo que ni siquiera me dejaba tragar alguna gota de saliva, y es que solo pude agarrar una de las almohadas del menor para esconderme en esa zona blanda y dejar que aquellas lágrimas salieran por mis ojos sin evitarlo, por que realmente tampoco deseaba esconderlas, mi cuerpo estaba tenso de intentar esconderlo que ahora que estaba solo quería, necesitaba dejarlo salir todo lo que tenía escondido.

—¿Hyung? ¿estás bien? Tú móvil está sonando, son mensajes de un número desconocido, no sé quien puede llegar a ser, pero es bastante insistente.— Giré mi cabeza, limpiando rápidamente mis ojos para ver allí a Win, por alguna razón y como siempre, mis mejillas ardieron y es que no lo podía evitar cuando venía de él, cuando veía su rostro, pero aun así supongo que eso no era el momento de sonrojarme, cogiendo mi móvil para poder saber quien era ese número desconocido que parecía ser tan insistente enviando mensajes, viendo como el menor de nosotros se sentó a mi lado pasando su brazo por mi cintura, me intenté relajar.

Y es que en el momento que aquel dijo que era BIC y encima envió un audio con su voz, grité lo más alto posible a todos para que vinieran, diciéndole a Win que dejara hueco, aun que no me esperaba que se pusiera tras de mi, dejando sus piernas a cada lado de mi cadera y sus brazos en mi cintura, sintiendo como su barbilla se apoyaba en mi hombro, aquello hacía que mi corazón casi llegar a romper la caja torácica ya que creo que había dejado de existir de tantos golpes que mi corazón le había llegado a dar siempre que estaba él cerca.

—¿Quién es?—

—BIC, es SeungMin, e-él...— Intenté explicarles aun que no podía por dos razones, y la primera es que tenía a esa persona tras de mí que el único que sabía que este me gustaba era encima Seung a quien le pedía ayuda y a quien ahora no podía pedírsela claro está, y luego estaba el hecho de que efectivamente estábamos  hablando con el mismo que queríamos saber donde estaba, que necesitábamos tantas cosas ya que nos había dejado con tantas dudas...

"BIC, ¿dónde estás? ¿qué está pasando? 
¿qué te está ocurriendo? Por que...¿no vuelves a casa?
Llevas días sin aparecer.
Por favor..."

Mordí uno de mis dedos sin poder evitarlo, nervioso, ya que a decir verdad era lo que necesitaba, necesitaba verlo otra vez, poder protegerlo y saber que se encontraba bien, me asustaba mucho y más aún cuando parecía faltar tanto tiempo, cuando parecía que a cada segundo que pasaba...no contestaba, mis manos comenzaron a temblar con cierta notoriedad hasta sentir la mano cálida de Win.

"Estoy en la casa de BTS.

Por favor que alguien venga.
Pasan...cosas muy extrañas, necesito irme.
Por favor venid."

—Yo sé donde están ese lugar.— Todos giramos a donde estaba MinJae en ese momento, enseñándonos allí un papel con unas coordinadas extrañas y es que ahora mismo quería golpearle, ¿cómo podía estar diciéndonos eso ahora? ¿cuánto tiempo llevaba con eso ahí? Cogí al momento aquel papel, buscando esas coordenadas en mi móvil y es que al poco tiempo ya teníamos una ubicación bastante lejana a la que tal vez nos podíamos llegar a encontrar, pero ahora mismo no le di atención, no ahora.

—Avisad al mánager, nos vamos de viaje.—