Ice Age.

Parte 20

YoonGi miraba en silencio con un HongJoong dormido cual bebé, su novio sobre él para luego ver a JungKook, a aquel que tenía una sonrisa burlona en su cara mientras jugaba con aquel pequeño animalito que nunca en su vida había visto con anterioridad, supuestamente, según palabras del menor de todos era que se lo había comprado a una persona que lo llamaba "Fresita", pero por otra razón él pensaba que mentía, por que era uno de los que más conocía a JungKook aun que no lo pareciera, que él sabía que algo olía muy mal, pero prefería no opinar y solo observar.

O al menos eso pensaba ya que justamente en ese momento, su mirada se conectó con la del menor de su grupo, de nuevo aquella mirada burlona apareció cuando lo miró a él hasta que miró al chico que estaba en su regazo, haciendo que momentáneamente abrazara casi con miedo, ya que aquellas miradas parecían que en cualquier momento iba a violar a su pequeño y no, tenía esa necesidad de protegerlo de ese idiota.

—Me he enterado de que has ido a la casa de MCND...me pregunto exactamente para qué cuando tú no tienes nada que se te ha perdido ahí, ¿no lo crees?—

—¿Quién sabe si en verdad se me ha perdido algo allí o no, YoonGi? Uno nunca sabe.—

Un escalofrío recorrió por su cuerpo al escuchar aquella risa macabra que inclusive hizo que su pequeño comenzara a abrir sus ojitos poco a poco llamándole la atención y maldiciendo a Kook ya que había hecho que la persona en su regazo se despertara a pesar de que estuviera tan cansado, ¿cómo podía ser una persona tan cruel? Hong había tardado demasiado en dormir como para que ahora se despertara por esa persona estúpida.

—Oh...¿qué hora es? Me debería de ir ya Yoonnie, mañana hablamos~ adiós JungKook.— Despidió a aquellos dos en el momento que vio que ya era demasiado tarde como para seguir en una casa que obviamente no era la suya, pero es que, como siempre solía hacer, no se quedaba a dormir en la casa de su novio, siendo algo bastante sencillo ya que se trataba del hecho de que había personas de allí que le llegaban a incomodar, cosa que se lo había dicho ya a Suga y él lo entendía.

Salió de aquella casa como alma lleva el diablo, principalmente por que debía de encontrarse con Castle cuando este le pidió urgentemente que se vieran después de que estuviera con su novio, y es que una vez hecho caminó hasta una cafetería, la cual obviamente se encontraba cerrada al ser altas horas de la noche, cosa que era mucho mejor para ellos, así absolutamente nadie podría reconocerlos.

Aun que la verdad es que sentía un poco de miedo, sobre todo por el hecho de que...¿y si se había enterado de que él había sido la persona que le dijo a MinJae donde se encontraba BIC? No, no debía de pensar en eso, seguramente no era nada y se lo andaba imaginando, aun que no dijo nada malo e incluso le ayudó a saber donde se encontraba su compañero, aun que no ayudó por que...¿para qué mentir que le tenía miedo a JungKook? Ni un paso en falso daba con ese chico.

—¿Sung Jun?— Habló el que era el mayor ahora, viendo como había una figura negra que se encontraba parada, aun que por complexión parecía ser él, quería tener cuidado...hasta que vio como efectivamente era él, relajándose de verlo ahí y sonriéndole para abrazarlo ya que no había que mentir, lo conocía y le resultaba gracioso ese menor cuando le pedía ayuda con algunas cosas.

Aun que esta vez parecía que el chico tenía sentimientos encontrados por la cara que parecía tener, entre una extraña felicidad y tristeza que exactamente no sabía como tomárselo, pero solo tenía ganas de acariciar su cabeza y decirle que ya había pasado todo para ver si así, de alguna manera, era capaz de relajar todo eso, pero no lo dijo y ni siquiera hizo el amago por si acaso, por si le molestaba de repente tanta cercanía.

—Necesitamos de tu ayuda...tú estás dentro del círculo de BTS, ¿no es así? Quiero pedirte un favor.— La voz del menor sonó grave y HongJoong solamente asintió con un rostro frío sabiendo que significaba aquellos, simplemente lo aceptaba, después de todo, quería ayudar a esa persona en todo momento, se sentía como una mamá preocupada por sus hijos, y en ese caso, de BIC, aquel chico que sabía todo lo que había sufrido.