¿No lo aceptaré jamás? |AUTOCORRECCIÓN| [ Style ] [South Park ] [ Yaoi ]

El comienzo.

El azabache recién despertaba, las 3:46, según su móvil, coño, había vuelto a soñar con lo mismo, y obviamente el sueño tenía nombre 'Kyle Broflovski' un viejo amigo de éste, y que extrañamente frecuentaba con soñar su última vista, ¿por qué? Stanley ya no vivía más en South Park, por culpa de su padre, debido a que el señor Randy tuvo un nuevo trabajo, por primera vez había tenido razón, su trabajo estaba teniendo frutos. Ya tenían una mejor casa y vida. Pero simplemente a Stan no le gustaba, extraña su antigua casa, sus antiguos amigos, todo. Lo único que lo calmaba era que Wendy estaba con él, sí, aquella niña se había ido con ellos a Los Ángeles.

Refregó sus ojos y emitió un ligero suspiro, seguido de mirar el techo y poner su antebrazo a la altura de la frente. Cerró sus orbes azules y todo volvió a su mente como un fugaz video de imágenes.

[FLASHBACK~.]

—¿Qué? ¿Es una broma, verdad Stan? — preguntó algo desesperado el chiquillo de 8 años pelirrojo.

—Ojalá fuera así, Kyle. De verdad me duele dejarlos, incluso a ti, gordo. Pero, mis padres quieren irse de aquí, para buscar una mejor vida.

—¡Pero no te puedes ir, eres mi mejor amigo! — exclamó con pequeñas lágrimas en sus ojos.

—Mphm, mphhdha.

—Tiene razón el judío y Kenny, ¿no puedes quedarte?

—No, en verdad no puedo, amigos. Gracias por todo.

—¡Me niego! Iré contigo —habló el ojiverde completamente decidido.

—Vamos, Kyle. Eso es imposible, no puedes dejar a tus padres.

—¿Y Wendy sí?

El rubio y castaño se tensaron al escucharlo, así que prefirieron irse y dejar solos a ambos para que hablasen mejor. Finalmente Stan se iría hasta mañana a mediodía y ahí podrían despedirse del todo.

—Kyle... tú no entiendes que...

—¡Claro que lo entiendo! Sé que Wendy es tu prioridad, y aunque te molestes, tú y ella tarde o temprano van a terminar y dejará de serlo, en cambio nosotros somos tus amigos y nunca te dejaremos solo. Como sea, fue un placer ser amigos, hasta siempre, Stanley —se dio vuelta y salió corriendo del lugar tratando de aguantar el llanto.