— ¡He dicho que no quiero nada contigo, loca! — Musito algo desesperado mientras continuaba lanzando patadas.
— ¿Tengo voz de chica? — Preguntó aquella persona desconocida, como estaba muy ocupado en escapar, ni siquiera se había detenido a pensar, solo decía por decir, la voz no era de chica, era ronca y baja.
— ¿¡T-Tú!? — Rápidamente se echó para atrás chocando con una fría pared, el lugar era muy pequeño y no le daba tanta movilidad.
— Aha. — Aunque estuviera obscuro, podía presentir como el ajeno se acercaba hasta él sin dejarle salida.
— ¡Coño! Aléjate, Tucker. Esto no me da gracia. — Puso sus brazos a la altura de los hombros contrarios para tratar de empujarlo.
— Te he ayudado con ese problema allá fuera.
— Bueno. . . Sí, gracias.
— Como sea. ¿Entonces no quieres nada conmigo? — Alzó una ceja con cierta simpatía.
— Es que lo dije porque creí que eras una loca que me había secuestrado.
— Pareces Tweak, con esos pensamientos.
— Cállate, Fucker, y déjame salir.
— No. Haré que quieras algo conmigo. — Bajó hasta quedar a pocos centímetros del azabache menor, para así darle un pequeño beso, provocando que el mismo enrojeciera completamente. Craig se dio la vuelta y salió del cuarto como si nada.
— ¿¡Q-Qué carajos!? Maldito Tucker. — Le gritó pero el chico sólo le levantó el dedo miedo, el menor salió corriendo hasta el baño para así encerrarse dentro. Caminó al lavamanos y se mojó el rostro. Se recargo en la pared y fue callendo por esta.
— Hey, ¿Pasa algo, Stan? — Sonó una voz conocida haciendo que el pelinegro diera un saltito.
— K-Kenny, me asustaste. No, sólo vine a mojarme el rostro, me sentía algo mareado. — Mintió ocultando su cara entre las rodillas. ¿De dónde había salido dicho rubio?, seguramente estaba leyendo sus morbosidades.
— ¿Pero ya te sientes mejor? — Rió un poco y se puso frente al ajeno.
— Sí, gracias. — Esbozó una ligera sonrisa. Siguieron hablando de cualquier cosa hasta que sonó la campana para regresar a clases, ambos chicos refunfuñaron y se fueron a su respectivo salón, gracias a dios les tocaba la misma clase.
Se sentaron en los pupitres que estaban junto a la ventana, emitió un suspiro y se dedicó a mirar a través de la misma, observado como nevaba pues ya estaban en la estación de invierno. Ahora su mente estaba ocupada por dos chicos, Craig Tucker y Kyle Broflovsi; con el pelirrojo haría hasta lo imposible para volver a ser los mismos mejores amigos, quería volver a pasar tiempo con él. Mientras tanto con el otro chico, no sabía porque había hecho aquello, seguramente era una joda más de ese cabrón, tocó sus labios y instantáneamente sus mejillas se tornaron rojas, podía sentir la sangre hervir en esa área. El rubio a su lado sólo le miraba confundido, el pelinegro negó como diciendo que nada ocurría. Así la pasó clase tras clase, pensando en esas dos cosas.
A la última hora tocaba música así que seguramente se pasaría muy rápida, y así fue. Todos comenzaron a salir corriendo de los salones.
— Te espero fuera, Stanie. — Comentó burlonamente el rubio, ya que sólo Wendy le decía así.
— Jódete. — Rió mientras veía al otro salir, comenzó a guardar sus útiles aunque unos brazos le rodearon por atrás del cuello. — Wendy, no me dej... — Se congeló al notar una sudadera azul marino irreconocible.
— Eric quiere que vayamos a su casa. — Habló fríamente y con desinterés.
— No puedo ir, Craig. — Terminó de guardar sus cosas y se levantó colgándose su mochila.
— Meh. — Murmuró entre dientes. Los dos caminaron juntos hasta la salida, aunque después la mirada del menor se tensó, ¿Qué pasaría si alguien más se enteraba de que había besado a un hombre? ¡NO! Lo habían besado en contra de su voluntad, pero aunque así fuera, creerían que era un homosexual, y no lo era.
— Nadie lo sabrá. — Craig tenía la capacidad de más o menos descubrir que le ocurría a los otros ya que sus miradaa hablaban. Soltó a Stan y se adelantó hasta los otros.
— ¡O-Oye! — Para cuando reaccionó el mayor ya no estaba, soltó un bufido y corrió con los otros.
— Tienes cara de pocos amigos, Hippie. ¿Te bajó la regla? — Se burló Cartman mientras lo otros reían, menos Kyle y Craig, el primero por mirar algo intrigado a su ex-amigo, y pues el otro nunca reía.
— Vete a la mierda, gordo.
— ¡G-Ghaa! ¿I-Iremos ackk ccasa de E-Eric? — Preguntó cierto cafeínomano.
— Yo no puedo, tengo que acomodar mi cuarto. — Informó Stan.
— Nosotros te ayudamos, amigo. — Sugirió Token mientras los demás asentían. El menor de los Marsh, sonrió.
[ Ya pude, yep, maldito celular o wattpad, como sea, ya tienen su capítulo, espero que lo disfruten, más tarde subiré otro. Les agradezco la espera.~
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¿No lo aceptaré jamás? |AUTOCORRECCIÓN| [ Style ] [South Park ] [ Yaoi ]
FanfictionPrólogo. Stan, un chico de dieciséis años, sereno, y maduro, aunque no del todo. Este no logra aceptar su lado homosexual con nadie, pues dice ser completamente hetero. Pero, ¿realmente qué harías si lo que tienes planeado no sale como lo creas? ¿...