Disculpen la demora! Pero estamos a fin de año, ya saben fechas finales, entregas, notas, evaluaciones. Me estaba volviendo loca y ni tiempo para escribir tenía. Igual espero que les guste y gracias a todos por el apoyo. ¡Por cierto! Tengo noticias para los lectores de las listas, pero se las doy abajo xDDD
Capítulo X:
Hablar también funciona.
“Tómalo con calma, cariño”, “Aquí estoy”, “¿Por qué duermes tanto? Comienzas a ponerme nervioso”, “¿Blue…?”.
Durante gran parte de la noche ¿o sería la madrugada?—¿Quién sabe? Quizá era el día—, escuché ese tipo de frases colándose a mis sueños. En ocasiones sólo parecían nacer de mi subconsciente, pero estaba casi segura de no ser capaz de imaginarme el tono de su voz con tanta precisión. Así como tampoco sería capaz de recrear la sensación de sus manos rozando mi frente, sus labios en mi mejilla o la respiración suave con la que acompañaba cada frase.
La cama crujió en ese momento arrastrándome hacia ese estado de semi-vigilia, del cual me encontraba entrando y saliendo constantemente en las últimas horas.
—¿Me escuchas, Marín? —Quería decirle que sí lo escuchaba, que no estaba tan mal como parecía, que sólo necesitaba unas pocas horas más de sueño para ser la de siempre, pero mis labios no reprodujeron ni uno de los sonidos que intenté soltar—. Dios, nena, me estás volviendo loco con esta espera. —Sentí el roce de su dedo llevándose algunos de mis cabellos hacia atrás—. No sabes cuánto me alegro de que estés aquí, Blue. Sé que al principio me porté como un idiota, pero es que… ¿me creerías si te dijera que pensaba que eras una ilusión? Estaba seguro que al momento en que me volteara o te quitara los ojos de encima, desaparecerías. —Una pequeña risa interrumpió su soliloquio—. Y es que… Mar, no lo entiendo. Todavía estoy tratando de comprender qué hice para merecerte en mi vida.
Hice un esfuerzo por despegar mis ojos, mis labios o cualquier cosa para advertirle que lo estaba escuchado, pero repentinamente me pareció una tarea titánica por lo que me dejé arrastrar una vez más a las penumbras del inconsciente.
***
Suspiré con fuerza al sentir los labios de Cam presionando los míos. Para cuando fui consciente de lo que pasaba e intenté profundizar el etéreo beso, él se apartó.
—Cameron… —susurré llamándolo aún con los ojos cerrados y la necesidad quemando en mis labios. Pero no hubo respuesta, me incorporé con un sobresalto que puso mi mundo a dar vueltas por un segundo. Una vez que me hube aclarado, inspeccioné la habitación por completo. Él no estaba.
Fruncí el ceño, disgustada. No podía ser que me hubiese imaginado eso, ¿verdad? Pero si el beso había sido una inventiva mía, ¿aquello que había oído en mi delirio febril también lo había sido? Dios, qué confuso era todo. Sentía mi garganta seca como el jodido Sahara y el cuerpo pesado, pero al menos el dolor en los músculos había remitido de modo considerable. ¿Cuánto tiempo había pasado desde que regresamos del hospital? Me esforcé por traer a mi mente la secuencia después de la inyección que me habían dado para la fiebre, pero todo se encontraba medio perdido en la bruma. Recordaba haber regresado con Cameron, recordaba que me había ayudado a meterme en la cama y lo recordaba acostándose a mi lado y levantándose de modo esporádico. Pero hasta allí llegaba todo.
No es necesario que digan lo que piensan, sé que como enferma apesto y bastante.
Una brisa suave se colocaba por la ventana abierta de par en par, en realidad había descubierto el primer día que se trataba de unas puertas que daban a un balcón y no de una ventana propiamente dicha. ¿Cómo se le llama a esas puertas/ventanas? Estoy casi segura que tienen un nombre, pero mi mente aún seguía alicaída por la fiebre como para complacerme con una respuesta.
ESTÁS LEYENDO
Lo que aprendí de Cameron Brüner. (Bitácora 2)
Romance"No es una historia de reencuentros, es una historia de descubrimientos." Marín está de regreso en su tierra natal, por segunda vez cruzará las puertas de su infierno con la convicción de que no va a permitirle a nadie más jugar con ella de nuevo. A...