ESPEJO

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Recordaba lo maravilloso que se sintió ser amado y correspondió y por primera vez desde que la vio en este curso, deseo besarla, solo una vez más, un lujo que él no se podía dar.

Observó desde la oscuridad como las lágrimas llenaron su dulce rostro y rezo, por ella, para que se lavara el dolor y el des amor, la observó subir a su habitación y deseo poder ir con ella, tomarla de la cintura y hacerle saber que todo lo que le hizo fue por amor, deseo poder ir con ella al cielo y quedarse un rato con ella ahí.

Y regreso a las mazmorras, estaban más calientes, desde que ella estuvo ahí, le habían robado energía y la habían tomado como dueña a ella también, se encerró en su fortaleza y observó las fotos muggles que estaban sobre el buró del sofá cafe, donde muchas tardes durmieron juntos mientras leían un libro.
Había una donde ella sonreía tan dulce, no veía hacía la cámara, si no hacía un poco a la derecha, justo a donde él estaba cuando se la tomó, amaba su mirada, como lo observaba, como si fuera el dueño del universo, y es que eso se sentía cuando estaba con ella, se sentía como un joven nuevamente, con el corazón acelerado y con la mente en Blanco.
Una más estaba, en un marco dorado, donde se observaba solo su rostro, sus pecas en toda su cara y sus lindas facciones, era bellísima.

-No debiste dejarla.

-Jamas lo aprobaste.

-Lo se, pero cuando te importo mi opinión?

-Era lo mejor para ella, para todos en realidad.

-Hijo, deja de mentirte, era lo mejor para ti, para que nadie te hiriera más.

-Ella era diferente, jamás me lastimaría.

-Entonces la pregunta es ¿te sientes con suerte?

-Que?

-la tuviste, todo un año, solo para ti, para tu bienestar.

-Aun no entiendo.

-Fue tuya severus, irremediablemente tuya, cubriéndote por ser su profesor, te sentías con suerte? De tenerla, de poder tocarla y que ella te aceptara, tenías suerte, había rechazado a chicos de su edad solo para tu bienestar ¿te sentías con suerte de que por fin alguien te colocara sobre un altar?

-No, por que jamás estuve en la sima, ella es una niña Dumbledore, una niña preciosa con un futuro brillante, tiene una vida por delante, llena de alegrías y satisfacciónes, no necesitaba alguien como yo, a una persona tan rota, jamás estuve en la sima, ni una sola vez, ella siempre estuvo ahí y la contemplaba por horas...

-Y ahora otro lo hará.

-De que hablas?

-ah que estás jugando hijo? Pensabas que te esperaría para siempre?

-Me ama.

-Amabas a la chica Evans y mira donde has llegado.

-Es diferente.

-Por que? Por que es una niña?

-No, por que jamás podra olvidarme.

-Tu lo has dicho, tiene un futuro por delante, una vida, donde tú pudiste pero no quisiste estar.

Y ahí acabo la conversación, su cuerpo se sentía pésimo, como si hubiera estado mucho tiempo de pie y solo quisiera tirarse a la cama, quería dormir con ella una vez más, hacerla jurar que jamás lo dejaría de amar, hacerla prometer ser suya por toda la eternidad.
Y fue de nuevo a su torre, se encontraba dormida.

-Reconocería tu perfume en cualquier lugar.

Y se sorprendió, ella estaba fingiendo, maldito coraje Gryfindor.

-Hermione yo...

-Miénteme.

-Que?

-Miénteme una vez más, dime a la cara lo hermosa que soy y lo mucho que me quieres hacer.

-Nena...

-Dime que me amas solo a mi, que me perteneces...

Y se acercaron, se puso de rodillas sobre el colchón de la cama y él se acercó a ella.
Estiraron las manos hacia adelante, tocando solo el aire, tal vez si se estiraban más podrían tocarse.

-No puedo...

Y el bajo la mano, como si él toque inexistente quemará, tal vez así era.
Y así como llego se había largado, dejándola otra vez, a mitad de la habitación oscura, con la mano estirada hacia el, de quedó ahí un tiempo, esperando por el, su mano estaba cansada, solo se esforzaría una vez más, lo amaba, tanto, que no tenerlo se sentía como dejar de respirar...
Y la mañana llego, ella seguía igual, aun miraba al vacío.

La clase comenzó tranquila, un ensayo sobre los usos de la uña de dragón, ella estaba sentada en la primera fila a la derecha, justo frente al escritorio pero de lado de la pared, tal vez era por ser la primera semana de clases, pero no había muchos alumnos ahí dentro, severus se encontraba con las piernas abiertas, mirando por cada mesa cuando lo noto.
La perfecta Granger, dientes grandes y cabello esponjoso, se encontraba con la falta arremangada, se enderezó al instante, mirándola con los ojos abiertos, ella parecía ni siquiera notarlo, seguía escribiendo a toda velocidad, sin detenerse a pensar, pasaba sus dedos por sus piernas, subiendo cada vez más la prenda y sucedió, ella abrió las piernas al mismo tiempo que su respiración se acortó, sus ojos se posaron en ese bendito lugar, solo para darse cuenta que ella no llevaba bragas, no podía apartar la vista y lo segundo pasó, recorrió sus dedos por la entrada, tentándola, estaba mojada y miro directo a los ojos, mientras metía sus dedos, nadie más tenía que saberlo.

Inconscientemente agradeció a Merlin a los Escritorios cubiertos que no dejaban observar lo que sucedía dentro de ellos nadie se imaginaría que el temido murciélago de las mazmorras se estuviera dando una paja a escondidas o si?

Jugaban con juego, pero estaban dispuestos a quemarse, solo para ver sanar sus heridas... juntos.

Y el primero en correrse fue el, solo abrió la boca, para luego cerrarla con un gruñido que todos ignoraron acostumbrados a su mal humor, nadie se atrevía a levantar la vista, pero ella estaba a punto, lo podía notar, la rigidez en sus piernas, lo estirados que estaban sus pies y su rostro, rojizo por la exitacion y como bañado en roció por el sudor.
Hasta que se corrió, separando más las piernas, sin caer en la tentación de gritar y como si su cuerpo fuera una fuente, se acercó a ella, a paso apresurado, solo para "supervisar" su trabajo y meter la mano entre ella y la mesa, para bañar su dedo en sus jugos y después llevárselo a la boca, saboreando los, hasta que la clase terminó y su sueño acabó, Hermione salió a paso rápido, sin dirigirle la mirada.

Montaña Rusa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora