OCEANO

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Lo sabía todo desde el inicio y su corazón dolía como el maldito infierno, verte deseada pero no amada era más difícil de sobrellevar que cualquier otra cosa, era tan complicado ver como el hombre que amas cree amarte igual, solo para tenerlo y darte cuanta que no te ama como deseas, que en sus pensamientos vive otra persona y joder, como dolía.
Lo había visto en años anteriores lleno de amargura y soberbia y parecía que cada hora que pasaban juntos él le inyectaba un poco a ella, él solo quería romperla, romper su espíritu y su alma, volverlo como él, fue por eso que el juego empezó, el poder se hizo presente y el amor avanzó más para ella,dándose cuenta que severus era todo lo que necesitaba y también llevándose una gran sorpresa al verse reflejada en los ojos de él y con amargura y miedo darse cuenta que no la amaba igual, que aun seguía enamorado de Lily Evans, la madre de su mejor amigo y le pareció injusto, por que ella lo amaba tanto, que dolía y él la pasaba tanto que se había acostumbrado a solo ver la puerta cerrar.

Cerró los ojos y pensó en silencio ¿algún día la amaría como ella lo hacía? Luego los truenos le daban su respuesta, un rotundo No.
Suspiro cansada,dándole la espalda para dormir por fin de nuevo.
Y el solo se quedó ahí, con los brazos extendidos.

La mañana llegó rápido,abrió los ojos solo para darse cuenta que él ya no estaba, sabía que se había largado la noche anterior al quedarse dormida.
Se paró de la cama con pesar y entro al baño, el agua fría se sentía genial al recorrer su piel, tan refrescante, deseo poder lavarse el des amor, pero esa mancha jamás saldría.
Las clases pasaban lento y normales, ese día no lo vería y estaba agradecida.

Se llevó las manos a la cara con frustración, por que de nuevo estaba ahí, con la capa de invisibilidad de harry en su despacho viéndolo trabajar, era un amor enfermo.
Necesita que le rompiera el corazón, necesitaba hacerlo, necesitaba que él fuera sincero con ella y acabara con todo lo que aún no empezaba.
Y su jefa de casa llegó.

-Severus, fui amiga de tu familia mucho tiempo y lamenté cuando todos murieron excepto tu, lamenté el día que tu abuelo puso toda su fortuna en tu bóveda familiar por que sabía que no lo ibas a tomar, y lamento aun más este día, en el que después de 36 años, por fin te entregare lo que por derecho y nacimiento te pertenece.

-El cambia tiempo.- Snape susurro, aquel cambia tiempo que antes había regalado a Hermione, Aquel cambia tiempo con el cual la había lastimado.

-Tómalo hijo, tómalo.

Y así lo hizo, lo sostuvo en sus manos y después lo dejó en un cajón, no lo necesitaría, al menos no esta vez.

-Minerva yo...

-Te entiendo, es difícil, pero todo está ahí y cuando lo quieras tomar, serás bienvenido a ello.

Y tan pronto como llegó se fue, dando un portazo, Hermione observó en silencio como severus maldecía y se dejaba caer llorando al piso, jamás lo había visto tan vulnerable, estuvo tentada a quitarse la capa y consolarlo, por no podía, no debía.

Y la noche llegó, trayendo nuevamente neblina y aquella lluvia que la había perder el control sobre todo aquello que pensaba y fue cuando paso, por fin lo dijo.

-Mi Lily, mi dulce Lily.

Sus palabras le helaron los huesos, pero no podía moverse, sabía que le rompería el corazón y quería que pasara, algo le decía que era lo correcto, que era lo que en verdad necesitaba para calmar tanta ira.

-Con este collar podría ir por ti, podría confesarme ante ti y decirte lo mucho que te amo, podría darte la oportunidad de escoger a quien amar, pero no puedo, por que Hermione... Hermione me ama y yo a ella, no puedo dejarla morir otra vez, no puedo dejar que suma al odio y se abandone, me necesita para ser alguien de bien.

Lo entendía, ahora entendía todo, al cambio del día en la mañana, como es que antes era tan diferente y ahora tan lleno de miel.
No la había elegido, se vio obligado a quedarse con ella, a salvarla...por lastima.

Pero viéndolo ahí, tirado en el suelo como un niño mientras las lagrima caen por su rostro se dio cuenta que no era más que la suma de sus partes, que si le faltaba alguna, entonces no sería nada, se tomo un momento para pensar sobre ella, aun era joven, tenía un futuro prometedor en cualquier ámbito, el amor era tan horrible, se sorprendió cuando se dio cuenta que no lo necesitaba, que lo amaba más que a cualquier otra cosa, pero él no tenía que saberlo, podía seguir sin él y su Merlin la ayudaba, algún día se olvidaría de él.
La amaba a ella, a Lily Evans, no era la línea del tiempo en el que estuviera, en todos lados sería lo mismo, ser amada pero no de la manera deseada, no era nada de esta mierda, no era la línea de tiempo y no era Lily Evans, era que él no la amaba, esa era la razón y por un segundo se odio, se sintió tan insignificante ¿como podía ser tan estupida? Ella solo era una niña al lado de Lily Evans, el papel le quedaba grande, pero no se iba a poner a llorar, suficiente había tenido.
¿Podía ella sola? Claro que si, el amor viene y va, personas mueren a diario, pero que la muerte de este amor no sea en vano, lucharía por ella misma, no lo necesitaba.

No la amaba, pero el amor pasa y podría superarlo, sabía que podía.
Pasó por un lado de él sin prestarle atención, sabía que no podía verla, pero se sentía tan increíble, se sentía poderosa, ella sola podía.

Montaña Rusa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora