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Tn se levantó y comenzó a alistarse, vistiéndose con el uniforme de la escuela; cepilló su cabello, dejándolo suelto, y tomó su mochila y chaqueta, para luego dirigirse al cuarto de su madre.

– Mamá –llamó, abriendo la puerta.

La mujer seguía en la cama, boca abajo y despeinada, durmiendo.

– ¡Mamá!

– Ugh... –se incorporó un poco y la miró.– ¿Tn...? –soltó un quejido, miró el reloj y llevó su mano a su frente.– ¿Qué demonios quieres? ¿Viste la hora?

– Sí. Debo irme a la escuela, mi suspensión terminó ayer, ¿Recuerdas?

– ¿No te fuiste más tarde ayer?

– Porque me quedé dormida. Ash, como sea. Debo irme y-

– Bien, vete y déjame dormir –se recostó, dándole la espalda.– Si quieres comer, cómprate algo.

– No tengo dinero.

– Bueno, ve a la tienda de abajo, ¿El dependiente no está caliente contigo? Aprovecha eso.

– ...Que buena madre eres –dijo sarcástica.

– Sí, y tú eres la mejor hija. Ya déjame dormir.

– ... –suspiró.

Tn cerró la puerta y se dirigió a la cocina, buscó algo para desayunar, pero estaba vacío todo. Suspiró y decidió irse; se colocó sus zapatos y chaqueta, salió del departamento, y bajó las escaleras mientras colgaba la mochila en sus hombros.

[Más tarde]

[Clase 3-E, Kunugigaoka Junior High School]

Koro-sensei abrió la puerta e ingresó al salón. Todos estaban en silencio, algo tensos.

– ¡Buenos días! –saludó. Nadie contestó.– ¿Uhm? ¿Qué pasa, cla-? –miró a su escritorio, callando de pronto.

Sobre la mesa había un pulpo con un picahielos clavado en medio de los ojos.

– ¡Ups! ¡Mi error! –dijo Karma.– Maté a esa criatura pensando que era usted –dijo divertido.– Tráigalo. Me desharé de él.

Tn cubrió su mano, para ocultar su risa.

– Muy bien.

El profesor tomó el pulpo y se acercó al pelirrojo. Karma jugaba con el cuchillo que tenía tras la espalda. Koro-sensei se detuvo y sus tentáculos se volvieron una especie de taladro; se movió rápidamente y apareció delante del pelirrojo con un misil y varias cosas de cocina.

– Ahora te mostraré, Karma-kun...el poder de estos tentáculos y el misil que robé de la Fuerza de Defensa.

El chico se sorprendió, viendo cómo el profesor encendía el misil.

– No dejaré que mi asesino quede impune –dijo mientras cocinaba.

De pronto, en la boca del pelirrojo apareció un takoyaki; él tosió, escupiendo aquel bollo.

– Puedo ver por tu palidez que no comiste esta mañana, así que preparé un poco de takoyaki a velocidad Mach. Con estos, estarás un paso más cerca de estar saludable –tomó uno y lo extendió a él.– Di "ahh".

Bad Guy 🗡 Karma AkabaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora