Bad Guy 🗡 Karma Akabane

🗡 19

Las chicas entraron al bar, deteniéndose para esperar a Nagisa.

– Vamos, se un hombre. Ahora ponte al frente y protégenos, Nagisa.

– No puedo. No puedo ir al frente.

– ¡Resígnate! –lo tomó de la muñeca.– ¡Vamos! –tiró de él.

– ¿Por qué yo? –se quejó sonrojado.

– Nos gustaría tener un chico junto a nosotras, pero en lugares así se fijan mucho en los chicos.

– Sí, pero aun así...

– Todo es parte del plan.

– ¿En serio?

– Sí, en serio.

– ¿También tú, Ritsu?

– Estás actuando normal. No es lo suficientemente natural.

– ¡Ese no es mi objetivo!

Todas comenzaron a caminar.

– Como sea, ¿Dónde encontraron esta ropa?

– Alguien la dejó junto a la piscina externa.

– Salgamos rápido de este sucio lugar.

– Al menos parece que te diviertes, Fuwa.

– Por dios, me recuerda al lugar donde trabaja mi madre –comentó Tn.

– ¡Oye! –llamó alguien, tocando el hombro de Nagisa.

Todas se detuvieron, mirando a aquel chico de mala manera.

– ¿De dónde vienes? ¿Qué tal una bebida? Lo que quieras, va por mi cuenta –sonrió, sonrojado.

– Vamos, Nagisa. Acompáñalo –lo empujó.

– ¿Eh? Pero, Kataoka...

– Tenemos que actuar normal, ¿Recuerdas? Vendremos por ti si pasa algo –le susurró.

– ¿Cómo es que pasó esto?

Nagisa se fue con aquel chico.

– Es nuestra oportunidad.

Las chicas comenzaron a caminar de nuevo.

– Veamos, la escalera que va hacia arriba... –sacó su teléfono pare ver el mapa.– Tiene que ser por aquí, ¿Cierto?

Dos chicos más grandes se acercaron, cerrándoles el paso.

– Oigan, señoritas.

– ¿Están solas?

– ¿Qué les parecería acompañarnos esta noche?

– Déjenme decirles algo-

Tn colocó una mano en el hombro de Kataoka, para detenerla; sonrió y se acercó a ambos.

– ¿Tn?

– Escuchen... –hizo un globo con el chicle en su boca.– Nos encantaría estar con chicos geniales como ustedes –ambos ampliaron sus sonrisas.–, pero estamos con nuestros papás hoy. Y mi papá es algo...aterrador –sacó un pequeño broche dorado.– Entonces no podemos –sonrió, enseñándolo.

– ¡U-Un emblema yakuza!

– ¡Y es el famoso y aterrador Yamaguchi-gumi!

– Papá me dio esto, tal vez lo ponga en mi mochila...

– ¡Lo sentimos! –gritaron ambos, comenzando a correr.

Tn rió y giró, mirando a sus compañeras.