CRISTAL
Endadenada en un techo incalcanzable, sin poder moverme y no sentir dolor, con la ropa pegada a mi piel gracias a sudor frío, con el estómago en mi garganta y los pulmones llenos de aire pesado.
No era una buena manera de empezar un viernes.
No sé dónde estoy, pero no me siento confundida... Sé qué es lo que pasando... O al menos sé que es malo.
Abro los ojos, y es lo mismo que tenerlos cerrados, no puedo ver nada... Oscuridad total.
Piensa piensa... Estaba en la biblioteca ¿Para que? Buscando algo... Para Harry- ¡HARRY!
La voz de Harry, quebrada y rasposa luego de no haberla escuchado por semanas; me trajo aquí... Anthony estaba conmigo cuando desaparecí.... Pero no está aquí. Entonces Harry solo me trajo a mí...
Bien, ya sabes cómo llegaste (más o menos) ahora el por qué...
"Buenos días... Llave" Habla la voz penetrante, huele a ceniza y mi mente se siente violada ¿Ha estado revisando mis recuerdos? "Por supuesto que sí, he visto todos tus recuerdos, y sé todo lo que piensas, así como todo lo que puedes hacer y más"
-Eres un Obscuro- No pregunto cuando hablo, no puedo dudar ahora, entre más sepa, más oportunidades tengo de salir de aquí.
"Verdaderamente, soy el único obscuro que ha quedado luego de años de guerra y exterminio por parte de tus arrogantes guerreros...." La voz sisea y la siento cerca pero inalcanzable, escucho un tintineo y siento mi cuerpo pesado; las cadena que me sostienen me acercan al suelo mas no me sueltan "....pero no por mucho"
Esa frase me causa un escalofrío y me doy cuenta de lo que pasa: en el suelo, dos Roenostros me esperan sonrientes, asquerosas ratas humanas paradas en dos patas; uno con un bozal y otro con lo que parecen ser más cadenas.
-¿A qué te refieres? No se pueden crear más seres mágicos... Es imposible...- digo, intentando conservar mi confianza, pero si los instrumentos que sostienen los roenostros son del mismo tipo que las cadenas que me sostienen ahora, no podré escapar, mi magia está bloqueada.
La voz ríe y parece taladrar mis oídos al punto que me sorprende no sangrar.
"Pues claro que no, yo no puedo... Mi magia tiene limitaciones y la creación es una de ellas... No puedo crear magia, solo absorberla" La voz se siente como manos en mis hombros y mi cuerpo se pone tieso, a este punto mis pies están a la altura de los roenostros que con ansias levantan los brazos. "Pero tú sí puedes... Tu magia es blanca, pero si le añades su mitad oscura, forman un ser completo capaz de hacer lo imposible"
Trato de levantar las piernas pero no puedo moverme, mi cuerpo se siente anestesiado.
La rata agarra mis pies y me jala, colocando grilletes en mi pies, mientras su compañera prepara el bozal.
Me río
-¿Y por qué yo aceptaría usar magia oscura? nada me parece más asqueroso que la magia de destrucción.... Tendrías que matarme primero.- Y justo al terminar mi boca queda sellada por completa. Aun no siento miedo.
Si es saberlo, sé que la voz sonríe.
"No puedo matarte... Encierras demasiada magia dentro de ti, si te mato y esta se libera, tus Guerreros y todas las dimensiones que tanto protegen serán destruidas por ella.... Pero como eres solo un envase, me tomaré la libertad de meterte tu mitad oscura a la fuerza si es necesario"
Eso bastó.
Mi cuerpo tiembla y me muero de impotencia, el terror se apodera de mí... No quiero, no quiero ¡Por favor!
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Academia de Prodigios
FantasíaCristal descubre de lo que es capaz cuando llega a una Academia especial donde conoce a los que serán sus protectores en la misión de su vida... Mientras tiene que lidiar con sus compañeros mágicos adolescente que no hace más que bromear entre ellos...