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Kihyun y Minhyuk se dirigieron de regreso a Jeju. Su prioridad ahora era llegar cuanto antes a Seúl y visitar a su abuelo en el hospital. Dejaron el carro en el negocio de renta y Minhyuk recuperó su cartera, luego fueron al aeropuerto y compraron los boletos de la próxima salida a la capital. 

Kihyun estuvo callado durante todo el trayecto, casi ausente, y aunque Minhyuk se moría por hablarle, supo que era mejor darle su espacio hasta que decidiera acercarse a él por su propia iniciativa. 

No tardaron en llegar a la ciudad viajando en avión, y nada más salir del aeropuerto, tomaron un taxi directo al hospital, con todo y maletas.

En la sala de espera estaba parte de la familia reunida, unos diez integrantes, cada uno con cara de preocupación y cansancio. 

—¿Podemos pasar a verlo? —preguntó Kihyun después de saludar a sus familiares, incluido sus padres que se encontraban platicando con la mamá de Minhyuk. 

—El horario de visita terminó y ahora su abuelo está descansando —le respondió la Sra. Hyojin. 

—¿Cómo está? ¿Dijo algo después de despertar? —quiso saber Minhyuk. 

—Está en blanco —esta vez fue el Sr. Lee quien le respondió a su hijo—. No recuerda nada de lo que le pasó, pero el médico nos dijo que era normal tomando en cuenta la naturaleza de su enfermedad, y nos recomendó dejarlo reposar y hacer que asimile poco a poco lo que le vayamos diciendo sobre su vida. 

—Bohyung lo está vigilando en estos momentos y está al tanto de cualquier eventualidad. 

—Podrán visitarlo mañana, pero probablemente no los reconozca, así que estén preparados mentalmente para ello.

Dicho y hecho. Al día siguiente regresaron y el abuelo Hoseok no los reconoció cuando entraron a su habitación y lo vieron sobre la camilla siendo alimentado por Bohyung, su enfermera durante varios años. El hombre tenía el cabello entrecano, las arrugas acentuadas y estaba un poco demacrado. Tenía la mirada perdida y no hablaba para nada.

Bohyung les dijo que no perdieran el ánimo y les aseguró que se pondría mejor. Estuvieron allí por varios minutos. Supieron que pronto sería trasladado a su casa y la enfermera se encargaría de seguirlo cuidando. Decidieron visitarlo continuamente para ver si había más mejorías. 

Luego de las vacaciones, los dos primos volvieron a sus respectivos empleos en la revista Oh My!

Siguieron su rutina diaria en esos días de agosto sin grandes novedades de por medio. 

Kihyun pudo sobrellevar lo pasado, o eso se empeñaba en creer. No es que hubiera dejado de ser eficiente en su trabajo, en este caso siguió con el mismo rendimiento, e incluso fue más exigente con la entrega de los proyectos para la revista. 

Había desarrollado un mecanismo de autoconvencimiento, de mentirse a sí mismo diciendo que estaba bien, de negarse la necesidad de querer estar en otro lugar y no encerrado en esa pequeña oficina. Lo hacía sentir patético porque aunque tratara de sólo pensar en su trabajo, eso no impedía que cuando llegara a su departamento se sintiera vacío, solo, y que cada noche, estando ya en la cama a punto de dormir, su mente divagara y sus pensamientos se dirigieran a los momentos compartidos con Hyunwoo. 

.ꕥℋoy como ayerꕥ. {ShowKi} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora