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—¡Hyunwoo hyung! —vociferó Changkyun desde la entrada de la casa de su primo mayor, pero nadie le respondió. 

Notó que la puerta corrediza estaba abierta, así que decidió entrar, acostumbrado a andar a sus anchas por esa casa. 

Hyuuuuung, necesito tu ayuda —se acercó a la habitación de Hyunwoo y, sin pensarlo dos veces e ignorando los ruidos que provenían de la estancia, se apresuró a descorrer la hoja de la puerta de madera—¿Me podrías prestar…? —pero su voz se apagó al ver lo que estaba frente a él. 

—¡Im Changkyun, toca antes de entrar! —chilló Kihyun tratando de taparse con una sábana y Hyunwoo sólo se sobresaltó sin moverse mucho de su lugar. 

—No vi nada, no vi nada, sigan, sigan… —la lengua se le trababa por lo nervioso que se había puesto— sigan lo que sea que estaban haciendo —cerró la puerta de golpe y salió a zancadas de allí, con la cara toda roja y el deseo de que existiera una máquina borra-recuerdos. 

Kihyun bufó con profusión y se dejó caer al lado de Hyunwoo. Se acomodó lo más cerca que pudo y le puso un brazo encima de su pecho. 

—No cerraste la puerta —le reprochó con la voz ronca. 

–Disculpa. Es ya la costumbre… —suspiró con pesadez y se pasó la mano por el cabello humedecido por el sudor. Dejó puesta la mano sobre su frente y miró el techo distraídamente, todavía un poco agitado.

—¿Ahora vas a tomar en cuenta lo que te dije sobre nuestra intimidad?—le dijo con suavidad—. No quiero que para la próxima vez sea tu mamá o tu hermana quienes nos vean montándola en grande, mi amor. 

—Mañana mismo le pongo un pestillo a cada una de las puertas corredizas —ahora no le cabía duda de que era necesario—. ¿Crees que debamos hablar con Kyun? —dijo con aire de preocupación—. Tal vez se haya traumado… 

—¿Traumado? —replicó con dejo sarcástico—. Como si no fuera él quien se la pasa besuqueándose con ya sabes quién detrás del atrio de la iglesia, y metiéndole mano. 

—Supongo que…  ya no es un niño. 

—Estará bien. No te preocupes demasiado. 

Empezó a acariciar el torso desnudo de su pareja con la yema de sus dedos y se sumergieron en unos plácidos minutos de silencio, el cual fue roto cuando Hyunwoo decidió que ya era hora de levantarse de la cama. 

—¿Estás preparado? Hoy es el día que habíamos acordado para ir a visitarla. 

Kihyun no pudo evitar sentir un estremecimiento de nerviosismo. 

—¿Estás seguro de que es una buena idea? Podemos esperar un poco más... 

—A estas alturas ya debe saber por Jooheon, Changkyun o Wheein que estás aquí conmigo, así que es mejor verla de una vez si no queremos que se moleste. 

—Entiendoooo. ¿Nos bañamos juntos? —le preguntó con aparente inocencia. 

—Te conozco, Kihyuuun —canturreó con diversión—. Si es así nos vamos a tardar más y hay que salir antes de que incremente el calor. Báñate primero que yo iré a preparar el desayuno. Anda, capullito —nada más escuchar ese mote de cariño, Kihyun se levantó como resorte para ir a tomar una ducha.

Después de decidir vestirse un poco más formales, con camisas blancas manga corta, pantalones corte casimir color marrón, zapatos náuticos, y Kihyun sin olvidarse de ponerse su sombrero por el sol, desayunaron algo ligero, y partieron hacia la casa de la Sra. Hyunhwa, madre de Hyunwoo.

.ꕥℋoy como ayerꕥ. {ShowKi} ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora