Capítulo 38

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Bogotá, Octubre 2018

- Narra Villamil -

Después de hacer el desayuno, Isaza y Simón fueron los primeros en levantarse. Pedro no estaba, había salido temprano con quién sabe quién, así que, técnicamente, Luna es nuestra responsabilidad.
Coloqué los manteles en la mesa mientras Isaza y Simón se preparaban una bebida, y yo, al acabar de colocar la mesa, fuí a despertar a mi bella durmiente...

Villamil: Lunaaaaa, despierta -Dije acostándome a su lado-

Luna: Mmmmhmm No -Dijo haciendo un puchero para luego cubrirse con las sábanas la cara hasta arriba-

Villamil: Bueeeno, todo el desayuno para mí pues jajaja -Dije levantándome pero sentí como una mano me sujetaba mi brazo-

Luna: No te vayas -Dijo abriendo sus ojos lentamente. Sus bellos ojos cafés-

Villamil: Holi mi princesa ¿Cómo dormiste? -Dije sentándome a un lado de ella-

Luna: Muy bien -bosteza- ¿Y tú?

Villamil: Extrañándote -Dije dramático-

Luna: No seas dramático Juan, solo nos separa una pared jaja -Dijo levantándose de la cama-

Villamil: Es demasiada distancia cariño -Dije abrazándola-

Luna: Naah creo jaja

Villamil: Sí -Dije acercándome más a ella-

Duramos un rato abrazados y viéndonos a los ojos. Yo, simplemente ansiaba el poder besarla, y sin pensarlo dos veces, me acerqué a ella lentamente. Un mes sin poder besarla me mataba. Y por fin, lo hice, la besé muy tiernamente. Ella no estaba poniendo oposición alguna como antes, así que, simplemente, la besé. Fue un beso largo pero tierno...

Villamil: Ya necesitaba sentir tus labios -Dije uniendo mi frente con la de Luna- Además, entre más huías de mi boca, yo más te adoraba

Luna: Y yo los tuyos. Vaya que un mes resistiéndome es complicado -Dijo esbozando una sonrisa-

Villamil: Fue una tortura

Luna: Jaja y para mí también, pero bueno, vamos a desayunar jaja -Dijo caminando fuera de la habitación-

Yo le seguí el paso y fuimos a desayunar. Ya se encontraba Martín despierto, pero parecía una estatua. Veía al infinito...

- Narra Luna -

Por fin, después de un mes, dejé que Villamil me besará. A decir verdad, lo estaba poniendo a prueba, quería saber si aún me amaba, y parece que sí. Ya que, aguantó un mes sin besarme, y creo yo, que ya fue suficiente castigo para él, así que, cuando sentí que se acercaba a mí, dejé que nuestros labios se unieran.
Fue uno de esos besos con los que llegan la calma, de esos con los que se va el dolor, de los que ganan guerras a su favor.
Que salen del corazón...
Y qué mejor ocasión que la de nuestro "trimesiversario", como lo llamábamos los dos jajaja.
Después de ese beso, fuimos a desayunar y ya estaban abajo todos. Isaza y Simón platicaban o discutían entre quién es mejor en Mario Kart, mientras que Martín estaba como estatua, viendo al infinito. No sé qué le pasaba, pero necesitaba hablar con él.

Tal parece que Villa preparó el desayuno, y la verdad, no le quedó tan mal.
Mientras desayunábamos, hablábamos de mil cosas, nunca se acababa el tema de conversación entre todos, y eso adoro de mi nueva familia.
De pronto salió a flote el tema del nuevo álbum Balas Pérdidas e Isaza habló...

Entre más huyes...Yo Más Te AdoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora