Capítulo 40

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Bogotá, Octubre 2018

- Narra Luna -

Martín: ¿Por qué lloras? -Dijo viéndome de reojo mientras conducía-

Luna: Villamil -Dije con lágrimas en los ojos-

Martín: ¿Ahora qué hizo?

Luna: Te cuento en la casa, no tengo ganas de hablar en este momento -Dije dirigiendo mi mirada hacia la ventana-

Llegamos a la casa y me dirigí instantáneamente hacia mi habitación, y sin querer, dí un portazo y me encerré con seguro. Me quité los zapatos, me puse mi pijama, no sin antes verme al espejo...

Luna: Todo esté maquillaje y vestuario desperdiciado en una sola noche -Pensé-

Me dediqué a ponerme mis audífonos a todo volumen y dejé que las lágrimas salieran.
Me sentía devastada, traicionada y muy triste.
Agarré mi libreta de bocetos y opté por dibujar con la música a tope. ¿Lo malo? Pues, como soy fan de morat, de repente mis oídos se inundaban de sus melodías, y la voz de Villamil aparecía. A pesar de eso, dejé las canciones e ignoré el que Villamil fuera la razón de mis lágrimas.
Seguí dibujando, y una que otra vez, mis dibujos se veían arruinados por lágrimas en ellos.
De repente, me asusté porque, no sé cómo, Simón entró a mí habitación, me quité mis audífonos y lo escuché...

Simón: ¿Podemos hablar? -Dijo un poco apenado-

Luna: Sí -Dije limpiando mis lágrimas- ¿Qué pasó? -Giré mi silla dirigiéndome hacia él-

Simón: Ambos sabemos qué pasa, así que, cuéntame, qué pasó -Dijo sentándose en mi cama para quedar cara a cara-

Luna: -Le conté todo lo sucedido desde mi punto de vista y él escuchó muy atentamente-

Simón: El Papo, creo yo, que si la cagó, pero, también merece que lo escuches ¿Lo harás? -Dijo viéndome por encima de sus gafas-

Luna: Simón, no lo sé. No sé qué soy para él, no sé si le importo, no sé Simón. Es cuestión de que el tiempo pase

Simón: ¿Y qué piensas hacer? Recuerda que él vive aquí y lo debes ver sí o sí

Luna: Simón, lo sé, pero, probablemente me iré de la casa, no sin antes hablar con mi papá. Además, me ofrecieron un trabajo en México de fotógrafa, o Álvaro en España como su fotógrafa y un empleo en Italia, pero no sé qué quiero hacer con vida -Dije al borde del llanto- Antes quería aceptar el ser fotógrafa de Morat, pero con Villa ahí, no podré -Hablé ya con lágrimas en los ojos y voz entrecortada-

Simón: Hermanita, sabes que eres mi hermanita menor, y aunque Villa sea mi mejor amigo en la vida, también tendré que apoyarte en tus desiciones -Dijo para luego abrazarme, y una vez en sus brazos, rompí en llanto-

Simón me abrazó y yo no paré de llorar, mi corazón estaba más que roto, en eso sentí unos brazos extras, no le dí importancia y seguí llorando, hasta que paré y ví a Martín abrazándome...

Martín: No pude aguantar el oírte llorar mi niña -Dijo limpiando una lágrima que salió de mis ojos-

Luna: Gracias niños, no sé qué haría sin ustedes -Dije sonriendo-

Martín: Probablemente nada, pero bueno jaja

Simón: Ya vamos a dormir, es muy tarde y a Pedro no le agradaría la idea de saber que su hija pequeña sigue despierta -Dijo despeinando mi cabello y saliendo de la habitación-

Martín: Creo que yo también me voy -Dijo levantándose de la cama-

Luna: Espera -Dije de repente haciendo que se parara en seco- ¿Puedes quedarte? Es que, no quiero quedarme sola, y llorar sola

Entre más huyes...Yo Más Te AdoroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora