|| Oᴊᴏs ᴅᴇ Cʀɪsᴛᴀʟ || [[ObiKaka]]

Capítulo IV

Narra Obito:

La Campana para entrar a clases sonó... No quería entrar al salón, no después de la pequeña "escena" que había hecho... Sería muy vergonzoso... Así que decidí ir a vagar por los pasillos y perderme el primer curso, después de todo era Introducción a la Historia... Demasiado aburrido para mi gusto...

Estaba caminando con dificultad, cuando repentinamente, de un salón salió el Director y nos vimos mutuamente por segundos...

Estoy muerto

Pensé mientras inclinaba levemente mi rostro para saludarlo Y tratar de pasar desapercibido...

-¿Por qué no estas en tu salón, muchacho? - Preguntó el mayor de cabellos largos y negros y piel extremadamente pálida -

-Director Orochimaru, este... Yo - Coloqué mi mano derecha sobre mi nuca, rascándola impulsivamente, deseando encontrar una excusa creíble -

Sus ojos de esclerótica amarilla me vieron fijamente, esperando respuesta, pero no hubo ninguna...

-Has llegado tarde, ¿no? - Preguntó desvozando una sonrisa comprensiva, haciendo desaparecer su frío semblante-

-¡Si!, eso... - Mis ojos se iluminaron, talvez no todo era desgracia -

-Debes ir a biblioteca a esperar el segundo toque de timbre, por desgracia ya has perdido el primero y tendrás que ponerte al corriente con tus compañeros - Advirtió mientras colocaba su fría mano sobre mi hombro-

-¡Lo haré!... ¡Gracias por todo! - Hice otra reverencia y propuse retirarme-

Ya estaba medio metro de distancia cuando pensé...

¿Dónde demonios esta la biblioteca?

-¡¡DIRECTOR OROCHIMARU!!

El mayor me llevó a la puerta de esta y allí estaban muchos alumnos que también "habían llegado tarde"

Observé bien y ¡No puede ser! Allí estaba el "Chico de los Ojos de Cristal"...

Callado y leyendo como siempre... Es tan perfecto... - Pensé y no pude evitar sonrojarme en exceso-

Tomé determinación y entré con paso firme al lugar...

-¡HEY TÚ! Esta no es tu casa para que entres así... Sal y pide permiso - regañó un anciano de cabellos plateados y largos-

Todos me observaron y el murmullo apareció de nuevo... ¿Por qué la desgracia me persigue? ¿Es por pertenecer a un clan de emos?...

-S-si... L-lo siento mucho... - bajé la cabeza y salí del lugar-

Hubiera deseado que la tierra me tragara, ¿por qué siempre tenía que verme como un idiota cuando él estaba cerca?...

-Con permiso... Señor... - no sabía su nombre y eso me incomodó-

-Jiraiya - Concluyó con una pequeña sonrisa de lado - ¿Ves como cambian las cosas con un poco de educación?

Asentí aún apenado.

-Ve a tomar asiento - Dijo mientras señalaba una silla no tan Lejana-

-Si... - obedecí para posteriormente dirigirme a esta-

A un lado mío estaba un chico rubio de cabellos largos amarrados en una coleta y un largo flequillo que cubría la mitad de su rostro.

-Buenos días -Saludé para ser amable-

El chico me miró de reojo y siguió con sus asuntos...

La curiosidad me motivó para acercarme un poco más a él y poder observar lo que hacía...

-¿Se te perdió algo, niño? - Preguntó el mayor irritado por la presión visual que recibía -

-¡Vaya, es genial lo que haces! -Admiré mientras observaba el hermoso paisaje dibujado sobre ena vieja hoja de papel-

-Tienes buen gusto - Respondió halagado y con un toque de presunción -

-¡Senpai, es genial!

-¿S-Senpai..? - Por un segundo el rubio pareció sonrojarse, pero no duró mucho, de inmediato reaccionó- Mi nombre es Deidara...

-Yo soy Obito...

-Eres de primer ingreso ¿No?

-Si... ¿Tú también llegaste tarde, senpai ?

-No, es por el cabello... Estos imbéciles creen que con retenerme aquí lograrán que me lo carte... Tsk. -Torció los ojos y siguió boceteando en el trozo de papel-

El timbre del segundo período sonó, talvez no pude hablar con el Chico de los Ojos de Cristal, pero hice un amigo...