Capítulo 3
Aurora Flecher
El cansancio abundaba en todo mi ser, no podía sentarme en ningún lugar porque corría el riesgo de quedarme dormida incluso estando de pie.
- Mami - la voz de Aleph llamó mi atención.
- ¿Sí?
- ¿Ya podemos llamar a mi papi? - quiso saber.
- Sí - Sonrío - ¿Te cepillaste los dientes? - le pregunté.
- No - negó.
- Ve a cepillarte y regresa que haremos la llamada - Aleph se retiró.
Las piernas me dolían terriblemente y suspiré cuando volví a caer en cuenta de que es lunes.
Sentí mi celular vibrar con intensidad, así que lo saqué de uno de los bolsillos de la cartera negra que tenía a mi lado.
Estaba tan cansada que ni siquiera me molesté en ver el nombre de la persona que llamaba.
- Buenas noches - la voz grave y ronca voz de Alexander llegó hasta mí en un dos por tres.
- Buenas noches.
El sueño pareció esfumarse.
- ¿Me permites hablar con Aleph? - preguntó suavemente.
- Claro que sí - afirmé.
Llamé a mi hijo y en cuestión de segundo lo tenía en frente.
- Tu papá desea hablar contigo - le cedí el celular.
Aleph se sentó en el mueble y yo me retiré buscando darle espacio.
Siempre me he encargado de que las conversaciones entre Aleph y su padre sean totalmente privadas, trato de respetar el espacio de ellos por más corto o largo que sea.
Encontrándome en mi habitación, me dediqué a deshacerme de mi ropa, amarré mi pelo en una cola y procedí a entrar en la ducha, ahí abrí la llave y me relajé inmediatamente siento el agua caliente recorrer cada rincón de mi piel.
Busqué el Jabón de lavanda e hice que el mismo, entrara en contacto con mi piel.
Después de un par de minutos salí de la ducha.
Al entrar a mi habitación no me molesté en buscar la ropa interior, simplemente me fui hasta donde guardaba mi pijama y me la coloqué.
Caminé hacia la sala y me encontré con Aleph hablando con su padre, lo miré y sonreí.
- ¿Papi? - escuché decir a mi hijo - ¿Puedes venir el jueves? Debo llevar a mis padres para la realización de una actividad en familia. ¿Podrás venir? - preguntó nuevamente.
Aleph se bajó del mueble y caminó hacia mí, me pasó el celular, lo tomé y me lo coloqué en la oreja.
Suspiré - ¿Sí?
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La Sombra del Magnate © #2
Mystery / ThrillerLa Sombra del Magnate #2 Las inmensas y ardientes llamas de un sentimiento infernal llevaron hasta las cenizas un puro corazón. Reduciendo la luz de sus ojos hasta un mínimo rayo. Un oscuro corazón probó el sabor de la tristeza y el dolor una vez...