𝟑𝟎 𝐃í𝑎𝑠 𝐎𝐓𝐏 ⁺¹⁸: 𝓟𝑜𝑝𝓚𝑒𝑑𝑎.​​​​​​​​

Día 2

Popee y Kedamono estaban viendo la tele aquel programa infinito de chicas extraterrestres, Kedamono estaba comiendo pollo frito mientras Popee solo veía el programa, era divertido pero ya comenzaba a aburrirle ver lo mismo todos los días.

—Keda, quiero ver otra cosa.

—¿No te gusta este programa?

—Es divertido pero quiero ver otra cosa.

—Bueno esta bien.

     Los dos tomaron el control al mismo tiempo, provocando que sus manos se juntasen la una con la otra, se miraron, sus caras estaban demasiado cerca, los dos se sintieron nerviosos y avergonzados, a pesar de que ya eran novios hasta ahora no se habían besado ni una sola vez, querían besarse, pero lo dos tenían miedo de que fuese muy repentino o que al otro le disgustara.

     Era tonto pensarlo puesto a que de ser así no serían novios, era la primera vez que estaban en una relación y carecían de experiencia, sin pensarlo mucho, sus caras comenzaron a acercarse más hasta sentir sus respiraciones chocar la una con la otra, Popee levantó la máscara de Kedamono dejando su boca expuesta, sus miradas iban de los ojos a los labios contrarios, sus bocas estaban a punto de tocarse, pero...

—Hola chicos, ¿que hacen? —la voz de Papi provocó que ellos terminaran chocando sus cabezas del susto, el de bigote miraba divertido la escena, pero si las miradas mataran, la de Popee habría descuartizado vivo a su padre, cosa que no dudaría en hacer ahora.

—¡¡¡ESTAS MUERTO MALDITO!!! —Popee comenzó a lanzar bombas contra Papi, hasta que en él correteó con su padre, encontró una bazuca y comenzó a atacarlo con esta y estallo la cabeza de su progenitor.

     Popee y Kedamono se encontraban practicando tiro al blanco, habían decidido a practicar –y de paso olvidar lo que iban hacer antes de que Papi llegara– el lobo otra vez se encontraba con una manzana en su cabeza mientras el rubio apuntaba con un cuchillo a la manzana, Kedamono temblaba de miedo; sabía que Popee no tenía buena puntería y que era seguro que ese cuchillo terminara en su cabeza.

—Popee... tengo miedo —dijo el lobo con voz temblorosa.

—Tranquilo cariño, si no te mueves todo saldrá bien —dijo para después lamer en cuchillo de esa manera tan seductora que lo caracterizaba, el lobo se cautivó por ello teniendo un disimulado sonrojo pero el miedo regresó al ver que el rubio ya había lanzado el cuchillo y este obviamente iba directo a su cara.

     El sabía que le iría mal pero terminó moviendo su cabeza haciendo que el cuchillo rebotase y ahora fuese directo a la cara de Popee, este rápidamente se apartó y dejó que el cuchillo se encajase en un barril de estaba atrás de él.

     Y como era de esperarse Popee comenzó a corretear a Kedamono lanzándole bombas, era algo en lo que su relación no había cambiado a pesar de ser novios, el antropomorfo termino acorralado en la parte oculta del circo donde siempre lavaba su rostro.

     Popee sonrió macabro y corrió hacia Kedamono pero una máscara del lobo hizo que tropezara y cayera encima del enmascarado dejando caer la bomba cerca de ellos, aquella atmósfera que tuvieron horas atrás volvió, sus labios estaban separados a penas por dos centímetros de distancia.

     El enojo y el miedo de ambos había desaparecido dejando solo el deseo y la timidez de realizar un acto tan básico para muchos, pero que para ellos era en ese momento lo más complicado de hacer. El momento a pesar de parecerles eterno terminó en cuestión de segundos pues la bomba explotó.

     Ya estaba atardeciendo y Popee habia decidido algo, besaria a Kedamono pasase lo que pasase, al carajo con la timidez, con el enojo y con todos, vio a su amado hablando con Papi –quien aveces revivía en el mismo día que fallecía– y camino rapido y decidido, Kedamono volteo hacia donde Popee estaba.

—Popee estaba diciéndole a Papi qu-

      Kedamono fue interrumpido por una sensación suave y cálida en su boca, Popee le estaba dando un beso, enfrente de Papi –quien retuvo un grito de emoción– Popee profundizó el beso metiendo su lengua en la ajena siendo correspondido por Kedamono quien estaba disfrutando esta nueva sensación, Popee separo su boca de la contraria.

—¿Te gusto? —pregunto Popee mientras recuperaba el aire.

—Si... —respondió el lobo anonadado.

—¡¡AAAH QUE BELLO!! —Dijo Papi con una voz aguda mientras su nariz sangraba.