𝟑𝟎 𝐃í𝑎𝑠 𝐎𝐓𝐏 ⁺¹⁸: 𝓟𝑜𝑝𝓚𝑒𝑑𝑎.​​​​​​​​

Día 10

Popee y Kedamono apuntaban con las escopetas a unos patitos de madera con un punto rojo en el centro, Papi estaba a un par de metros supervisando a sus discípulos, Papi tronó los dedos y los patitos comenzaron a moverse dando comienzo al tiroteo. El antropomorfo era quien se destacaba por ya haber volado la mitad del cuerpo de varios patitos mientras que Popee apenas había logrado darle a ocho de ellos, Papi no dudó en alagar a Kedamono y ver con decepción el desempeño tan bajo de su hijo.

—Lo estas haciendo bien Kedamono, Popee concéntrate más —Señaló Papi aumentando la ira de Popee que comenzó a ver la cara de Papi en los patitos y a su vez dejar de fallar tanto en su puntería, pero igual Kedamono seguía llevándole ventaja por mucho.

—Van mejorando chicos —Aplaudió viendo la mejora que tenía su hijo pero que igual seguía siendo un novato a comparación de Kedamono.

     El mecanismo se detuvo dejando ver los resultados del tiroteo, Kedamono voló setenta y dos patitos y Popee cuarenta y seis, por lógica a Popee le enfureció ver la gran diferencia entre sus resultados y los de Kedamono.

—Bien hecho Kedamono, es un nuevo récord el que hiciste.

—Gracias señor —dijo Kedamono sonriendo sin darse cuenta de la aura espeluznante que emanaba su novio.

—Popee, tienes que mejorar bastante, mínimo tenían que ser sesenta patitos los que tenías que destruir, pero al menos ya no hiciste solo diez puntos como la última vez —Dijo Papi con burla encogiéndose de hombros.

     Popee no dudó ni un segundo más en apuntar con la escopeta a su padre y comenzar a dispararle sin darle tiempo a de huir, Kedamono se escondió detrás de un barril viendo como Popee sonreía macabro mientras disparaba sin fallar ningún tiro contra su progenitor y como el impacto de las balas provocaba que la sangre salpicase alrededor.

     El rubio se detuvo unos minutos después y vio el cadáver de Papi: estaba bañado en sangre y las balas desfiguraron su cuerpo y rostro dejando ver gran parte de sus huesos y órganos destruidos por el impacto.

     —Creo que ya supere el récord —dijo Popee riendo y se fue, mientras Kedamono miraba con horror el tétrico cadáver de Papi, pero en el fondo agradecido de no ser el a quien Popee matara a balazos.

     Después de que enterraron el cuerpo de Papi, los dos se sentaron a comer en silencio total, en todo el rato desde el brutal asesinato, Kedamono tenía miedo de decir o hacer algo inoportuno y al final provocar que el rubio lo dejara igual o peor que a Papi por lo que no había dicho nada –incluso evitaba tener contacto visual con Popee teniendo su cabeza baja– Popee noto la distancia y el silencio sepulcral del lobo y eso comenzaba a irritarle, era como si estuviera solo.

     «De haber sabido que Kedamono estaría tan callado como un muerto lo hubiera matado a él también» pero a la vez las ganas de matarlo ya no eran tan latentes como antes –algo que no admitiría– la paciencia de Popee se agotó y dio un golpe fuerte en la mesa sobresaltando a Kedamono.