Caricias Y Celos.

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Un nuevo fin de semana comenzaba, con pereza Renjun se sentó en la cama y se estiró, tan a dormilado estaba que se le había olvidado en donde se encontraba .

Pegó un brinco al sentir una brazo aferrándose a su cintura, se dió una cachetada mentental al recordar que estaba en cama de sus compañeros de departamento, Jaemin y Jeno.

Sonrió al ver a Jeno removerse y abrazar con fuerza su cintura, se volvió acostar y lo abrazó, decidido volver a dormir, ya acomodado hasta que escuchó la voz ronca de Jaemin.

-Le....vantante, tienes que ir a buscar trabajo.

Observó cómo Jaemin se movia y se volteaba quedando pegado detrás de el. El pelinegro pasó su mano por debajo de la camisa de Renjun y acarició todo su abdomen lentamente, sintió cómo enterraban su rostro en su nuca y repartía besos mientras que el castaño estaba hecho un manojo de nervios y todo su rostro rojo.

-Renjunnie, despierta~

-Mmmh Nana, no quiero.

-Si no lo haces a la próxima duermes en tu habitación.

-Ya voy...

Soltó un pequeño suspiro y se giró quedando nariz con nariz de Jaemin, este abrió sus ojos lentamente y le sonrió mostrando su dentadura perfecta.

-Alistate, les prepararé el desayuno - el pelinegro talló sus ojos con sus manos hechas puños.

-Jeno sigue dormido, acompañemoslo.

-No, vamos, vamos- Na hizo señas moviendo su mano.

Se sentó de mala gana y miró mal a Jaemin, escuchó a Jeno quejarse al momento que se sentó.

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Soltó un suspiro e hizo un puchero al ver que ya entraba la noche y sólo quedaba la última cafetería por donde vivía, si no quedaba tendría que irse al centro de la ciudad para buscar empleo.

Cuando entró una campana sonó y fue recibido por un joven alto y rubio de ojos azules, típico chico que salía en las novelas estadounidenses que veía en la televisión.

-Buenas tardes, si necesita algo estamos a su servicio.

-Eh... yo venía por el empleo-apuntó con su pulgar a un anuncio que estaba pegado a la vitrina del local donde anunciaba que necesitan empleados.

-Oh claro, pasa por aquí- el chico lo guió hasta una puerta que estaba detrás de los baños.

Al ingresar cerró la puerta para después mirar al chico de cabello hongado y rubio que estaba sentado detrás de su escritorio y lo miraba detenidamente .

-Te vez cómo alguien inofensivo, me caes bien, tienes el trabajo.

-Ehh..seguro?

-Sip, necesito empleados, ah, mucho gusto Kim Jungwoo, tu jefe.

Estrechó la mano del chico el cual mantenía una bonita sonrisa en su rostro.

-Bueno, el gusto es mío, me llamo Huang Renjun y ¿que hago con esto? - alzó las hojas de empleo que se suponía que el contrario revisaría para ver si quedaría contratado.

-Tu no te preocupes, puedes quedartelo o dejármelo, no hay problema, te vez chiquito, me imagino que ya tienes 18 ¿cierto?

-Oh bueno, falta unos cuantos días para que los cumpla.

-Bien, bien, cómo sigues estudiando,¿cierto? - alzó una ceja el joven a lo que el respondió asintiendo con la cabeza - trabajarás medio tiempo para que no estés tan agotado cuando llegues a tu casita y hagas tus trabajos escolares, la paga será buena, si tienes alguna duda puedes venir a preguntarme, mañana comienzas y ¡espero podernos llevarnos bien! - al final se emocionó haciendo que Renjun riera

-Muchas gracias señor.

-Oh no no no, soy joven aún tengo veintidos.

-Lo siento - se inclinó pidiendo disculpas a lo que Jungwoo se levantó y fue corriendo hacia el.

-No te preocupes pequeñín - recompuso su postura cuando escucho la voz del mayor - puedes ir a conocer por ahora a mis empleados y después ir a casita, espero y hagas amigos.

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-¡Llegué! - gritó a lo que fue recibido por abrazos de sus amigos.

-¿Cómo te fue? - Jaemin preguntó mientras guiaba a el rubio y Renjun al gran sofá.

-Bien, pensé que no iba a encontrar empleo...

Paso un gran rato contándole a los chicos su travesía hasta conseguir un empleo y cuando terminó decidió ir a su habitación a descansar. Acostado en su cama su celular vibró dando a entender que le había llegado un mensaje, sonrió al ver que se trataba de uno de los empleados de la cafetería, Hrvy, el chico alto, rubio y de ojos azules estadounidense, era demasiado amigable a lo que lograron intercambiar de números quedando en seguir conociéndose.

Jaemin terminó de hacer la cena y Jeno de lavar la ropa, decidieron ir a ver a su Renjunnie, se pararon en la entrada de la habitación y fruncieron su ceño al verlo sonreir mientras estaba en el teléfono, lo dejaron pasar al imaginarse que tal vez se traba de Yuqi, la madre del chino pero en la hora de la cena el castaño continuó pegado al celular a lo que el Jaemin le arrebató el aparató mientras se cruzaba de brazos.

-¡Eh! ¡Mi celular! Dámelo.

-Nop, es hora de la cena ¿con quien hablas tanto?.

-Nadie, dame mi teléfono.

-Jeno- Jaemin dijo y le aventó el celular al rubio, lo atrapó y leyó las conversaciones para después mirar la foto de perfil en donde aprecia Hrvy.

-¡¿Nos estas cambiando por un Ken?!

Jeno le mostró a Jaemin la foto del chico haciendo que Renjun se enojara

-¿Qué? ¿celosos? - golpeó con sus pequeñas manos la mesa y miró mal al rubio.

-¡Sí! - exclamó la pareja haciendo que Renjun e incluidos ellos se sonrojaran.

En un momento de distracción el castaño le arrebató el celular a Jeno y sonrió levemente.

-Nunca los cambiaría, el es sólo uno de los empleados de donde trabajaré. No me gusta.

-Lo siento Renjunnie- el castaño miró al chino y bajó su cabeza - no debí de quitarte el teléfono y dárselo a Jeno.

-También lo siento.

Ya en ese momento la pareja ya tenían sus cabezas hacia abajo, eran cómo unos pequeños cachorros cuando los regañaban su dueño.

-Chicos, por nada en el mundo los cambiaría...

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You're Beautiful #2 /NoRenMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora