1

5.1K 487 50
                                    

Levanto mi colchón y lo dejo caer cuando veo que no hay nada debajo. Tiro la almohada al suelo y deshago la cama por si se me hubiera extraviado ayer. Nada.

Tras terminar con mi cama voy a por la de Felix, que está sobre la mía y luego pruebo con la de Jeongin. Lo quito todo y rebusco, pero tengo la misma suerte. Hago lo propio con la habitación de Jisung, Hyunjin y Changbin, pero el problema viene cuando voy a la de los mayores.

—¿¡Quién te ha dado permiso para tocar mi cama!? —grita Minho.

Me sobresalto y la almohada de gatitos se me resbala de las manos.

—He... He perdido algo importante.

—¿¡Y qué te hace pensar que pueda estar ahí!?

—Tengo que buscarlo por todos lados. Hyung, es importante.

Recoge su almohada, la tira sobre el colchón y se cruza de brazos.

—¿Qué es lo que no encuentras?

—Mi diario.

Sus labios se entreabren, hace una pausa y se frota la frente.

—¿Cómo has podido perderlo? Si lo encuentran los demás date por muerto.

—No exageres...

Alza una ceja en mi dirección, se gira hacia su cama y la deshace, aunque antes ha dicho que es imposible que esté en ella. Después sube las escaleras para remover la de Chan.

Me quedo plantado en medio, demasiado acobardado por sus palabras como para seguir buscando. Si los demás se enteraran... ¿qué pasaría?

—No te quedes ahí. Ve al salón, quizá lo dejaste por ahí sin darte cuenta.

Corro hasta allí y me encuentro a los otros seis hablando en los sofás mientras se ríen. No me importa de qué hablan, simplemente me centro en mi tarea y reviso cada lugar con muy poco disimulo.

—¿Qué buscas, Minnie? —me pregunta Hyunjin.

—Uh... Un calcetín.

—¿Un calcetín? —interroga Changbin con cara de confusión, como si acabara de decir la mayor estupidez del mundo.

Me sonrojo inmediatamente cuando me dirige la palabra.

—Sí... Es un calcetín amarillo. Si lo encontráis, avisadme.

Estoy mintiendo y no me preocupo de lo que piensen. Necesito encontrarlo como sea, así que decido acabar de buscar por las habitaciones que me quedan, pero cuando he terminado con la cocina e incluso con el baño —el único lugar seguro, a veces, para escribir— me doy cuenta de que me he quedado sin lugares donde mirar.

Por tanto, vuelvo a mi cuarto, donde Minho sigue buscando por todos lados.

—Gracias —le digo, llamando su atención—. No lo he encontrado... aun así gracias por estar ayudándome y no enfadarte.

—Sé que fue un accidente que me enterara, pero ahora comprendo un poco mejor tu situación y entiendo por qué escondes tanto ese diario.

El caso es que hace un par de meses me metí en su cama para escribir con tranquilidad. Podría haberme quedado en mi propio cuarto, pero Felix y Jeongin no dejaban de hacer ruido mientras jugaban a vete a saber qué corriendo desde el salón a la habitación todo el tiempo. Además, no podía meterme en la de Changbin porque estaba componiendo con Chan y con Jisung. Tenía que aprovechar el único lugar donde más seguro y cómodo iba a sentirme ya que Minho estaba creando la nueva coreografía y estaría lejos de casa hasta la noche.

Hyunjin estaba allí, tumbado en su cama viendo una serie. No le importó que me quedase con él, haciéndole compañía en silencio.

—Pero espero que sepas que Minho se va a enfadar mucho contigo.

—No tiene por qué enterarse de que he sido yo. Es que su colchón es el más blandito.

Hyunjin se encogió de hombros y se centró de nuevo en el drama.

Y entonces empecé a escribir todo lo que me había estado guardando dentro desde que conocí a los chicos. Tenía tantas cosas que decir, que no me di cuenta de que Minho abrió la puerta de la habitación y se me quedó mirando sorprendido.

—¿Se puede saber qué haces? ¿Acaso te has duchado?

—Todavía no —respondí.

—Seungmin, por el amor de Dios, no te metas en mi cama, pero si lo haces, lávate primero. —Suspiró—. Mira, como no te vayas ahora mismo, es muy probable que te ahogue con la almohada. Ya me estoy conteniendo demasiado.

Así que, sí, me marché todo lo rápido que pude.

Y sé que Minho no habría leído nada si hubiera sabido lo que tenía entre sus manos, pero bastó la primera frase para entenderlo todo.

«No sé cómo empezar a explicar que estoy enamorado de Changbin».

Hearts never lie [Seungbin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora