Grito.

678 57 4
                                    

-Hey -Gritó aquella voz tan horrenda que escuchaba todos los días antes del último toque de entrada -Imbécil ¿estas sordo? -Tomó el auricular derecho de su oído para aventarlo al suelo.

Xiao Zhan ha pasado por eso durante 2 años y aún no lograba superar el miedo que sentía al escuchar la voz de Wang Hao Xuan, el cual le ganaba por unos cuantos centímetros de estatura, tenía un gran cuerpo lleno de músculos pero nada tosco, mirada obscura que podía intimidar a todos pero algo que resalta en él es el corazón tan endurecido que tiene para Xiao como para golpearlo todos los días a las 7 de la mañana.

-¿Qué te hace creer que hoy te salvarás de esto? -Prosiguió con un golpe en el abdomen de Xiao Zhan, el cual ya se encontraba cabizbajo atrapado entre los lockers de su escuela y los dos amigos de Wang - Oh -Mencionó asombrado -¿Por qué no haces ningún ruido de dolor? -Volvió a golpear el abdomen del chico que tenía acorralado hasta que este soltara un gruñido de dolor.

Con una inmensa sonrisa dejo caer el cuerpo de su contrario al suelo y dar la orden a sus amigos "golpeenlo hasta que grité", al escuchar eso Xiao Zhan sabía que mientras más rápido gritará pronto lo dejarían y podría ir a su clase así que después de algunos cuantos golpes soltó un grito, las lágrimas corrían por su rostro y una leve sonrisa se formó al ver a los otros dos chicos darse la vuelta e irse detrás de Wang.

¿Por qué soportaba todo eso?  La única respuesta que podía dar era "Porque no debo molestar a los demás con mis problemas", Xiao Zhan pensaba que sus problemas no se iban a poder comparar con los de sus padres y no tendría ningún derecho de reclamar el cambio de escuela ya que si lo hacía sería una gran deshonra en la familia, el debía lograr ser aquel abogado que su padre siempre inspiro en él. Adolorido se levantó del suelo y fue al baño, un labio roto y marcas rojas por todo su abdomen y piernas, sacó de su mochila aquellas bandas que siempre cargaba para soportar el dolor, se alistó para ir a su segunda clase ya que esta vez no había logrado llegar a la primera.

Las personas a su al rededor notaron las nuevas marcas en su cara y supieron de inmediato que nuevamente Xiao Zhan no se había logrado escapar aquella mañana de los golpes de Wang, muchos comentaban "pobre chico, el no se merece nada de eso" y muchos otros eran burlas junto con un "ese Xiao se merece todo lo que le hacen, Wang solo le da una lección para que olvide sus ideas y gustos raros". 

Xiao se podía acostumbrar a los golpes pero jamás el escuchar que él era raro solo porque no le gustaran las niñas, odiándose a sí mismo se puso nuevamente los auriculares que por suerte esta vez no se habían roto y siguió caminando hacía su salón pero algo lo detuvo y fue aquel líquido que fue derramado en su cabeza.

-Muy bien Hen Peng- Comenzó a reír y aplaudir mientras veía a Xiao Zhan asustado -Pero ¿Por qué no dice nada? -Hizo un puchero y se posicionó frente a Xiao -¿Te la metieron tan feo anoche que ya no tienes voz como para decir una palabra? -Iba a explotar en lágrimas y no podía permitir que vieran eso, por lo tanto, salió corriendo de aquel pasillo aventando a ambas personas que lo tenían nuevamente acorralado.

-Hen Peng y Wang Hao Xuan, ambos vayan a la oficina del director.

-Ah -Suspiró Wang Hao Xuan -¿Cuándo entenderá el imbécil que no es su asunto? -Dijo antes de que el chico que los mando a llamar se diera la vuelta -¿Será que también debamos darle una lección a sus alumnos favoritos? -Soltó una risa bastante ruidosa.

Sin expresión alguna salió de ese pasillo para dirigirse nuevamente a su salón de clases. Wang Yibo era un chico el cual prefería nunca meterse en problemas con las personas, es más, ni siquiera le importaba tener contacto con alguna que no fuera su hermano y padres; muchos pueden confundir su manera de ser con agresivo y mal educado pero el simplemente era así.

-¿De nuevo?- Preguntó su hermano Lui Haikuan cuando ví al menor adentrarse al salón de clases, que por suerte le habían tocado juntos de nuevo.

Asintió con su cabeza.

-Diablos, espero que nunca le pase algo más grave en verdad.- Dirigió su vista a su hermano.- ¿Les mando a llamar papá?

Abriendo los ojos como plato hizo un alto "Sh" acompañando el sonido con un ligero golpe en el brazo de su hermano, si bien era notorio no quería confirmar las sospechas que tenían los demás de que su padre era el director de aquella escuela.- Debo dejar de mandarlos a la oficina del DIRECTOR- Hizo énfasis al cargo de su padre- Wang Hao Xuan dijo que tal vez debería darnos una lección para que se dejara de meter en sus asuntos.

Comenzó a reír- Sabes que si él nos pone una mano encima no se la va a acabar con nosotros- Comenzó a golpear el aire como si de Wang Hao Xuan se tratara.

Las clases comenzaron de nuevo, mientras dos chicos se la pasaban realmente bien entre risas y bromas dirigidas a Wang Yibo, del otro lado se encontraba el un chico siendo molestado con bolitas de papel siendo aventadas por el jóven que estaba en la esquina de su fila.

Xiao Zhan tenía perdida la vista en la ventana de su salón, sin poner atención a nada de lo que se estaba hablando en su clase simplemente pensaba en como sería una vida sin la existencia de los jóvenes que lo golpeaban, el como se vería su cuerpo sin cada moretón y cortada que lo adornaba, pensaba en como sería una vida con una familia unida y amorosa pero solo se quedaría así, como una ilusión más y ya.

Los pasillos vacíos se inundaron con el sonido fuerte de la campana que indicaba el fin de todas sus clases, levantándose de su asiento sintió que su mochila era arrebatada por alguien más y siendo sacudida ante sus ojos, sin meterse entre los chicos hambrientos de más violencia vio como uno de ellos comenzaba a arrancar cada hoja de sus cuadernos al igual que de los libros, "Papá había acabado de comprarme de nuevo ese libro" pensó sin poder hacer nada, cuando vio que estos habían terminado de hacer sus desastres se incó y comenzó a tomar lo poco que había quedado de sus materiales, Xiao estaba cansado de tener que inventar mentiras nuevas todos los días y ver la cara incrédula que hacia su padre cada que le pedía dinero para libros nuevos, al levantar uno de sus cuadernos salió a su vista un dibujo que había hecho antes de que su clase terminará.

En este se podía ver las espaldas de un chico de su mismo grado pero diferente clase, el dibujo estaba tan bien diseñado, cada trazo que lo conformaba le daba la interpretación que sus dibujos siempre demostraban, después de admirar tanto aquel dibujo sonrió y prosiguió guardando sus cosas.


Without LightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora