Capítulo 3

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Advertencia: Las partes en cursiva son recuerdos

Capítulo 3

Auron corría con todas sus fuerzas, tras él se encontraba Rubén, o mejor dicho, Rubius, como le gustaba que lo llamaran. No muy lejos de ellos podía escuchar a sus perseguidores. Fargan corría al frente y les daba indicaciones a ambos.

Habían logrado escapar de la celda, y aunque el pueblo parecía pequeño, era un laberinto para ellos. Lo único que sabía era que debían llegar al bosque, de esa forma tendrían oportunidad de escapar.

Si tan sólo hubieran sido más rápidos, su ventaja sería mayor.

Fargan se levantó y se acercó a la puerta de la celda con el mini explosivo en la mano.

―Espera, ¿dónde has guardado eso? Nos revisaron muy bien ―preguntó Rubius.

―Los magos no revelan sus secretos, amigo ―Fargan le sonrió y ambos hicieron una mueca de asco al imaginar donde pudo estar ese artefacto―. Bien, chicos, tampoco estaba en un lugar tan malo.

―No queremos detalles, cerdo ―dijo Auron―. Ahora, sácanos de aquí antes de que vuelvan.

―Está bien, háganse para atrás ―ambos se hicieron hacía la pared del fondo y Fargan sacó un encendedor de su bolsillo. Prendió la mecha del explosivo y rápidamente lo puso sobre la cerradura de la puerta. El estallido fue demasiado fuerte para el gusto de Auron, pero la puerta se abrió sin problemas. Eran libres―. Bien, es hora de correr, es seguro que hayan escuchado y nos atraparan si no nos movemos ―indicó el mayor.

Los tres hombres salieron rápido de la celda y tomaron sus mochilas. ―Joder, Fargan. Si tenías esto, ¿por qué no salimos desde ayer? ―preguntó el rubio.

―Eso es fácil, mi querido Rubius. En la noche es más peligroso caminar por el bosque, y debía asegurarme que estuvieran ocupados para tener más posibilidad de irnos. Nos tenían muy vigilados, hasta esta mañana que llamaron al pequeño sexy jefe a una junta ―Fargan le guiñó el ojo al más alto.

―Vaya, pensé que sólo eras un fanfarrón imbécil, pero parece que no.

―Uh, me ofendes. Tengo buenas habilidades ―siguió hablando Fargan mientras se acercaba a la puerta―. Habilidades como estas ―dijo antes de que la puerta se abriera y dos guardas entraran. Fargan no dudo en sentar unos buenos golpes en los hombres, que los dejaron fuera de combate en segundos―. Bien, es hora de correr, ¿listos?

Y los ambos asintieron.

Ahora estaban escondidos detrás de un gran muro. Escuchando como los guardias pasaban por el otro lado y gritaban órdenes. Los tres intentaron regular sus respiraciones. Los guardias no habían tardado en pisarles los talones cuando salieron de la estación de policía del pueblito. Eran demasiados guardias, pero Fargan era muy bueno para evadirlos, lo que les dio ventaja. Aunque Auron se preguntaba qué era el hombre realmente. No parecía que fuera un simple periodista como se había presentado hace un mes frente a ellos.

Bueno, ya tendría tiempo de abordar el tema, por ahora, estaba agradecido de que tuviera sus secretos. Fargan les hizo una señal y empezaron a correr de nuevo.

...

Luzu miraba la celda vacía. No sabía que sentir, estaba impresionado de que tres simples hombres estuvieran causando tantos problemas a los guardias más calificados. Tal vez debería reevaluar las capacidades de sus guardias, pero eso ya sería después, antes tenían que encontrar a los fugitivos.

It has to be you (Fate series 1: LuzuPlay)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora