Capítulo 6
Luzu miraba a Mónica moverse detrás de la barra sirviendo trago tras trago. La morena estaba tan seria como siempre, pero los clientes ya parecían acostumbrados a su mirada intimidante. Luzu aún no estaba muy convencido con la decisión que tomó la mujer, creía que ella estaría mejor en su casa con su condición actual, pero ella ya había tomado la oferta del hermano de su marido para trabajar medio tiempo en su bar.
Mónica sólo trabaja en el turno de día, era un horario "amigable", ya que no había tantos incidentes como con los pocos borrachos nocturnos del pueblo, quienes en realidad, no eran violentos. Y aunque Mónica era una experta para poner a todos en su lugar cuando no se comportaban, su embarazo de seis meses aún era delicado, pero la de cabello negro le dejó claro que si estaba más tiempo encerrada mataría a alguien, y ese alguien era su marido. Así que Luzu tuvo que aceptar con la promesa de que un guardia estuviera con ella por si sucedía algo.
El trato se cerró con una Mónica pensando que peor era nada, y un Luzu creyendo que era una total irresponsabilidad de su parte aceptar aquello, pero también sabía que Mónica era una mujer calculador y cuidadosa, y si hacía eso, era porque podía mantenerlo controlado. Además, el pueblo de Karmaland no era un lugar con habitantes peligrosos, a pesar de la existencia de una estación de policía y guardias.
El pueblo sólo mantenía a los guardias, o guerreros, por tradición, pero la vida ya no era como hace siglos, ya no había constantes peligros o guerras. Ya no había más pueblos como ellos. Y sobre la estación de policía, era sólo para que los habitantes tuvieran un lugar donde pedir ayuda para encontrar alguna gallina desaparecida o controlar alguno que otro problema con animales salvajes.
Karmaland era un lugar donde ser policía era el peor trabajo, por eso Alexby estaba molesto con él, odiaba que lo hubiera asignado a un puesto "inservible." Básicamente era el único policía del pueblo, pues los guardias no eran considerados como aquello; Alexby era la cara amigable en la que el pueblo confiaba, pero el pequeño hombre no lo veía de esa manera. Su único caso interesante fue el que sucedió hace menos de un mes, con los extraños forasteros, ya no tan extraños.
Por lo mismo, Luzu había tomado una decisión, sabía que eso podría animar a Alexby, sólo debía decírselo pronto.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos al ver quien entraba por la puerta del bar. Auron le sonrió cuando cruzaron miradas, se dirigió a su dirección y se sentó frente a él. En el proceso saludó a Mónica, quien sólo hizo un movimiento de cabeza y siguió con su trabajo en la barra.
―Hombre, Luzu, ¿este lugar no es algo inadecuado para una mujer embarazada?
―Es lo mismo que le dije a Mónica, Auron. Yo le ofrecí un puesto como mi secretaria o en la biblioteca junto a su marido, pero ella sólo dijo que prefería morir antes de hacer algo tan aburrido. No en esas palabras, pero algo similar ―ambos rieron.
―Es un mujer que le gusta el peligro, ¿no? ―preguntó Auron viendo a Mónica.
―Lamentablemente, si ―el cansado suspiro de Luzu hizo reír de nuevo a Auron.
―Debe ser muy cansado tratar de manejar este lugar con gente tan... peculiar ―el de cabello oscuro miró al castaño. Este pareció sorprendido por lo dicho.
―Bueno ―pasó una mano por su cabello antes de contestar―. Después de un tiempo te acostumbras, vivir tantos años con ellos, aquí, lo vuelve algo natural; nada dice que yo no sea alguien... peculiar también, Auron. He vivido aquí desde siempre.
Ambos hombres se quedaron viendo sin decir nada. La mirada de Auron le decía al castaño que el hombre sabía que había algo más en esas últimas palabras, como si esperara que entendiera algún tipo de código, pero sin saber cuál. Y Luzu esperaba que en un momento no muy lejano pudiera decirle que era aquello.
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It has to be you (Fate series 1: LuzuPlay)
FanficLuzu estaba viviendo una segunda vida sin su alma gemela, resignado después de tanto tiempo, siguió haciendo su vida en el tranquilo pueblo de Karmaland. Pero la llegada de un grupo de forasteros al pueblo termina con su tranquilidad, más cuando des...