♦♪19♪♦

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(…)

Quien lo diría, llevo dos años con Alastor, algunas cosas no salieron tan bien pero salimos a delante supongo, el chiste es que hoy voy a ver a mi abuela de parte de mi padre, vive lejos unas 6 horas en coche, obvio Alastor no estaba solo mi madre, padre y yo.

— ¡Un venado! — fue lo último que escuché decir a mi madre antes de que choquemos.

Cuando me desperté no estaba en mi casa o en mejor caso un hospital, todo era blanco, estaba en nubes literalmente.

Me levanté y pude ver unas rejas doradas muy lindas, me hacer qué y Vi a una señora con alas.

— ¿____ _______? — solo dije un "si" con mi cabeza y busco en un enorme libro, mi nombre...supongo. — no, no puedes estar acá, mataste, robaste y te relacionas te con un demonio infierno

En eso sentí como caía, esto paso tan rápido, lo digo en serio, estoy callendo al infierno, estoy llendo al infierno...

Dos días antes

— Alastor, si yo muriera ¿Iría al infierno?

— es lo más probable querida, mataste y incluso robaste, creo que tú mayor pecado sería invocación pero te relacionas te conmigo, un demonio.

Hablo calmado, suspiré, casi nunca pensaba en eso pero por algún motivo hoy si.

— en pocos días tengo que ir con mi abuela, mi padre dice que le marco ella a el diciéndole que la visite, queda algo lejos unas 6 horas en coche es en ****** no se si lo conozcas.

— ¿No podría ir? — me miro yo solo negué — en ese caso tendría cuidado, los ciervos suelen pasar por ahí.

— está bien supongo...

(…)

— espero te la pases bien

— gracias al, tú no mates a nadie...

Actualizadad

Seré mis ojos esperando el golpe pero nunca llego, al abrirlos estaba en el suelo, con Alastor frente de mi.

— bienvenida cariño.

Tenía su típica sonrisa, mire mis manos, mi ropa y toque mi cara, no cambie mucho tenía cuernos negros, mi cara era normal, no era mitad de nada, tenía una cola con una falda negra y una blusa color vino, unas medias negras con rayas blancas casi a lo último, dos para ser exactos y del mismo tamaño con zapatos de meter negros. ¿Que si tenía cola de demonio? No, oh al menos no la tenía por si aparecía en algún momento.

— ¿Y mis padres? — fue lo único que dije.

— vivos, solo tú moriste, lo lamento querida.

♪¡Sigue sintonizandonos!

𝑒𝑠𝑡𝑢́𝑝𝑖𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑚𝑜𝑛𝑖𝑜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora