21 . El rescate

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La naval espacial de la Alianza había desarrollado una forma de transporte que rompía las barreras del tiempo y el espacio, lo llamaban: "Salto Hyperbolisch-Raum". Utilizaban un derivador de materia para crear una fractura temporal, derivada de una puerta inducida. Una vez que ingresaban al portal la nave avanzaba a la velocidad de la luz, reduciendo el tiempo total de un largo viaje espacial a su vigésima parte.

Gracias al Salto Hyperbolisch-Raum, el destacamento de la Alianza alcanzó la órbita de Marte en diez horas estándar, viaje que normalmente tomaría varios meses, incluso años.

Nos hallábamos a setecientos mil kilómetros de Marte. Aparte del Anomalocaris también viajaron dos corbetas, sumando un total de tres naves en nuestro destacamento. La misión era destruir Fobos lo antes posible. Sin embargo, la doctora Cortilliari había hablado con el Almirante Camoranezzi y con el Mariscal de la Alianza para autorizar un protocolo de rescate. Durante el viaje a Marte pensé varias veces en la motivación que tenía la doctora para rescatar a Kat. Siempre creí que el único interés en ella era la vacuna del Mesiah; pero el virus, poco a poco, estaba siendo controlado, así que no debería haber existido ningún otro interés en Kat. Por lógica, era más sencillo destruir Fobos con Kat en él para evitar que el nuevo virus sea liberado en las colonias; pero en lugar de ello optaron por un rescate, ¿por qué?, ¿sería por su código genético? No lo podía comprender. La doctora Cortilliari tenía grandes expectativas científicas, ella quería tener a Kat para aprender de su genética y al final había convencido a los militares de la Alianza de la importancia de su trabajo. Al principio me irritó pensar que Kat no era más que un sujeto de laboratorio para la Alianza; pero, la posibilidad de un rescate compensaba cualquier consecuencia, solo quería tener a Kat a mi lado de nuevo, aunque fuera por solo unos segundos.

La misión de demolición iba a iniciar en unas pocas horas. Toda la nave se hallaba en alerta naranja, preparándose para eliminar a Fobos del Sistema Solar. Laura y yo fuimos convocados por el Almirante en la sala de control de misión. La doctora Cortilliari, Kenji Kazama, Diego Napola y otra militar más estaban allí.

—Bien, señores; ya que estamos todos los involucrados, voy a explicarles algunas cosas —dijo el Almirante, se aclaró la garganta y continuó—. Al Mariscal del Espacio no le gustó mucho la idea del rescate de Antonova, pero la doctora Cortilliari —la miró de reojo con cierta molestia— lo persuadió para intentarlo, así que vamos a tratar de sacar a Katya de ese asteroide.

Varios murmullos empezaron a sonar en la sala. Un Oficial extendió unos holo-mapas sobre la mesa y Camoranezzi empezó a explicar.

—Marte tiene dos pequeños satélites, asteroides capturados por la gravedad del planeta hace miles de años. El exterior es Deimos, orbitando a una distancia de 23.462 km de Marte. El otro, el más grande, es Fobos y orbita el planeta a 9.380 km de Marte. Este segundo es el que nos interesa —explicaba mientras pasaba a un mapa de Fobos—. Durante los primeros años de la era de la colonización, ambos satélites eran colonias al mando de Pangea que, más tarde, pasaron a la administración argentina. Sin embargo, ambas lunas se perdieron por diversos conflictos y ahora están bajo la administración de la Sinarquía. Luego del desastre en Olimpo y las ruinas de Tiwanaku 2, hubo un corte de comunicaciones y desde entonces nadie ha vuelto a recibir noticias de Deimos y Fobos, antes conocidas como las "Lunas Argentinas", ni de Marte.

Ahora sabemos que Pangea, Gondwana y Laurasia son el fantasma de colonias agonizantes sobre el planeta rojo; por lo que se pensó que todos los colonos de Deimos y Fobos habían muerto, hasta que uno de nuestros espías detectó actividad en ambas rocas.

En el caso de Fobos, la actividad es terriblemente intensa. El asteroide genera quince veces más calor del que recibe del Sol. Durante una exploración detallada, nuestros espías descubrieron una gran instalación de casi quince kilómetros en el interior del asteroide.

Praetorian - Días Sin LuzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora