Hija de la luna (la historia que nunca te contaron)

Carta de despedida

Narra Amarís

Tiempo después del rescate de Derek me quedé a su lado, no quería alejarme de él ya que sentía miedo no podía subsistir si él no estaba, si él se iba sentía como si me volvieran a secuestrar y recordaba los días en que estuve encarcelado en esa prisión tan fría sucia y tenebrosa en la que estuve no podía dejar de pensar en lo que estaba sucediendo y cuando él volvía me abrazaba y me llenaba de calidez reaccionaba y volvía al mundo real en el cual no quería dejar de estar.

Unos cuantos días después de mi secuestro derik había había decidido comprar boletos de tren tendríamos una serie de viajes hasta llegar a un lugar en donde nos sintieramos seguros, Alemania ya no era segura para nosotros fuéramos jóvenes o no las personas aún reconocían que éramos hijos ilegitimos de Hitler y eso nos volvía blancos de muchas críticas, burlas, ofensas y hasta intentos de asesinato. Para probar alimento teníamos que asegurarnos que la persona que nos ofrecía lo tomara y ver que no le sucediera nada pues podría estar envenenada.

Habían noches en las que yo no podía dormir me levantaba asustada y agitada por las terribles pesadillas que azotaban a mi mente, todos esos recuerdos atroces que tenía de la cárcel en la que pase no dejaban de atormentarme, derek siempre estuvo ahí para tranquilizarme, el sufría conmigo y si yo lloraba lo hacía también, habían días que podíamos estar felices y disfrutar de la compañía del otro pero eso no cambiaba la situación terrible en la que viviamos.

Para celebrar mi cumpleaños derek que me había comprado un lindo vestido estaba muy agradecida pero me sentía muy mal después de todo el dinero que nos había dado mi madrastra y mi tío se nos había acabado hace ya algún tiempo Derek comenzó a trabajar arreglando libros en una librería mientras barría y atendía a los clientes, y sabía que no ganaba lo suficiente aún así me sentí muy feliz de aquel hermoso detalle de su parte, la mayoría no lo conocía pero en mi caso yo no podía ni salir de mi habitación ya que al tener rasgos tan característicos las personas ya me reconocían, y si no me insultaban en voz baja, me miraban de una manera tan despectiva y llena de odio que molestaba a Derek y siempre terminaban en una pelea a veces la ganaba él y otras veces no, yo tenía miedo de que a él le sucediera algo y para evitarlo pase muchos días encerrada en mi propia habitación hasta que pudo reunir mucho dinero y puedo comprar boletos de tren para mudarnos a otra ciudad más tranquila muy apartada del Alemania central [Berlín], para consolarme Derek me había dicho que era muy hermosa y tranquila había sido una de las ciudades que la había visitado antes de ir a donde mi tío Hitler yo no sabía si creerle o tener miedo.

Derek: tiene lindos riachuelos, es un pueblo muy tranquilo...es un cambio muy lindo....creeme....-abrazandola susurraba- estaremos juntos y nadie nos podrá separar Amarís....

Amarís: tengo miedo que si me conozcan....que te ocurra algo por mí culpa -apretaba los ojos y lloraba en su pecho- todo esto es mi culpa...debemos dejar Berlín por mi culpa ...

Derek:-abrazandola secaba sus lagrimas- no es tu culpa ...las personas no logran entender que tú no tienes la culpa de nada..piensan que sólo por conocer a Hitler...tienes la culpa de todo....y de eso no eres responsable..-saco una cajita- alégrate Amarís...podremos abrir la caja que padre te regalo antes de morir....

Amaris: es verdad...lo había olvidado por completo...-secaba sus lágrimas y le sonreía- sé que todos odian a mi tío...pero la verdad es que...no puedo odiarlo....y nunca lo haré...-sacaba la llave que tenía puesta como collar-

Derek: y eso demuestra lo puro que tu corazón es Amarís....por eso padre y todos lo que te conocían te querían mucho....por tu pureza ...-sonreia mirándola a los ojos- incluyendome...

Amarís: mi tío me había dicho...que yo lo salve....-cogia la cajita y asintiendo mientras soltaba una lagrima- y...en cierta parte ...

Derek: el tenía razón ...mucha razón ...-sonreia mirandola- adelante...abrela...

Amaris:-metia la llave en la cerradura de la cajita y le daba vueltas la cajita al comenzar a abrir soltaba una música muy dulce y suave- esa melodia...(es la que me había compuesto mi tío ...en mi cumpleaños...cuando cumplí 8 años...) -soltaba lágrimas y tomaba una nota que había allí junto con algunas joyas, collares, y dinero-

-Leia de manera suave y triste con la voz algo quebradiza-

"Mi querida amaris, si llegas a leer esta carta es porque ya no estoy a tu lado y sucedió lo inevitable mis ideales para que Alemania se expandiera y no sea sólo un continente sino todo el mundo se vinieron abajo y sin importar lo que digan las demás personas el karma vino por mí, me juzgó y sentenció a tener el destino que tú has de conocer en estos momentos, esta carta contiene todos los sentimientos que tengo hacia ti. Tal vez en este momento me odias y no te culparía te dejes sola en los momentos que más me necesitabas y espero que algún día me perdones, pero si soy sincero fuiste un rayo de luz en mi vida mi odio hacia los judíos fue porque tuve una infancia muy marcada por culpa de ellos fue muy infeliz y de alguna u otra manera quería que ellos pagaran por lo que me hicieron tal vez suene loco pero así es como yo me sentí durante todos esos años en los que fue el führer de la Alemania nazi que yo mismo forme juré vengarme de ellos y lo cumplí como tú sabes la venganza es un boomerang a veces fuera de tu lado y otras veces te ataca, ahora era mi turno de ser atacado.

Sé que no podré descansar en paz por todas las atrocidades que cometí y que algún día te has de enterar, te han de hablar horrores de mí y en cierta parte tal vez allá verdad pero lo más probable es que sean cuentos de personas resentidas, amaris te dejo mi legado, las joyas que tú ves ahí eran las que te iban a regalar durante todos los años de tu vida pero por obvias circunstancias no podré hacerlo por eso me adelanté a los hechos y las mandé a confeccionar antes de que todo esto sucediera debajo de la cajita vas a encontrar varias cartas cada una de ellas dice el tiempo en el que deben ser abiertas, las escribí con anticipación pensando en que algo podría suceder mí y tal vez haya tenido razón en hacerlo.

Sólo te quiero agradecer por todo lo que has hecho conmigo fuiste el ángel de la guarda que alguna vez necesite y que por mis pecados perdí, no sabes lo agradecida que estoy contigo porque con tu cariño, amor, inocencia y pureza pudiste depurar poco a poco mi corazón, de toda la maldad y dolor que tenía por dentro, tal vez el infierno sea una tortura eterna con la cual pagaré todo el dolor que provoqué pero estoy segure que en esta corta vida pude sentir que es la felicidad a tu lado, siempre te voy amar como la hija que nunca tuve y te agradezco mucho todo lo que has hecho por mí muchas gracias mi querida amaris... Te estaré esperando para que cuando tú fallezcas pueda ir de tu mano a tener un reposo eterno, tal vez no merezca decir que iré  cielo después de ser perdonado y quizá nunca entre aquel lugar celestial, pero me reconforta saber que en tu gran corazón hay un espacio para mí".

Te quiere Adolfo Hitler~

Después de leer aquella carta las lágrimas no dejaban de recorrer mis ojos y mis mejillas, lo único que hacía era abrazar a la cajita y a la carta que tenía en mis manos derek al haber escuchado todo se limitaba a abrazarme, en algo se equivocaba aquella carta yo nunca logré odiar al führer realmente lo quise como ningún otro pues es él fue el padre que nunca tuve...