Anuncio

87 12 0
                                    

Narra María:

Ya llevaba una semana viviendo con el pastor Scott que amablemente me había ofrecido quedarme ahí a vivir para evitar ser perseguida por los rebeldes o por las persona que asesino a la señora Alessia ya que era muy probable que también quisiera matar a la señorita Amaris, aún así no deje de visitar el poblado más cercano que había a la cabaña del pastor Scott, Al ser un hombre ya anciano no podía montar a caballo por un problema que tenía en la rodilla y yo de alguna forma debía devolverle todo lo que hacía por mi y por la señorita Amaris como eran unos 30 minutos de camino a caballo el se quedaba con la señorita Amaris cuidadola y jugando con ella.

Un día cuando llege a la plaza central a comprar algunas cosas que necesitaba escuché a un guardia dar un anuncio a todo el pueblo el anuncio era que Hitler le iba a hacer un homenaje a la señorita Alessia ya que todo el pueblo de Alemania estaba conmocionado y melancólico por su muerte.

Sentí mucha felicidad y alivio ya que podría decirle a él después de ese discurso que la señorita Amaris se encontraba viva y sana, pero había algo en mi interior que me decía que no debería hacerlo, siempre salía encapuchada por si alguien me reconocía mientras escogía que frutas iba a comprar me puse a razonar era algo sospechoso que pudieran quemar la mansión sin ningún tipo de problema y sin dejar algún tipo de evidencia incriminatoria, el señor Hitler había contratado a muchos guardaespaldas y los había puesto en lugares estratégicos  alrededor de la mansion y tenía un sistema de seguridad por si alguien intentaba hacerle algo a la señorita Alessia y a la señorita Amaris lo cual no cuadraba con lo que sucedió esa noche.

Era como que si nadie estuviera vigilando en esos momento ya que aquella persona entró sin ningún tipo de problema no se escuchó nada ni si quiera hubo un miniml ruido de forcejeo más bien fue como si lo hubieran dejado pasar por la puerta principal, algo no estaba bien y eso me inquietaba la señora Alessia sabría que la asesinarian pero ¿porque?.

Mientras seguía haciéndome todas esas preguntas terminaba de escoger las frutas le pagaba a la dueña del negocio y me subía a mi caballo cabalgando hacia la cabaña del pastor Scott sin dejar de pensar en eso.

La señorita Amaris por otro lado no dejaba de mostrar una dulce sonrisa en todo momento y cada vez que dormía por alguna extraña razón la luz de la luna cubría su rostro, me había percatado que la señorita Amaris no tenía con que jugar y le hice un conejito de trapo que cargaba adonde sea que ella estuviera hasta para darse un baño el conejito estaba con ella sino se ponía a llorar y eso era lo que menos me gustaba que pasase, después de todo ella lo perdió todo en solo una noche sin haber cometido algún agravio todo le había sido arrebatado por el mismo destino.

30 minutos después...

Llegaba cabalgando a la cabaña y al bajarme de mi caballo el primero que me recibía era curly con sus saltos de alegría que siempre hacía para después lamer la punta de mis dedos que hacía que yo riera de forma dulce y le diera un suave abrazo.

Scott: vaya curly si que te ha cogido mucho cariño es raro que el reciba de esa forma a las personas por lo general es muy tímido -los miraba sonriendoles de forma paternal mientras se apoyaba en su bastón-

Maria: vaya eso es muy lindo de tu parte curly -acariciaba su cabeza de forma suave sonriendole- me siento feliz de saber que me quieres.

Scott: sinceramente no es el único, Amaris y yo también te queremos María, -se sentaba soltando un suspiro de cansancio-

Maria: usted es el único que no le importa la raza...de la que provengo y me mira como si fuera una alemana cuando en realidad solo soy la mitad -mientras acariciaba a curly su sonrisa se hacía triste-

Scott: es porque...puedo ser alemán pero nunca estuve de acuerdo con "el furias", su ideología es arrogante y egoísta...cuando yo fui a la guerra...un judío me salvó la vida...-mirandola de forma dulce- eso hizo que me diera cuenta que por más que tu y yo no seamos de la misma raza somos iguales en algo...en que los dos somos seres humanos y que en donde sea que tu nacieras perteneces al mismo lugar que yo..sl planeta tierra -se ríe un poco de lo último-

Maria:-escuchaba al pastor de forma atenta y sonreia- si solo Hitler pensara al igual que usted...todo este dolor y muerte pararía...

Scott: no hay más ciego que el que no quiere ver hija mía...pero algún día alguien le hará ver todo lo que hace con nosotros y el por más que quiera pedir perdón se dará cuenta que es demasiado tarde ..-suspiraba algo triste-

Maria: sinceramente no se porque le tiene tanto odio a nuestra raza...-con tono de duda y melancolia fusionadas-

Scott: existen varios rumores pero por más que le haya pasado cosas malas en el pasado no justifica todo lo que está haciendo ahora con Alemania.

Maria: en eso tiene usted razón -dejaba de acariciar a curly y se levantaba- ¿la señorita amaris se encuentra descansado?

Scott: si María deberías de descansar igual se lo largo que es el viaje de aqui a la cuidad

Maria: tiene razón....pero lo que me preocupa....es que los soldados...encuentre a Amaris....el furias...no dudará en matarla...y eso -apretaba las manos- no lo voy a permitir

Continuara...

Hija de la luna (la historia que nunca te contaron)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora