Apenas lo diviso sintió que algo cayo a sus pies y que todo lo que había hecho hasta ahora no tenía significado, se sintió como un bollo de papel al cual acababan de arrojar a la basura, sintió una indescriptible angustia en todo su cuerpo, trago duro y simplemente cayo, en su mente pasaron miles de cosas, miles de posibilidades pero esa había sido la última, Sanji era feliz, tenía familia y se había olvidado completamente de aquel día en que lo hirió de la manera más vil, donde no considero sus sentimientos y pensó en sí mismo "¿qué me detuvo amarlo?" se pegunto antes de golpear contra el suelo.
Sintió unas tibias manos en su rostro mientras se oían varias voces –mierda Marimo, eres un desastre- pasaba un trapo frio por su mejilla mientras reposaba su cabeza en su regazo –Hideki, ve a ayudar a tu madre- quería decirle tantas cosas en ese momento pero se quedó deleitado ante el Sanji actual, su cabello junto a su fleco estaban más cortos, su estúpida perilla seguía igual y la madurez remarcaba su rostro, inconscientemente alzo su brazo y su mano acaricio la mejilla de su rival, el cocinero era atractivo como cuando eran mocosos –¿Cómo te sientes?-
Cerro su único ojo y sonrió de lado, un gran peso de a poco se iba desvaneciendo dentro de su pecho.
Law era el doctor aquí y no pudo sentirse más inútil que nunca, observo con rencor como la conexión de ambos se fortaleció en cuestión de segundos, algo a lo que él se sentía muy lejano a pesar de ser su esposo, debería de estar allí sosteniendo la cabeza de su pareja y su rostro ser tocado por el peliverde pero no era así, solo era un espectador en ese momento y le molestaba tanto que lo único en lo que pensaba era en empujar al rubio y tomar lo que le pertenecía, pero si lo hacia el espadachín lo odiaría más de lo que lo odiaba.
-Paso tiempo Law- asintió desviando su atención al pequeño rubio que se acercaba corriendo con otro paño mojado –bien, ayúdame- dejo que Kuroashi cargara en su espalda a su pareja, en la casa tendría tiempo de cuidarlo y molestarlo todo lo que quisiera porque nada ni nadie iba a negar que él era la pareja, esposo, amante, compañero del mejor espadachín del mundo, Roronoa Zoro –los dejare a solas, avísame si necesitas algo- al fin estaban solos en la habitación y no desaprovecho la oportunidad de delinear los labios de Zoro y entreabrirlos, sus pupilas se dilataron deleitándose de tal imagen, no estaba haciendo nada malo, solo mediría su temperatura, se inclinó y metió la lengua en esa cavidad, un jadeo escapo de su boca y apretó la almohada para contenerse, estaba tibio, era la temperatura perfecta en su cuerpo, no sentía ninguna anomalía y pudo deleitar de cerca nuevamente a su esposo, mierda, su puño temblaba y era la señal clara de que debía detenerse o se atrevería a ir más lejos y a odiarse para siempre.
Se relamió los labios y aun con ligeros jadeos sonrió de lado, Zoro era suyo, todo suyo y no permitiría que Kuroashi se lo quitara de ninguna forma, antes muerto que ser derrotado por ese cejas afeminadas -¿Torao-nii?- miro hacia la puerta viendo al pequeño Vinsmoke quien se mantenía quieto, no lo había oído entrar y de seguro presencio el acto -¿Qué estaba haciendo?-
-Toca la puerta antes de entrar mocoso- el pequeño se asustó por el tono pero no se retiró de la habitación -¿Qué necesitas?-
-¡Tenga!- le dio un pañuelo húmedo –es-es para Zoro-nii- Law sabía quién era este niño, que rol cumplía entre los Mugiwara y la familia Vinsmoke -¿Cómo está?- y lo que significaba para Zoro
Suspiro mientras dirigía su mirada al rostro del peliverde, se veía tan relajado –podemos decir que bien, nos quedaremos hasta que despierte, avísale eso a tu padre- el niño asintió con alegría para luego retirarse.
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-Que sorpresa ver a Zoro-san, Sanji-san- el rubio asintió mientras salteaba las verduras –desde el incidente no sabíamos nada de él pero por suerte vemos que se encuentra bien- hablo la pelinegra mientras terminaba de meter ropa en un bolso –me hace tan feliz que vayas a quedarte con grandes Nakamas- se acercó al rubio y miro la comida –se ve delicioso-
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Mi vida sin ti
Romance"Eres un hombre" con esa frase Zoro destroza a Sanji y da el fin a una relacion de poco tiempo,enfadado y confundido bebe un misterioso licor que le dara un viaje a su futuro sin Sanji a su lado pero con un anillo en el dedo ¿Esta aventura en busque...