Festival: Parte 2

230 22 2
                                    

Alzo a Hideki y avanzo entre la gente, el festival era demasiado grande para disfrutarlo en su totalidad, pero siempre se quedaban hasta el final gozando de la gran vista, esta vez tenían a alguien especial junto a ellos para poder compartirlo y tener grandes momentos

El sake era delicioso y se torno más gustoso al ver la sonrisa de ese par, corrían y jugaban, Hideki tenia su cabellera recogida en una coleta simple y Sanji los traía alborotados, quiso reírse pero mejor se lo guardaría.

-¡Mira!- señalo, había una fuente artificial con variedad de peces de colores, quiso uno pero lo pensó bien y decidió que no, no parecía nada divertido estar encerrado en una bolsita de plástico y que te alejen de tu familia -tengo hambre- y no se diga más, el cocinero lo llevo a un puesto a que escogiera lo que deseara, de paso pidió algo de su gusto e invito al Marimo.

Oyó un griterío, aplausos y varias personas haciendo movimientos raros, la curiosidad fue más fuerte y se alejo, esas personas estaban bailando, las mujeres agitaban sus polleras y giraban con encanto, los hombres las hacían dar vueltas, las hacían con gracia y todo lucia muy divertido.

Sus ojos brillaron y se centro en un par que se detuvo para apreciarse visualmente, se acariciaron sus rostros, se miraban tan devotamente para luego besarse, un beso hermoso y claramente puro, eso era lo más maravilloso que estaba viendo -¿Qué haces?-

Zoro toco su hombro y le entrego la brocha con carne, miro la comida y luego sonrió, lo sujeto con los dientes y tomo al par de las manos para luego empujarlos al centro del desborde de personas, de inmediato fueron arrastrados.

-¡¿Qué diablos es esto?!- grito el rubio entre risas mientras sujetaba a una señorita entre sus brazos, era delgada y se reía tanto como él, en tanto Zoro estaba sujeto a un muchacho que se veía tan tenso como él, pero si llegaban a romper la formación todo se arruinaría, de eso ambos eran conscientes.

Entre gritos y risas todos aplaudían, el ritmo de la música no se detenía, era una encantadora locura, ahora Sanji se sujetaba a un hombre mayor y por poco no lo manda a volar, solo aguanto por aquellas señoritas que se reían, en tanto Zoro sujetaba a una mujer llegada a los cuarenta, quien se veía encantada de estar entre sus brazos.

Una, dos, tres rondas donde intercambiaron parejas y estando rendidos al siguiente se encontraron de frente, no lo pensaron mucho, se sujetaron pero esta vez la comodidad estaba en ambos, el disgusto paso de lado, sus manos se sujetaban con fuerza y sus miradas no se despegaban ni siquiera para ver un segundo a su alrededor.

Siguieron con aquel ritmo, no podían creer lo jodidamente divertido que era este momento, el escandalo seguía sin parar, los giros no se detenían, su estomago ya dolía demasiado, sus cabellos eran un desastre más grande que antes, era perfecto, todos se detuvieron y aplaudieron, sus manos estaban bien sujetas como si no tuvieran intenciones de soltarse, sus ojos captaban al otro y sin poder evitarlo sonrieron a más no poder y se rieron en el hombro del otro.

-Bailas pésimo- susurro el rubio sin dejar de reírse

-Digo lo mismo-

Era perfecto, era mágico, este era su momento.

Nunca creyó que podía divertirse tanto y menos junto al rubio pero aquí estaban, había bailado como nunca, lo tenia apoyado en su hombro apegado a su cuerpo, sudoroso y sonriente, miro hacia el frente y se sintió extraño, habían tantas personas pero ninguna les daba la más mínima atención, las mujeres de antes solo fue un simple reojo y ya, creyó que iban a insultarlos o a carcajearse por su osadía pero se vieron encantadas por ambos, este sentimiento…

Tomo de los hombros al rubio y lo aparto, su ceño estaba fruncido y no pudo decirle nada, solo se le quedo viendo -¿Qué?- extrañado por su comportamiento no pudo evitar el nerviosismo, tal vez se incomodo por la confianza o tal vez sintió su mal olor.

Mi vida sin tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora