¿Que sigue?

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Había decidido no irse o al menos no intentar escapar por él momento...lo que Lussuria quería hacer no estaba tan mal...al menos podrían acercarse a ese guapísimo azabache que le seguía en sus mas profundos sueños.

-Tsunayoshi...piensa en la biblia...respira...respira...-

Suspiro mientras se removía incomodo, sus mejillas se habían teñido de rojo.

¿Y si intentaba safarse, pero no huir?

No era mala idea. Ademas deseaba saber que pasaba afuera...no había escuchado ruido por lo menos en cinco minutos y eso no era bueno...eso significaba peligro...un peligro demasiado mortal e importante para la humanidad...o al menos para él.

Y sus sospechas no estaban lejanas a la realidad atrás  de esa puerta la servidumbre rezaba a todos los dioses habidos y por haber...incluso a Vongola Primo, para salir vivos de esa curiosa situación.

Y es que su señor Squalo no queria matar a Lussuria...
Ahora quería matar a Xanxus y pues....a quien se le cruzara en esos momentos...además...habían anunciado que cierto personaje iba a llegar de pronto.

-Voooooooi, Jefe idiota...¡todo es  tu maldita culpa!-

¿Pero que era lo que había hecho enojar a él embarazado doncel peliblanco?

Realmente nadie lo sabia con precisión y nadie era tan valiente o estúpido como para preguntar.
Valoraban su vida.

¿Habia sido la carne mal cocida?¿Era estrés?¿Eran celos por que Xanxus fue amable con una sirvienta por error hace un año?
¿Era por el calentamiento global?

O tal vez era...¿Que quería darle tiempo a Tsunayoshi de escapar?.
Estaba en deuda con él castañito, descubriendo que era doncel y haberlo delatado...si ameritaba su venganza pero también le había dado animos y media botella de Vodka para declararse...o mas bien...realmente esa fiesta había sido de lo más confusa.

Por ahora esperaba que la respuesta del castaño fuera rápida.

Le deseaba felicidad...y él colorido idiota que se escondía tras la pared frente suyo podía lograrlo...además sería algo digno de contarle a su pequeño o pequeña...tal vez...

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