Mamma Luss en acción

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H...Hola Seirian Yun los saluda.
No estaba muerta...andaba en pleno bloqueo ( ´ ▽ ' )ノ pero creo que ya estoy bien.

Bueno, actualmente me cambie de domicilio y acá no tengo internet QwQ.

Sumado a mi trabajo apenas tengo chance de hacer la mimicion.
Wuaaaaa, tengo ideas por escribir pero poco tiempo.

-Patricio llora lagrimas de impotencia- ╥﹏╥

Aun así me seguiré esforzando, de este fic tengo cuatro borradores xD eso tratare de publicar.

Recemos para que el plan de datos no se me acabe jsjsjsjs.

Con amor, S.Y♥

La matanza en la mansión no tenia igual.
Incluso algunos miembros del personal se habían Lanzado sin miedo a la batalla.

Fran parecía un moderador furioso adicto a las apuestas sentado a la distancia, disfrutando del caos, con su cara tan chupada como pasa seca y una apenas perceptible mueca de hastio.

Junto a el, en una mesa había pilas de dinero, chocolates suizos, unos aretes, oro en lingotes, calzones con dibujos de piña, escrituras de dos mansiones, un pelinegro asiatico de trenza que bebía té tranquilamente después de que su pareja lo aposto y perdió.

-Ya me aburrí-
Exclamó el peliverde levantandose con cuidado de su lugar, tomando una media larga que estaba sobre la mesa y la lleno con los lingotes en oro.
-También bajare a pelear-

La sádica carcajada del tutor asesino se escucho por toda la mansión nuevamente acompañada de los gritos de su alumno-Dame hijo.

Casi todos estaban tendidos en el suelo.

Kyoya estaba noqueado y casi enterrado en una pared al otro lado del pasillo.

Squalo tenia en sus manos uno de los mechones coloridos del cabello de Lussuria quien estaba medio inconsciente.
El peliblanco exigía sus sagrados alimentos matutinos.
Reborn estaba listo para masacrar a medio pueblo.
Incluso estando embarazado el hitman era de temer.

Verde y Colonello estaban definitivamente locos al juntarse con semejante psicópata.

-Bien...Dame Tsuna, es hora de que tu y yo hablemos-

Gruñó el pelinegro de patillas rizadas jalando de su alumno camino hacia las afueras de la mansión.

-Y más te vale tomar la maldita pastilla del dia siguiente...no quiero que vayas a salir con premio-

Gritó el azabache con furia.

-¡R...Reborn! Nooo....nooooo-

La puerta medio destrozada de la mansión se cerró más o menos, desapareciendo ambos personajes a un destino incierto.

Fon desde su lugar dejó su taza de té a un lado, junto sus manos y bajo la cabeza un poco para realizar una plegaria por el castaño líder de Vongola.

El personal corrió rápidamente a hacer los aseos correspondientes, llamar a los que les vendían los muebles y reparaban paredes.

Viper estaba tirado por alguna parte pues en el suelo estaba su capucha.

Fon trato de bajarse de la mesa, pero el golpe de una pesada media a su costado lo detuvo.

-Amigo chino colorado, usted me pertenece hasta Que Mammon pague toda su deuda-

El de tunicas chinas solo sonrió para el joven peliverde con sombrero de rana.
Podía ver que el chico era muy serio y que probablemente no le dejaría irse.

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