Visita a Mamma Luss

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Squalo estaba sentado justo a lado de un castaño que comia tranquilo unos sándwiches de atún, no le agradaba mucho al paladar pero el espadachín embarazado exigió comer ese refrigerio.

¿Quien era el para negarle el antojo?

Llevaban casi una hora en el comedor, y casi tres docenas de bocadillos.

El apetito de un embarazado daba miedo, pensó un castaño que no llevaba mas de medio emparedado.

Y al mismo tiempo le aterraba pensar sobre el embarazo de su querido y para nada espartano,Ni sádico pero encantador Tutor.

¿Imaginar esa realidad?

Ugh le daba escalofríos.

Momento...¿Reborn se casaría con sus dos emm parejas?

...
...
...

-Squalo, iré por Lussuria...necesitamos que vuelva-.

El doncel castaño había dejado el aperitivo a medio comer sobre el plato largo donde había ya menos de cinco emparedados mas.

El doncel albino alzo una ceja.

-¿Tsk, tanto te importa seducir a la alondra eh Yoshi?-

Soltó con burla el embarazado con el único fin de hacer sonrojar al chico, y vaya que logro ponerlo cual foco de navidad, aunque lo es tres o al instante.

Parecía una bolita nerviosa y paniqueada.

Ni Xanxus lo estresaba tanto...recordando a su estupida pareja y jefe se sintió algo incómodo.

Tenia ya varios días sin verlo...

Tal vez no debió intentar apuñalarlo después de que se burló por que su pantalón de cuero negro revelaba la ligera curva de su vientre.

Y tampoco tratar de convertirlo en rajas cuando menciono aquellos nombres ridículos.

El embarazo realmente le afectaba mucho y en distintos sentidos.

Casi siempre sentía la necesidad de apuñalar a todo lo que causaba estrés.

Además era consentido por Yoshi y no molestado por su querido y flamante esposo con aires de asesino serial Xanxus.

Ahora debía irse con Tsunayoshi, había dejado de oír esos irritantes balbuceos desde hace ya bastante rato.

Pero aun así debía admitirlo, le tía cariño a ese castaño.

-Vooi, Yoshi vámonos...tenemos que ir por Luss-.

El castaño levanto la cara rojita y Avergonzada y observo a la fresca mirada plateada del albino.

Aun así, el chico asintió suavemente con la cabeza y ambos donceles se fueron rumbo a el garage de la mansión Vongola.

Aunque Squalo llevaba en mano una charola llena de aperitivos de  pastelitos de hojaldre algunos salados y uno que otros dulces.

Al mismo tiempo, Reborn salio de el despacho de su dame Alumno aunque prácticamente había destrozado esa pequeña salita.

Pero había hecho pagar a ese par de idiotas amantes suyos. Cerro la puerta tras de si y se recargo en ella, llevando la mano derecha a sus labios buscando a ocultar su sonrisa.

-...Eres una sorpresa...pero...no es desagradable...-.

El hitman solo río un poquito, aun así era algo increíble, debía darle crédito al imbécil de Verde y a Colonello.
Por que ahora tendría un pequeño que podría tutorar y criar como era debido.

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