Capitulo 22.

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//uwhgey Bueno, no llegaron a la meta :( pero intentarè hacerles el maraton. Porque las amo. Voten y comenten.//

1910. Venecia-Italia.

Michael mentiría si dijera que no se sentía intimidado por todos los serios italianos que pasaban cerca de él y de Luke. Todos lucían tan elegantes, y él apenas era un adolescente andrajoso pretendiendo ser un italiano, no porque le gustara, era por bien de Luke, su niño asignado, y por el suyo propio. Un dulce niño llamado Ricardo de 10 años ahora dependía de ellos para ser feliz y poder olvidar todo su lio de familia.

Tragó saliva fuertemente cuando notó que varios hombres los miraban como si estuvieran completamente locos. Michael agarró fuertemente el brazo de Luke, estando consciente de que en ese entonces, en Italia, había un montón de hombres homosexuales. El retiro del renacimiento en el siglo XV y XVI sacó el lado gay de todos. Solo quedaba pretender que Luke y él estaban saliendo.

-Cálmate amigo, estaremos bien. -pero honestamente, Michael dudaba eso. ¡¿Cómo carajos lo había convencido de ir al bar?! Era muy peligroso. Pero de alguna manera, Luke siempre se las arreglaba para que hiciera cosas que no quería. (Por 1874 Luke había hecho que Michael viera a dos caballos apareándose. ¡Fue horrible! )

Sacudiendo la cabeza ante las palabras tranquilizadoras de su amigo Michael arqueó una ceja y habló. -¿Estas seguro? Lo mas probable es que esta gente piense que estamos locos, o quieran follarnos, y yo no quiero morir o que alguien entierre su polla en mi.

(..)

Un par de copas de vino después Michael estaba perdiendo todo el sentido común. Luke, literalmente, había desaparecido. Habían pasado aproximadamente 40 minutos desde la última vez que había visto a su amigo, y en vez de alterarse bebía cada vez más. Solo bastaron unos minutos más para que la habitación se tornara borrosa, y que todos los hombres que le habían parecido aterradores, ahora le resultaban atractivos.

Unas fuertes y grandes manos se envolvieron en su cintura y su pulso aceleró de inmediato. -Podemos ir a otro lado cariño. -una ronca voz, con fuerte acento italiano lo susurró al oído. Y él, no encontró ninguna doble intención a esas palabras.

Así que simplemente asintió con la cabeza y dejó que el desconocido lo llevara a donde quisiera. No podía distinguir muy bien su rostro debido a la intensa oscuridad. Michael, obviamente, no sabia quien era el tipo, ni sabia si estaba de pie o simplemente flotando; sus sentidos estaban completamente adormecidos. -No siento nada.

El desconocido se rió entre dientes mientras negaba con la cabeza y ponis su gran brazo alrededor de los hombros de Michael para que pudiera sostenerse. -Estarás bien para mañana, si hay un milagro.

Entre respiraciones rápidas, Michael trató de tocar las luces que estaban en el cielo. -¿Estoy muerto? No puedo tocar la luz. -se quejó fuertemente.

-No estas muerto, y esa no es una luz, son estrellas, brillantes estrellas, igual que tus ojos.

Por alguna rara razón (o tal vez por el alcohol) Michael sintió una enorme confianza. -No puedo verte, pero se que eres lindo.

-Por supuesto que si. -dijo el desconocido entre pequeñas risas. Llegaron a una parada y Michael frunció el ceño. Sus ojos estaban vidriosos y realmente no podía ver nada. -No se donde vives, y justo ahora, tal vez ni tu lo sepas. Te quedaras conmigo, mañana será un nuevo día.

-¿Y si no quiero irme a casa?

El extraño frunció el ceño. -Quédate conmigo para siempre.

Padrinos Mágicos *5sos* Terminada. 《EN EDICIÓN》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora