Yo soy tú Rey (Thor x Loki)

A-YU-DEN-ME

 Luego de que Thor y yo oficialmente confesamos nuestro amor, tanto al pueblo de Asgard, _ que no lo podía creer, pero que finalmente aceptó. _ como a nuestros padres. Mi madre ya lo sospechaba, pero mi padr..., quiero decir Odin, lo tomó por sorpresa. Recuerdo que puso el grito en el cielo, oponiéndose rotundamente a lo nuestro. Sin embargo, junto con el hecho de que no somos hermanos de sangre, y el muy sólido argumento de Thor de "no me importa realmente lo que digas, quiero a Loki como mi reina y punto", bastó para que él aceptara a regañadientes. Después de eso, todo fue viento en popa. A mis hijos les caía cada vez mejor Thor y mi padr..., ¡Odin!, ¡rayos!, ¡Odín!, aún no puedo acostumbrarme. En fin, el viejo rey se había convertido en el abuelo del año, luego de pasar casi todo su tiempo libre con mis hijos; ya sea entrenandolos, discutiendo con Hela diversos temas, o jugando con Fenrir. Debido a eso, ahora el niño no deja de seguirlo y preguntar "¿Dónde está el abuelo?. ¿Y el abuelo?". Thor se hubiera puesto celoso de no ser por que ese tiempo la pasamos dentro de la habitación. Y no precisamente durmiendo. 

El problema vino al tercer mes de estar juntos en el nuevo futuro. No he dejado de vomitar desde que llegué. Se lo he ocultado a Thor todo este tiempo, pero cada día que pasa, se vuelve una tarea más difícil todavía. Los síntomas del embarazo se agudizan con el tiempo y me ponen de terrible mal humor, me da hambre, sueño, y me pone muy sensible también. Tarde o temprano, alguien lo va a notar, y temo mucho por la reacción de Thor. Mi panza tampoco a ayudado mucho, cada vez se abulta más y se hace más complicado ocultarlo con mi vestimenta normal, por lo que he empezado a usar ropa holgada, no sin llamar la atención por supuesto. Mis familiares y amigos (de Thor), me han llamado la atención sobre esto, ya que es muy poco de mi estilo, pero yo solo me hundo de hombros y hago como que no es relevante, mientras las piernas me tiemblan de los nervios. Y lo que es peor, todas las noches que Thor y yo tenemos sexo, nunca acaba dentro de mí. NUNCA. Dice que quiere crear un vínculo más fuerte con mis hijos antes de tener los nuestros. Es una pesadilla. No sé qué hacer. ¿Cómo le digo que estoy esperando un hijo suyo que concebimos en un futuro alterno que luego de utilizar... utilizar... una cosa... no recuerdo que exactamente, pero... que eso ayudó a alterar todo el espacio tiempo, y que por esa razón no lo recuerda?

_ ¡Maldición...! _ dije mientras devolvía el desayuno con la cabeza dentro de la taza del baño, sujetando mi cabello con las manos detrás de mí cabeza. Para luego de cinco minutos, tener toda mi boca con un sabor amargo. _ Está es la peor parte... _ me dije mientras limpiaba mi boca con la mano, sintiendo el amargo sabor aun en mi paladar y paredes de la boca, segundos antes de ponerme de pie, y agacharme en la pileta para enjuagarme la boca. _ Tengo que decírselo. _ me dije mirando mi reflejo en el espejo, para luego fruncir mi rostro arrepentido. No puedo hacerlo. No va a creerme. Va odiarme y quizás me expulse del palacio. Suspiré. _ No seas cobarde. Dicelo._ exigí a mi reflejo, pero mi rostro volvió a cambiar en el espejo. _ Soy un cobarde... _ dije agachando mi cabeza, mientras mis manos estaban a cada lado del lavabo. Luego unos golpes provenientes del otro lado de la puerta de baño, llamó mi atención. 

_ Loki, amor, Fenrir quiere verte. Está en el jardín con nuestra madre. _ escuché la voz suave y amorosa de mi pareja, y se me hizo un nudo en la garganta de solo pensar en el tono frío e indiferente con el me hablaría una vez le cuente sobre mi embarazo. _ ¿Está todo bien, amor?

_ ... S-Sí... _ dije con la voz quebrada. Tosí para componerme y hablé lo mejor que pude. _ Sí. En un momento bajo. _ le dije cruzando los dedos por que me creyera y se fuera. Luego de unos eternos segundos en permanente silencio, me dijo que iría a entrenar con los tres guerreros y Sif en el campo por si quería acompañarlo más tarde. _ Está bien, diviértete. _ luego de eso se escucharon los pasos de Thor alejándose, y pude llevar mi cabeza nuevamente al inodoro para devolver lo que había quedado en mi estomago. _ Ultima vez que dejo que me toqué. _ dije sintiendo el sabor amargo en toda mi lengua esta vez. Me enjuague la boca, me arreglé un poco la ropa, y bajé al jardín. Allí, en medio de unos enormes rosales, en una mesa de cristal en el centro, se encontraba la reina, y no estaba sola. Tenía a mi hijo, Fenrir alzado en brazos y haciéndolo jugar. Sentí náuseas por unos instante, mientras me acercaba, pero se me fueron tan rápido como vinieron. _ Buenos días, madre. _ dije besando el dorso de su mano y sentándome frente a ella en una de las sillas. _ ¿cómo amaneciste?