Yo soy tú Rey (Thor x Loki)

No más secretos

 Sleipnir aunque era un poco arrogante y no tenía muy buenos modales, obtuvo la aprobación de Thor para quedarse. Ese hombre parecía ser muy fuerte, y podía sentir que su magia era muy poderosa, pese a que no tiene mi antigüedad. No me hubiera importando realmente, sino fuera porque me miraba con un odio desmedido que me desconcertó. Lo disimuló ante todos los demás, pero él realmente parecía odiarme. Yo ni siquiera lo conocía antes de ayer. La cena me distrajo un poco de ese mal sabor de boca. La princesa resultó ser una compañia muy agradable, y en unos pocos días, llegué a quererla tanto como quería a Sveinn, a mí hijo también pareció caerle muy bien, así que no me vi preocupado por su reacción cuando Thor y yo anunciemos su compromiso con ella luego de nuestra boda. Claro que la relación cercana de ellos dos parecía molestar a Sleipnir y Sveinn por igual, y creo yo, por diferentes personas. En fin, mis sintomas cada vez eran más evidentes al igual que mi malestar. Thor no lo toleró más y me obligó a que un médico me revisara, y claro que descubrió que estaba embarazado. El médico real no sabía que su rey y yo no habíamos planeado un hijo, así que se mostró feliz y ansioso por decirle a Thor las "buenas nuevas", le dije que me gustaría darle yo la sorpresa, así que debía mantenerse discreto. Él estuvo de acuerdo y se fue a buscar al rey para decirle que estaba bien y no era nada importante. 

_ ¿Qué voy a hacer ahora? _ me lamenté removiendome bajo mis sabanas, cuando escuché pasos y el momento en el que la puerta se abrió. Me enderecé en la cama de golpe y miré hacia la puerta, pero solo era mi hija Hela. _ Vaya susto me has dado, pequeña. _ dije con media sonrisa, dejando que ella se sentara a mi lado en la cama y me tomara una mano. 

_ ¿Estás enfermo?

_ No, no era nada. Estoy bien. _ dije para luego ser invadido por las náuseas. Me llevé la mano a la boca, para luego aparecer una cubeta con magia y vomitar en ella. Fue tarde cuando me di cuenta que Hela estaba usando su magia sobre mi. 

_ ¿Por qué ocultas tu embarazo? _ dijo como si nada, mientras a mí me caía un balde de agua fría en la cabeza, o al menos así me sentía. Luego llegó James con Fenrir en brazos y resulta que que escucharon. Pese a todo mi sentido común que me decía que les mintiera, ya no tenía caso. Les conté toda la historia, de principio a fin. No los hubiera culpado si no me creían, pero lo hicieron. James, aunque no estaba muy convencido por la falta de detalles, me creyó, nunca ponía en duda mi palabra, jamás. Hela sabía sobre una piedra verde escondida en la tierra que puede controlar el tiempo, por lo que no fue muy difícil para ella creerme. Y Fenrir, aunque aún solo podía balbucear algunas palabras, me había entendido, pero solo la parte en la que iba a tener un hermano menor, eso pareció emocionarlo ya que comenzó a reír y mover sus manitas. Eso me hizo sentir aliviado y feliz, tenía los mejores hijos del mundo entero. _ ¿Se lo vas a decir a Thor?

_ No puede decirle, _ dijo James. _ seguramente pensara que papá lo engañó. 

_ No tiene opción, _ insistió Hela, mirandome ahora a mí. _ si no le dices la verdad, y se entera por otros medios, va a ser peor. _ aseguró ella, haciendo que a regañadientes, aceptara mi realidad. 

_ Tienes razón, él merece saber la verdad. Sé la diré. _ dije poniéndome de pie, mientras mis hijos me ayudaban. La panza ya comenzaba a estorbar, y eso que no estaba tan grande aún. _ Iré ahora mismo con él. Salí de la habitación y caminé al salón del rey, cuando entré escuché a Thor vociferar, así que entré para saber que lo había molestado tanto, pero cuando lo hice, me quedé helado. Thor estaba con el guardia real de la princesa, Sleipnir y el médico real, siendo regañado por Thor. El corazón casi se me detiene, ya imaginaba el origen de su cólera. 

_ ¡¿Cómo pudiste ocultarme algo así?! _ dijo el rey tomando de la solapa de la camisa al médico. _ ¿Sabes?, podría castigarte por esto. 

_ Oh, su majestad... _ dijo Sleipnir con una sonrisa mal disimulada. _ no se moleste con el pobre hombre, estoy seguro, que sólo respetó el deseo del príncipe de decírselo él mismo. _ <<¡Ese mal nacido me escuchó!>> _ Es más, ahí está el príncipe. Su alteza. _ me dijo inclinándose, pero no sin antes sonreírme con burla. Hubiera estado furioso con ese mocoso insolente, de no ser porque la mirada que me estaba dando Thor era tan fría que me hizo temblar de miedo. Sentí que el corazón me saldría del pecho, y quise huir, pero las piernas no me respondían. Solo podía quedarme ahí y afrontar mi destino.